Una entrevista eróticofestiva para Más de Cultura

El primer Salón Erótico de Barcelona de Noemí Casquet fue a sus 18 años. No fue a trabajar oficialmente, sino que iba como ayudante de cámara para un amigo. El primer espectáculo que recuerda, un show gay que le impactó. “bueno Noemí Casquet, ahora vas a ver porno en directo. No pasa nada”, es lo que recuerda de ese momento, sin saber que el año siguiente sería la reportera del salón. 8 años después, llegamos al Salón Erótico de Barcelona 2018 que se celebra este fin de semana y esa inocencia, afirma, ya la ha perdido.

Fotografía: noemicasquet.com

Periodista, viajera y experta en sexualidad, tras cubrir el evento y realizar entrevistas con los artistas, ha visto cómo el salón ha ido cambiando a lo largo de los últimos años: «la sociedad está también evolucionando. Cada vez más tenemos una corriente feminista mucho más presente en el momento social actual. El salón erótico a mis 19 años que perpetuaba esa figura de macho alfa que se folla a todas las tías, esa cosificación, sexualización y objetivación de la mujer ha quedado muy  alejada del salón erótico, sobretodo especialmente en el de este año. Donde estamos en todas las áreas de dirección o en la gran mayoría somos mujeres, estamos en los altos cargos de poder dentro del salón erótico de Barcelona y somos nosotras las que actualmente estamos mandando sobre el salón erótico de Barcelona».

«El profesor me tachó de guarra delante de toda la clase diciéndome que lo había hecho simplemente para llamar la atención»

Cuando comenzó sus estudios de periodismo, pensó «tengo que hacer algo queme guste» y aunque se declara motera hasta la médula se autocontestó: «a mi lo que me gusta es el sexo». Pero esa no fue la única señal, lo que le incitó a adentrarse en el terreno de la educación sexual, fue precisamente la falta de ella: «el momento definitivo fue cuando abrí un blog que se llama detodoynada.com (lleva inoperativo desde 2014), para mostrarlo en la universidad. Cuando yo lo presenté delante de toda la clase en primero de carrera el profesor me tachó de guarra delante de toda la clase diciéndome que lo había hecho simplemente para llamar la atención y ahí me prometí a mí misma que dedicaría el resto de mi carrera a la sexualidad para evitar que se hagan comentarios de este tipo por parte de personas con poder, con un abuso de poder como pudo ser este profesor.

Por eso ahora dedica su carrera al tratamiento de estos temas, de las fuentes y de la comunicación. Como siempre, los primeros en testar nuestro talento son los más cercanos «mis amigas por mala suerte o desgraciadamente no recibían información de ninguna de las instituciones, ni familiar ni educacional. Así que mi papel era un poco el de “transmitir” todo lo que mi madre me contaba a estas amistades y al final, al ver como trataba yo la sexualidad de forma tan natural la gente se interesaba mucho, me escuchaba y decidí que podía ser una buena alternativa para enfocar mi carrera».

¿Y tú, cómo aprendiste a follar?

Un claim muy directo, con el que abre el vídeo promocional del salón erótico 2018. Noemí Casquet recuerda cuándo accedió por primera vez a la pornografía: «fue cuando tenía 14 años. Mi padre era consumidor de pornografía y siempre la ha tenido bastante a mi alcance. Un día a mediodía yo estaba sola en casa y haciendo zapping en la tele de repente me encontré con pornografía y obviamente después de masturbarme, suscitó en mí más que excitación pero también muchísimo interés».

«Interés por saber qué hay detrás de las cámaras, cómo es la vida de las personas que están delante actuando, cómo es la vida de los cámaras, cómo se dirige, cómo se trabaja, cómo es estar ahí. Y eso fue uno de los motivos que me hicieron que al cumplir la mayoría de edad, me metí en esto. En el salón erótico de Barcelona, empecé a entrevistar a actrices porno y empecé un poco a meterme en la industria para más adelante acabar tanto de maquilladora, cubriendo escenas como periodista, o acabar dirigiendo y produciendo pornografía. Actualmente no dirijo ni produzco pero sí que en su día fui directora».

Al igual que la comedia se consume para reír, para Noemí no hay ninguna diferencia entre el propósito para el que es creada la pornografía y su consumo: «todo tiene una finalidad y es el entretenimiento. El cine porno como tal, su finalidad, es mostrar un acto sexual que nos excita».

Ahora bien, considera que lo que si podría utilizarse con otros fines diferentes, incluso el de la educación sexual que tanto reivindica el salón este año, serían las imágenes con sexo explícito. Eso no sería pornografía porque el objetivo no es excitar sino educar, incluso con objetivos puramente artísticos o reivindicativos.

La última apuesta por revitalizar el porno y sacarlo de ese aura «cutre» imperante en estos últimos años, es el porno glam, que viene de glamour y que apuesta por una estética más cuidada, mejor iluminación, mejor realización…etc. Es decir, que apuesta por la calidad frente a la cantidad.

