Fotografía: David Sagasta Mora.
Le gustan los jazmines, los geranios, los gatos en los tejados y las medallitas de oro de las tatarabuelas. Cuando tenía 3 años su padre le puso unos auriculares más grandes que su cabeza y empezó a pincharle vinilos. Todas esas características obedecen a Aixa Villagrán, no sabemos si alguna de ellas tiene que ver con lo que vio Leticia Dolera en ella para interpretar a Esther en Vida perfecta, la serie revelación de Movistar +, que hoy juega con el mayor número de nominaciones en los Premios Feroz 2020.
La actriz de origen sevillano compite con su compañera de reparto, Celia Freijeiro, en la categoría Mejor actriz de reparto de una serie. Sin embargo, pese a que los reconocimientos vienen ahora, Aixa Villagrán lleva toda su vida dedicada a la interpretación. De hecho, en nuestra charla para Más de Cultura, reconoce que nunca concibió ser otra cosa. Bueno, también es verdad que nos comenta que su padre le propuso estudiar chino mandarín, que eso sí que tenía salidas…
A Esther, su personaje, nadie le pregunta cómo está. Intentamos no cometer ese error con Aixa.
Tu personaje es mi preferido en la serie, pero no por la parte cómica y superficial sino porque se pasa la serie preocupándose por los demás y nadie repara en ella. Así que si te parece, empezamos por ahí: ¿Cómo estás?
Qué guay que me hagáis esa pregunta como primera pregunta, así da gusto. Estoy, sobre todo, muy agradecida. Así me siento últimamente. Gracias por preguntar.
Llevas desde los 20 años en el mundo de la interpretación pero parece que hasta que uno no tiene hueco en una plataforma o formato de masas no se le reconoce ¿Esto es malo o es parte de las reglas del juego?
España está plagada de actores y actrices brillantes que no tienen la oportunidad de trabajar en audiovisual por un miedo generalizado a que un proyecto fracase si las caras no son conocidas. Me gustaría mucho que esta idea cambiara ya que pongo como ejemplo la ficción americana e inglesa, la calidad de un producto no depende de si el elenco es famoso o desconocido.
A los hechos me remito con series como Transparent, Girls, Breaking bad, Fleabag… necesitamos refrescar la ficción y dar oportunidades a gente nueva con talento. Movistar no me parece una plataforma de masas precisamente, al contrario, apuesta por caras nuevas y proyectos que dan visibilidad a temas menos habituales
Te consideras ¿Viejoven, adulescente o ninguna de las dos?
Me considero adulta con alma adolescente. Intento madurar y ser mejor persona para tener relaciones sanas y bonitas…en esas, tiendo al romanticismo y a la nostalgia, forma parte de mi idiosincrasia.
Acabamos de verte en Vida perfecta. Es una serie muy cuidada pero con la comedia a veces ocurre, ¿Han surgido cosas en el rodaje que luego se han incorporado?
Ha ocurrido totalmente. Leti nos dirige dándonos plena libertad a la hora de investigar y crear el personaje. Nos dejaba improvisar desde los ensayos y esto enriqueció no solamente el guión sino también la química que teníamos entre nosotras a la hora de actuar.
«estás en manos de alguien que confía en ti y que quiere que sume tu libre creatividad»
Hay cosas de las improvisaciones que se quedaron en guión y eso es un privilegio porque estás en manos de alguien que confía en ti ciegamente y que quiere que sume tu libre creatividad, sin presiones.
Tu personaje encierra una reflexión muy interesante acerca del mundo de las redes sociales y la interpretación del arte. ¿Observas esto en tu día a día en el campo de la interpretación?
El mundo de las redes es un tema con el que yo a día de hoy sigo teniendo mis más y mis menos.
Estoy en un proceso de intentar entender el mecanismo sin pelearme con que estar ahí supone formar parte del capitalismo, del intentar gustar, del intentar ser guay y demostrar que todo va mejor que bien.
Hay algo que me parece lúdico, divertido y necesario porque gracias a ellas hay más comunicación. Lo que no me gusta es la desmesura de egos en las redes sociales, nos perdemos ahí, y cuando se utilizan para hacer daño.
¿Las crisis existenciales se superan mejor con referentes como Esther?
Creo que Esther es un ejemplo de que ir en contra del sistema no tiene por qué estar reñido con la felicidad.
Seguimos unos patrones establecidos para conseguir lo que la sociedad nos indica que es una vida modélica pero mira, ella es un apersona muy libre y hedonista.
«Leti y Burque son recelosos de sus encuentros a la hora de escribir»
Es un tía que disfruta a pesar de no cumplir con todos esos requisitos y justo empieza a entrar en barrena en el momento que se siente juzgada y condicionada por su propio entorno.
