De una co-producción entre Perú, Suiza y Estados Unidos nace Canción sin nombre, un drama intimista sobre la dura situación que atraviesan muchas mujeres en Perú: los niños robados. El próximo 2 de octubre llegará a los cines españoles de la mano de Begin Again Films.

Esta ópera prima de la directora Melina León nos traslada a los años 80 en un Perú asolado por la violencia y las injusticias. La porno-miseria de la que nos hablaba en estas páginas José Luis Rebordinos, que sirve de contexto para el cine latinoamericano.

Allí, Georgina, interpretada genuinamente por Pamela Mendoza, tendrá que enfrentarse a la pérdida de su bebé recién nacido. La joven indígena sufrirá las consecuencias del tráfico de niños en el país latinoamericano y pedirá ayuda a un periodista que investiga los casos. El descubrimiento de que no se tratan de casos aislados, les llevará a emprender una aventura para desenmascarar a esta industria. Completan el reparto actores como Tommy Párraga y Lucio Rojas.

Sobriedad y sinceridad 

Una cinta rodada en blanco y negro y en formato 4:3 para tratar con sobriedad un asunto que azota a la sociedad peruana. El resultado de una mala gestión política que tratará de destapar la prensa. Sin duda una película que invita a la reflexión, puesto que el caso de esta mujer encuentra paralelismos no solo con la situación de otras mujeres peruanas, sino con otros casos de tráfico infantil que se viven día a día a lo largo del mundo.

Sin embargo, la directora ha insistido en numerosas ocasiones en que su intención no era hacer una película con un mensaje político. De hecho, el espectador puede comprobar esto en un primer visionado, el cómo la historia evade ese asunto con su manera de ser contada.

Premiada en festivales internacionales 

Canción sin nombre se presentó en la selección de la Quincena de los realizadores, sección paralela del Festival de cine de Cannes, y desde entonces no ha dejado de recorrer el mundo: Festival  Internacional de Cine de Palm Springs (Nuevas Voces/Nuevas visiones), Mejor Ópera Prima y Premio Jurado Joven en el Festival Internacional de Tarragona,  Mejor Largometraje,  Mejor Dirección y Mejor contribución técnico-artística en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva son algunos de los galardones que ha ido cosechando.

De fondo, una banda sonora dominada por canciones en quechua, que, al igual que múltiples personas anónimas que luchan contra esta situación buscan que se les de voz cuando no tienen, ni nombre.