«para la sociedad está como más dignificado ser stripper que prostituta»

En cuanto a la diferenciación entre actriz porno o actriz de películas porno, para ella no es necesaria la distinción: «yo intento hablar de trabajadoras sexuales en general porque sí que es verdad que a nivel social, sobretodo dentro del colectivo parece que haya como una distinción y una jerarquización de las profesiones. Es un escalón más ser actriz porno que ser puta.  Está como más dignificado ser stripper que ser prostituta. Por eso ella prefiere el término «trabajadora sexual». Sin embargo, el estigma de la sociedad es el problema. Principalmente las mujeres, que todavía tenemos prejuicios sobre las profesiones como la prostitución o el mundo del porno».

Afirma que su madre, con su franqueza con estos temas, le dio el poder de «explorarse a sí misma». Unas experiencias que ahora traslada a los espectadores de su canal de youtube. Poliamor, aborto legal o feminismo son algunos de los temas que aglutinan el mayor número de visitas. Pero en una reunión de amigos ¿cuál es el tema que más le cuesta defender?  

«Sobretodo el feminismo y el acoso callejero que sufrimos las mujeres. El acoso que sufrimos las mujeres cuando no llevamos sujetador, sobretodo temas relacionados con la menstruación me cuesta mucho defenderlos en un contexto donde la mayoría son hombres cisgénero porque no me entienden. Yo siempre defiendo que yo al ser mujer cisgénero tengo cuatro fases dentro de mi ciclo hormonal y cuando me baja la regla estoy muerta, no soy nada productiva. Cuando estoy ovulando tengo muchísima energía puedo producir muchísimo…entonces para mí a nivel laboral debería cambiar eso simplemente para aprovecharse la energía de las mujeres.»

El problema, quizá, tiene su base en el tipo de feminismo que se visibiliza en los medios de comunicación: «todo lo que se ha hablado es muy negativo. Va en contra del machismo pero no es el sinónimo. La gente piensa que hablamos de hembrismo o un feminismo más radical, que existe pero no es el movimiento global por el cual se está luchando».

«el feminismo me ha enseñado a no ver a las mujeres como enemigas, sino como aliadas»

Tabúes los que encuentra la sociedad en hablar de múltiples temas que tienen que ver con la forma de relacionarnos. Por ejemplo, Noemí se declara poliamorosa, y lo sabe con la certeza de haber experimentado relaciones monógamas y no-monógamas. Afirma sentirse más cómoda en ese modelo relacional pero cuando le preguntamos si todos, incluida ella, cargamos con algunos prejuicios, se lo piensa: «es una pregunta en la que puedo ser o muy protocolaria y no decirte nada o puedo ser muy sincera y contarte la verdad».

Menos mal que elige contarnos la verdad y reconoce que aunque practica mucho la «absorción de ideas de las personas que están en su entorno», el hecho de haber crecido en una educación machista, le pasa factura a cualquiera con hechos como el que relata: «me fui a vivir sola a Madrid y se me rompió la caldera y me sentí sola, me sentí que no era capaz de arreglarlo puesto que no tenía un hombre, una figura masculina a mi lado. Para mí eso fue un prejuicio muy grande que tuve que romper y con el que me di cuenta el cómo me había educado la sociedad en torno a “se rompe una caldera, tengo que hacer algo de fontanería, cualquier cosa como más de un papel que siempre se le ha asociado a los hombres y que a las mujeres siempre nos han alejado de ese tema”. A mí no me han educado a cambiar una bombilla o no me han educado a arreglar la caldera. Pero sí que es verdad que entonces ya no es que piense “me gustaría tener a una persona que sepa del tema. Es que pienso en la figura masculina y eso está mal”.

A raíz de viajar mucho y de formarse mucho se le han ido rompiendo todas aquellas ideas y concepciones de hace años: «los últimos he tenido que superar ver a las mujeres como competencia, como enemigas. Esto también es algo contra lo que lucha el feminismo y algo que el feminismo me ha enseñado a no ver a las mujeres como enemigas, sino como aliadas».

Se refiere al hecho de ver a una mujer con escote o minifalda y pensar que va así con alguna pretensión y no simplemente porque le apetece.

También a nivel audiovisual, la industria, y en concreto plataformas como Netflix apuestan por contenidos que incluyen todo tipo de condiciones más allá de los clásicos clichés. «el cine, la literatura o la música son herramientas muy poderosas».

Y como la cultura es tan excitante, ¿qué es lo que más le pone de la cultura a Noemí Casquet? «lo diverso. La demostración de otras realidades formando las piezas de un mundo globlal. Para mí en la cultura debería tener cabida todo el mundo, sino fuera diversa no la consideraría cultura»

¿Más de cultura y menos de qué?

Más de cultura y menos racismo, prejuicios, machismos… sobretodo menos de ego, de creernos que somos superiores a los demás por algún motivo. La mayoría de los problemas vienen por la falta de gestión del ego y es algo que tenemos que trabajar muy duro.