A estas alturas, no hace falta que os contemos que detrás de la edición de MDC, además de las compañeras de la agencia arteGB Comunicación, estamos Las Beginers (Begin Again Films). Hoy con vuestro permiso hablo en plural y en nombre de todas mis compañeras. Y como sabemos que a una buena parte de nuestros 40.000 suscriptores os gusta el cine, estamos seguras de que os interesará lo que os vamos a contar.

Vaya por delante que nos entristece profundamente tener que escribir este editorial, pero como distribuidora independiente especializada en cine español, compuesta íntegramente por mujeres, creemos que es absolutamente necesario. Algunos lo llamarán rabieta, pero vamos, son los mismos que llaman a su trabajo “crítica cinematográfica”. Cuestión de puntos de vista.

Como muchos de vosotros sabréis, el pasado 4 de enero llevamos a las salas de media España el largometraje de animación para adultos “Memorias de un hombre en pijama”, nominada tanto a los Gaudí como a los Goya en su categoría. Fueron 55 salas en total las que confiaron en la película, no solo por esas nominaciones (lo que como todos sabemos no es especialmente relevante hasta que ganas), sino por el resultado previo en su estreno comercial en Madrid y Barcelona en Noviembre, donde estuvo un total de dos semanas en cartelera, con llenazos, y críticas del público asistente muy positivas. Fue un testeo previo estupendo para lanzarnos a por todas dentro de nuestras posibilidades.

Somos una distribuidora con vocación comercial, nos gusta llevar al cine películas que puedan gustar a todo tipo de público, y aunque a la hora de la verdad cada una tendrá su propio target, sí seguimos a raja tabla tres máximas a la hora de incorporar contenidos a nuestro catálogo: nivel de producción alto (lo que no está reñido con presupuestos bajos); nivel creativo alto (con especial interés en la búsqueda de nuevos talentos); y nivel de machismo cero.

Y por eso estamos sorprendidas, disgustadas y, sobre todo, bastante asustadas con las críticas a “Memorias de un hombre en pijama”, las cuales, básicamente, acusan a la película de defender posturas machistas y misóginas. No entendemos nada. Como mujeres cineastas (también producimos, como muchos sabéis) estamos profundamente comprometidas con la causa feminista desde nuestro pequeño rincón del mundo, y jamás, repetimos, jamás distribuiríamos una película machista y que fomente actitudes misóginas.

Cuando vimos la película éramos, y seguimos siendo, admiradoras de Paco Roca y su universo. En especial de su comic “Memorias de un hombre en pijama”. La película es prácticamente un calco de sus chistes y situaciones (el guion lo firma también el propio Roca). Reímos con ganas. Así que tener la confianza de sus productores para distribuir la película nos pareció todo un regalo.

Memorias de un hombre en pijamaes una comedia, una parodia que refleja el patetismo de un “Peter Pan”, machista, misógino, absurdo en su estilo de vida, siempre en pijama, que finalmente encuentra la redención (o no) gracias al amor. No se vosotros, pero nosotras hemos visto mil veces esta película, un tema habitual en la comedia romántica, sobre todo en la americana de los años 90 y 2000. Y como éstas, nuestra película también se ríe del personaje, no defiende esas actitudes. Muy al contrario, las critica usando para ello la caricatura más histriónica posible, Paco y sus “amigotes” machistas. ¿De verdad no se ha entendido?. Es curioso que la protagonista femenina, una mujer fuerte e independiente, pase desapercibida en las críticas. Muy curioso.

Pero no pasa nada. Asumamos que la película, efectivamente, no ha convencido a la crítica, no ha gustado nada, incluso les parece el horror. No es la primera que alguna de nuestras películas recibe malas críticas, y siempre las hemos asumido con respeto y silencio. Buena parte de Begin Again Films está compuesta por periodistas (y ejercemos la profesión en Más de Cultura), así que la libertad de expresión es para nosotros como “el padre nuestro”.

Pero lo que ha pasado con esta película excede por mucho lo que nosotros consideramos normal. Algunas críticas de medios dominantes han sido excesivas, furibundas, con una clara intención de hacer el mayor daño posible, y sobre todo, centradas en el tema del machismo. Os podemos asegurar que si las críticas hablaran sólo y exclusivamente de cine, no estaríamos escribiendo este editorial. Nos callaríamos como hemos hecho siempre y a aguantar el tirón. Pero no podemos consentir que se diga que esta película defiende valores machistas, nos ofende profundamente, como mujeres y como feministas.

