Ahora, cada vez que Georgina Cisquella pisa un hotel, al salir de la habitación, intenta dejarla ordenada de manera que la camarera de piso pueda limpiarla en 15 minutos. Este es el tiempo estipulado para que esta trabajadora pueda hacer lo mismo en las otras 25 habitaciones que le exige su jornada laboral. Si, al menos, las encontrara medio ordenadas, podría trabajar sin ir acelerada, desgraciadamente no es así.
25 habitaciones, en ocasiones más, en jornadas de 6 horas, en ocasiones menos, con la exigencia de que la habitación quede perfectamente limpia, incluidos espejos y mamparas…así durante 6 días a la semana, fines de semana incluidos y sin que la cifra que cobra al final de mes sea de más de 3 dígitos. Esta es la situación de «las que limpian las habitaciones» y su historia es la que está abordando Georgina en el documental «Hotel Explotación: Las Kellys».
«Había oído hablar de las Kellys, las camareras de piso y un día por Facebook, contacté con ellas y me invitaron a una de sus reuniones semanales. Descubrí un grupo de mujeres, entonces incipiente, que para mi era muy interesante porque la mayoría no habían estado nunca en sindicatos, ni organizadas. Desde entonces las he acompañado y he visto cómo han crecido, no tanto en número como en empoderamiento, capacidad de organizarse…eran mujeres que, hasta entonces, nunca habían hablado en público.» Así fue como Georgina Cisquella, periodista de larga trayectoria en TVE, directora y guionista de cine documental, decidió que Las Kellys dejaran de ser invisibles.
Desamparadas por un sistema que externaliza su trabajo; integradas en empresas multiservicios donde son intercambiables; con contratos temporales en los que van cambiando de una empresa a otra… agotadas, solas, mal pagadas, se dieron cuenta a través de las redes sociales que no eran únicas, que eran muchas camareras de hoteles en la misma situación.
«Cuando tú no tienes una organización potente, la única solución que te queda es la imaginación y la creatividad. Y ellas lo han demostrado». Nos cuenta Georgina. Desde su nombre «Las Kellys», ya una marca reconocida, hasta su idiosincrasia: canciones, camisetas verdes, frases que se están convirtiendo en auténticos lemas: «No somos máquinas, somos personas», incluso representaciones de obras de teatro donde hacen de sí mismas en su día a día laboral.
Georgina conoció primero a Las Kellys de Barcelona, después a las de Madrid, Lanzarote, Fuerteventura, Alicante…En un sector como es el turístico que en nuestro país parece ser el motor de la economía, «En lugar de revertir en unas mejores condiciones para los trabajadores, lo que ha hecho ha sido precarizarlas más, ¿cómo se entiende esta historia?. Las Kellys son para mi –concluye Georgina- un ejemplo de precariedad y sobre todo de brecha salarial femenina».
Hasta el momento, han logrado algo muy importante que Georgina enfatiza especialmente «Han conseguido empatizar con la gente. Son mujeres mal pagadas, precarizadas y además tienen un añadido: las enfermedades laborales. Yo le digo a la gente, imagínate que en 5 horas tuvieras que limpiar 4 pisos como el tuyo. O que tengas que limpiar 25 habitaciones grandes en tu casa, 6 días a la semana. ¿Cómo acabarías?».
Así les pasa, sufren tendinitis, túnel carpiano, bursitis…La gente entiende fácilmente que es un sector muy mal tratado y por extensión comprenden y aplauden sus reivindicaciones, que en definitiva, no son más que una dignificación de su trabajo: Formar parte de la plantilla de un hotel, que se reconozcan sus lesiones como enfermedades laborales y se controle la sobrecarga de trabajo. Parece que estamos hablando de otra época y otros lugares….Pues es el momento presente, España siglo XXI. Georgina que dice «tengo cierta adicción al documental» no podía dejar de contarlo.
Entre tanta espina, hay cabida a la esperanza. Porque no olvidemos su dimensión, son mujeres, con todo lo que esto significa, que es mucho y ahora mismo más.
«Estamos viviendo una época muy buena en que las mujeres están demostrando que tienen una fuerza brutal para organizarse. El movimiento de las Kellys se inscribe dentro de esta ola de empoderamiento de la mujer para poner de relieve su situación: el tema de los abusos, los malos tratos, la precariedad laboral…Hay, afortunadamente, visibilidad de la mujer a nivel social y además la gente se da cuenta de que la mujer tiene fuerza y que no van a parar. Eso condiciona muchas cosas, hasta que los políticos cambien su argumentario…».
Las Kellys no están solas, con ese convencimiento llegaron al Parlamenteo Europeo, hablaron con el Presidente del Gobierno, incluso proponen la Ley Kelly que modifica el artículo 42 del Estatuto de los trabajadores.
Ahora Georgina Cisquella prepara esta película documental, sin ánimo de lucro. «He querido dar voz a este movimiento. Que sirva para que la gente piense que se puede organizar, no sé si solucionar las cosas, pero por lo menos sí a hacerse visible y dar a conocer lo que le pasa».
Para terminar de rodar y realizar la postproducción «Hotel Explotación: Las Kellys» abrió hace unos días una campaña de crowdfunding. Ya lleva recaudado la mitad de su objetivo.
Aún quedan días para poder formar parte de este proyecto fundamental: dignificar y hacer visible la realidad de estas mujeres que con su coraje están haciendo historia. Toda la información aquí
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