El pasado 20 de mayo falleció Bill Gold (Nueva York, 1921), a los 97 años de edad, dejándonos un precioso legado de buen gusto. Considerado, sin ninguna dilación, como uno de los mejores cartelistas de la historia del cine. El gran arte de Bill Gold a la hora de plasmar la esencia de una película en su póster, hará que sea uno de los profesionales del sector más recordados en la historia de Hollywood. Su carrera se remonta en 1940 con la compañía Warner Brothers. Ahí es donde pudo demostrar una perfecta ejecución diseñando uno de sus primeros y más emblemáticos carteles, Casablanca (Michael Curtiz, 1942), quizás el clásico más memorable del séptimo arte. Cabe destacar que el primero que realizó para la compañía, corresponde al film Yankee Doodle Dandy (Michael Curtiz, 1942). En el año 1947 se convirtió en jefe de diseño de la Warner Bross.
Bill Gold a lo largo de su intachable carrera ha trabajado con los mejores directores, entre los que se incluyen Stanley Kubrick, Alfred Hitchcock, Ridley Scott o Clint Eastwood. No solamente ha sido reconocido en la era dorada de Hollywood, ya que supo adaptarse a cada década con absoluta admiración. La gran demanda de su labor siempre estuvo en lo más alto. Su último cartel fue para el director Eastwood, y su película J. Edgar (2011), con el cual ya había trabajado previamente en numerosas ocasiones, manteniendo una larga relación laboral entre ambos.
Y nada mejor para recordar a este artista, que deleitarnos con cada una de sus piezas únicas y perfectas. Obras totalmente necesarias para al cine tanto como un actor, un guionista, un cámara o un editor de sonido. Porque si existiese una categoría en los Oscar a mejor diseño de cartel, Bill Gold sería el más premiado y nominado. A continuación una pequeña recopilación de algunos de sus trabajos.
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