Esto a mí me ha hecho cuestionarme hasta qué punto nos falta libertad y decisión propia para ser felices y sentirnos satisfechos con lo que tenemos y no con lo que nos falta o lo que no hemos alcanzado.
Habrá segunda temporada, ¿Se puede adelantar algo?
Habrá segunda temporada, sí y no puedo adelantar nada porque Leti y Burque son recelosos de sus encuentros a la hora de escribir. Intento sonsacarle y sólo me dice «estamos en ello».
Has trabajado en cine, series y teatro. ¿Cambia algo en ti cuando te enfrentas a un proyecto u a otro?
Cambia mucho, sí. Cada proyecto es un mundo y cada personaje es un universo distinto.
«Siento pasión por la música, si me llega o conecto no le hago ascos a ningún género»
Yo soy una enamorada de mi trabajo y creo que si algo tienen en común todos los proyectos que hago es que a cada uno le agradezco infinito poder estar en él y cada uno me aporta experiencias diferentes de las que aprender.
He leído por ahí que tus raíces andaluzas y tu contacto con personajes “lorquianos” hace que lo de la comedia ya te venga de base…
Soy en gran parte ese universo tragicómico que tiene Andalucía, es capaz de reírse con acidez de las desgracias para curar las heridas.
«mi padre me llamó un día y me dijo que tenía que estudiar chino mandarín, que tenía muchas posibilidades»
Mi familia es gaditana y sí reconozco en ellos un humor muy especial que es inteligente y asertivo, surrealista, cáustico y fino. Me gusta mucho el folklore andaluz, amo a Lorca.
Me gustan los jazmines, los geranios, los gatos en los tejados, las medallitas de oro de las tatarabuelas, la ropa tendida, la pasión con la que hablamos de las cosas…
La música que escucha dice mucho de un artista, cotilleando por ahí veo que seleccionas música francesa, psicodelia y pop lacrimógeno ¿Cómo se explica esto?
Cuando tenía 3 años mi padre me puso unos auriculares más grandes que mi cabeza y empezó a pincharme vinilos. Tocaba la guitarra y cantábamos canciones.
Esto se juntó con que en Sevilla hay muchísima cultura musical y mi hermano o amigos que eran mayores que yo me pasaban discos y cintas de cassette con grupos internacionales que no eran nada comerciales.
Había muchas bandas que tocaban y muchos conciertos en Sevilla y tuve la grandísima suerte de que mis padres me enseñaron a amar y a valorar la música. Siento pasión por la música, si me llega o conecto no le hago ascos a ningún género.
¿Tu primer recuerdo relacionado con la interpretación?
En casa, en cenas y en fiestas. Julián (Villagrán) y yo nos disfrazábamos y hacíamos teatrillos y luego con 11 años empecé una asignatura obligatoria en mi colegio que se llamaba dramatización en la que recitábamos el romancero viejo y el gitano y hacíamos los entremeses de Cervantes, Yerma, Divinas palabras. Era la felicidad.
¿Qué habrías sido si no hubieses sido actriz?
Dije que quería ser actriz desde los 10 años así que nunca me planteé nada más.
Entré en la universidad para estudiar filología pero duré un mes. Con 25 años, al ver que no me salía trabajo como actriz, mi padre me llamó un día y me dijo que tenía que estudiar chino mandarín que tenía muchas posibilidades y, aunque me pareció una idea absurda, lo llegué a pensar. Pero me duró 24 horas la idea. Sí que me gustaría escribir y dirigir.
¿Se puede hablar ya de los próximos proyectos donde te veremos?
Tengo dos proyectos de cine. Mañana empiezo el primero y estoy muy feliz. No puedo contar nada aún, pero son personajes muy bonitos.
Mucha gente te habrá conocido a ti por la serie Vida Perfecta, pero por todos esos que no tienen tanta suerte, nos gusta que nuestros entrevistados nos recomienden talento de cualquier área de la cultura.
Tenéis que leer si tenéis ocasión un libro que se llama Voz de vieja de Elisa Víctoria, ver una película de Elena Martín que se llama Julia ist, ver una obra de teatro en el CDN que se llama Man Up y otra que acaba de estar en el español que ojalá vuelva que se llama Lo nunca visto y escuchar a un chico que se llama Confeti de odio.
¿Mas de Cultura y menos de qué?
Menos gentrificación y menos cargarse el espíritu de las ciudades a base de explotar la vivienda para el turismo. Menos ultraderecha. Más escuchar y parar. Más bienvenida a los refugiados, menos maltrato animal. Más solidaridad y menos ombliguismo y voy a parar porque si no aquí estoy hasta que aprenda chino mandarín.
Leerla da gusto, pero para verla, pueden pasarse por algunos títulos del cine como Kiki, el amor se hace o María y los demás, series como Arde Madrid o Vergüenza. Incluso en algún que otro videoclip como los de Monterrosa.
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