El resultado de todas estas críticas, como ya imaginaréis, es que la película está teniendo dificultades en taquilla, y lo que es peor, ha generado un debate en las redes sociales muy negativo que sigue aún hoy perjudicando nuestra reputación y la de sus productores. Y no sólo eso, ha acentuado los ya “clásicos” comentarios e insultos al cine español, y a los que lo hacemos posible. Por supuesto, comentarios de “haters” que no han visto la película. Si todos ellos la hubieran visto estaríamos ante el nuevo taquillazo del cine español.

Lo estamos viendo continuamente. Humoristas procesados por un chiste malo, ofendidos a miles por el vestido de la Pedroche, “influencers” de todo tipo que abandonan las redes asustados tras un linchamiento,…. La dictadura de lo “políticamente correcto” nos está llevando a la autocensura, y si nadie lo remedia se convertirá en el fin del arte, la creación y la cultura. No cuenten con nosotras para eso, no pensamos callarnos, y menos censurarnos.

Y aquí viene nuestra última reflexión al respecto, y que pretende abrir un debate que es necesario hace mucho tiempo. ¿Son conscientes los responsables de medios y los propios críticos del daño que hacen a una producción independiente y a sus responsables?. Si es tan mala, ¿merece la pena hablar de ella?. ¿Saben el daño irreparable en muchos casos que una crítica puede hacer a la carrera de alguien?. ¿Saben que cuando produces o distribuyes una película independiente lo más probable es que estés hipotecado hasta las cejas?. ¿Les importa?.

Y lo que es quizá el “quid de la cuestión”: ¿son conscientes del daño que hacen en general al cine español y a la industria audiovisual con sus críticas destructivas?. Desde luego, críticas como las que hemos sufrido con esta película, no van a ayudar a que el público vaya a ver cine español. El éxito de uno, es el éxito de todos. Cambia la percepción del público, que se abre más fácilmente a nuestras películas. Con el fracaso sucede lo mismo, no lo olvidemos.

Como periodistas aprendimos en la carrera universitaria la importancia de la responsabilidad en nuestro trabajo. Cuando empezar a trabajar vives esa responsabilidad como algo real, tu trabajo puede llegar a afectar a la vida de las personas, es así. Más si llegas a tener la suerte de llegar a un medio importante, de los que tienen capacidad de influir en los lectores, oyentes, espectadores…. Resulta curioso ver como algunos se rasgan las vestiduras continuamente criticando si tal o cual medio favorece o no a un partido político, o una empresa. Se oye hablar de “falsear la verdad”, “ocultar detalles importantes”, y “opinar como medio para influir”…, y todos sabemos que una sola noticia puede hundir la bolsa. Pero no recordamos que nadie hable de la misma manera de los críticos de cine, y su capacidad para elevar a los altares o hundir a un cineasta.

Es curioso, ellos, los más mediáticos e influyentes, públicamente te dirán que no tienen ese poder. Y no es cierto. Lo tienen, lo saben y lo usan. Pero debemos admitir que es un poder limitado. La capacidad de destrucción es inversamente proporcional a la capacidad económica de la productora o distribuidora de una película. ¿Puede impedir un crítico de un medio importante que la gente vaya a ver la última de superhéroes a alguna de sus 400 salas? Pues claro que no, el 80% de sus espectadores ya están absolutamente deslumbrados por la inmensa maquinaria de marketing en marcha, hace meses que quieren ver esa película, probablemente una crítica mala les divierta.

¿Pero pueden conseguir hundir un estreno de apenas 30 salas, sin capacidad económica para estar hasta en la sopa durante meses antes del estreno? Por supuesto, ese cine español, el que defendemos desde Begin Again Films, está en manos de los medios. Es el cine que no nace en una millonaria televisión privada, ni cuenta con los carísimos actores de moda, ni está producida por los cuatro dioses del Olimpo, pero que rezuma talento, valentía, arte…, y que igual no merece una crítica, pero sí respeto. Menuda responsabilidad, aunque no la quieran asumir.

Como bien decía uno de esos conocidos críticos que ha destrozado “Memorias de un hombre en pijama” con el que pudimos reunirnos ayer: “¿quién os creéis vosotras para decirme cómo debo hacer mi trabajo?». Efectivamente, no somos nadie, una “pequeña distribuidora”, como repetía continuamente. Por eso nos sorprende y asusta que algunos de los críticos más importantes de este país hayan decidido que lo mejor que podían hacer es ir a por una de nuestras “pequeñas” películas. Feliz año para ellos también.