Tras llevarse el premio a Mejor Adaptación Técnica en el Festival de Cine de Venecia, la película Eles transportan a morte plantea un visionado curioso y distinto. La premisa nos lleva a 1492, cuando entre la tripulación de Cristóbal Colón viajan tres hombres que ya deberían haber muerto. Han conseguido evitar sus condenas participando en el incierto viaje, pero al llegar a las Islas Canarias huyen cargados con una de las velas de la embarcación. Mientras, en «El Viejo Mundo», una mujer trata de salvar a su hermana moribunda, con la esperanza de que una curandera pueda ayudarla.
El film de Samuel M. Delgado y Helena Girón es artesanal en todos sus sentidos, puesto que el material no está rodado en digital, sino en película física (16mm). Sus directores, junto al equipo técnico, nos plantean un viaje singular a los aspectos con más detalle del cine tradicional, precisamente, por su interés en trabajar con la materia de la película.
Rodada en 16mm
Esta curiosa travesía se estrenará en cines a partir del 13 de mayo y precisamente por eso no queríamos desaprovechar la ocasión de hablar con uno de sus directores, Samuel M. Delgado, sobre la artesanía que esconde la cinta, con el objetivo de que el espectador, tampoco se la pierda.
Samuel nos cuenta que su costumbre de trabajar con fotoquímicos viene de atrás, desde hace muchos años trabajando con películas de 16mm que ellos mismos revelan en su propio laboratorio: «Nos interesan mucho los tiempos que implica ese trabajo, así como el hecho de hacer la imagen tangible y de que nuestros propios gestos se queden marcados en el resultado final».
Ambiente sonoro
Carlos García, el diseñador de sonido de Eles transportan a morte, trabaja entre Colombia y Dinamarca. El equipo buscaba crear el universo sonoro particular que podrá apreciar el espectador que vaya a ver la película a una sala de cine a partir del 13 de mayo: «ya que la película no es historicista teníamos la libertad de crear un paisaje sonoro singular a partir de sonidos orgánicos que se fueran vinculando y mezclando con sonidos. Sintéticos, electrónicos, también con la música», explica el cineasta.
Reinterpretación de las imágenes de archivo
Con Camilo Sanabria, el responsable de la música del film, trabajaron a dos bandas: Coordinando el trabajo de diseño sonoro con el de la música. Todo para intentar buscar una confluencia: «que nunca supieras muy bien cuándo empieza la música y cuando estás todavía escuchando un ambiente». Es así cómo logran crear la sensación de inmersión en ese espacio. Por medio del sonido.
Pero no solo el sonido de Eles transportan a morte esconde secretos, también encontramos curiosidades en las imágenes, puesto que algunas de ellas, forman parte de imágenes de archivo reinterpretadas. ¿Cómo puede ser eso? Nos lo explica su director: «Había una parte que ya teníamos en mente incluir antes del rodaje incluir. Las imágenes de la erupción del Teneguía. Rodamos la secuencia contando con ellas en la cabeza y luego en el proceso de rodaje descubrimos esta película de Juan de Orduña que se llama Alba de América que es una película franquista en la que se hace una oda a la figura de Cristóbal Colón y pensamos que, desviando esas imágenes, apartándolas de su significado original, podíamos tener a esos perseguidores que seguían a nuestros personajes». Para situar al espectador, el realizador se refiere a las imágenes de los barcos que están fondeados en la noche. Los barcos de los que desembarcan los perseguidores de los protagonistas masculinos.
Se trata Eles transportan a morte de una odisea anticolonialista que también lo fue para su propio equipo, puesto que todos estos aspectos, como se pueden imaginar, afectan también al rodaje. No solo en relación a la película, que al no ser digital, tiene un coste y al ser física es finita, sino también porque según nos cuenta Samuel, tampoco podían incluir improvisaciones muy libres. Sin embargo, también reconoce que al mismo tiempo «tiene algo mágico esa limitación que hace que todo el equipo esté muchísimo más atento y en una tensión creativa mucho más interesante para nosotros».
Un trabajo arduo también para el equipo técnico en detalles como las secuencias más concretas, como es el caso de los planos fantasmagóricos de los personajes masculinos que se desvanecen: «Para cada toma de ellos teníamos que tener la cámara sujeta a pulso durante quince minutos. Como son exposiciones largas, cada fotograma está expuesto durante más de un segundo y para un plano de quince segundos teníamos que estar quince minutos con lo que sería una garrafa de cinco quilos en los brazos». Y luego, también están los milagros, claro, como que en la secuencia del volcán, consiguieran iluminar al actor (David Pantaleón) simplemente con el soplido a una brasa.
Una experiencia inmersiva por los mares de nuestra historia la que nos plantea el equipo de Eles transportan a morte, que tendrá su estreno en salas de cine el 13 de mayo de la mano de Begin Again Films.
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