A excepción de los años 20 y 30 y la década de los 70, Hollywood se ha caracterizado por su falta de originalidad y riesgo. Lo primero que adaptó a la pantalla fueron piezas de teatro y novelas. En los 50 llegó su gran competidor: la televisión. Con ella crecieron los directores del Baby Boom: Scorsese, De Palma, Spielberg, Lucas…
Tras el declive del Nuevo Hollywood (finales de los 60 hasta el 80), la mayor industria del cine dirigió su mirada a la tele y empezó a adaptar series de éxito en la pequeña pantalla. Pensaron que si la cosa había funcionado en la tele debería hacerlo también en el cine. ¿Para qué jugársela, para qué buscar historias nuevas y originales? Si por algo se ha regido siempre Hollywood es por el miedo.
En este reportaje en MDC recordamos las cinco mejores adaptaciones de la tele al cine y del cine a la tele:
DE LA TELE AL CINE
Star Trek: una franquicia anterior a LA franquicia espacial por excelencia, que es Star Wars. Las dos son populares sagas, son adoradas por fans en medio mundo y se han alimentado mutuamente. Geroge Lucas mejoró en el cine la serie de 1966 y llevó (con permiso de 2001, de Kubrick) a la ciencia ficción a la primera división. Por otro lado, la película de Star Trek, estrenada en 1979, le debe mucho visual y técnicamente a Star Wars, estrenada en 1977.
Los intocables: Estrenada en 1959, se despidió de la audiencia en mayo de 1963. Cada episodio era autoconclusivo y parecían películas de cine negro. Estaba basada en el libro de memorias que escribió Elliot Ness (al que dio vida Robert Stack) y en el que hablaba de la lucha contra Al Capone y el crimen organizado en Chicago.
En aquellos tiempos ya había ofendidos aunque no tantos como ahora. La comunidad italoamericana se quejó porque, según ellos, la serie les relacionaba con el crimen. Para mitigar las protestas se incluyó en el reparto a un agente italiano (en la película Andy Garcia) y se redujeron los nombres italianos de los malos. 24 años después de la emisión de la serie, David Mamet adaptó la serie al cine y Brian de Palma dirigió una película sensacional. Mamet, por cierto, acaba de publicar una novela sobre gangsters llamada Chicago.
La familia Addams: También de los años sesenta y cuya versión para el cine, en los noventa, fue un gran acierto por su puesta en escena y su descarada burla a la familia tradicional. Los guiones de las dos entregas fílmicas (sobre todo el de la segunda) fueron buenos y el casting perfecto. Anjelica Huston como Morticia y Raul Juliá como Gomez están estupendos. También Christina Ricci y Christopher Lloyd como Miércoles y Festen. El tema principal, de Vic Mizzy y con su inconfundible chasquido, pasó a la historia.
El fugitivo: Otro gran éxito en cine (tercer taquillazo del año) y también basado en un éxito televisivo de los años sesenta (1963) y protagonizado por David Janssen en el papel del famoso médico fugitivo. La película, de 1993 y dirigida con eficacia por Andrew Davis, logró siete nominaciones a los Oscar, entre ellos el de Mejor Película. Antes que Harrison Ford (que reconoció no haber visto ni un episodio de la serie) se pensó para el protagonista en el citado Andy Garcia y en Alec Baldwin, que también estuvo a punto de ser Jack Ryan en Juego de patriotas.
Davis, que metió mano en el guión (al igual que Tommy Lee Jones) hizo improvisar a sus actores en buena parte de la película, una decisión que la enriqueció.
South Park: En convertir la serie en película Trey Parker y Matt Stone solo tardaron dos años (del 97 al 99) y el resultado fue fabuloso. Cada episodio de la serie, hecha de forma muy cutre y artesanal, se tardaba en hacer seis días y para la película, producida por Scott Rudin para Paramount, hubo, claro, mas tiempo y dinero.
Para el recuerdo sus memorables temas musicales y sus letras: “Eres un cabrón hijo puta, un mamón un pedorretas, hijo puta. Eres un capullo, un cabrón, te jodes por ser tan mamón”.
Otras películas basadas en series: Popeye (de 1960, adaptada en 1980), Los Picapiedra (de 1960, adaptada en 1994), El Santo (de 1962, adaptada en 1997), Hechizada (de 1964, adaptada en 2005), Superagente 86 (de 1965, adaptada en 2008), The Wild Wild West (de 1965, adaptada en 1999), Perdidos en el Espacio (de 1965, adaptada en 1998), Speed Racer (de 1967, adaptada en 2008), Scooby-Doo (de 1969, adaptada en 2002), Starsky & Hutch (de 1975, adaptada en 2004), Los Ángeles de Charlie (de 1976, adaptada en 2000), El equipo A (de 1983, adaptada en 2010), Los Simpsons (de 1989, adaptada en 2007), Power Rangers (de 1993, adaptada en 1995) y Sexo en Nueva York (de 1998, adaptada en 2008).
DEL CINE A LA TELE
La pantera rosa: La serie de dibujos animados se hizo basándose en los legendarios títulos de crédito de la película de Blake Edwards (que había estrenado ya las magníficas Desayuno con diamantes y Días de vino y rosas, también con música de Henry Mancini). Edwards rodó siete secuelas y se pudo haber ahorrado sobre todas ellas El hijo de la pantera rosa, con el insufrible Roberto Beningni.
En principio, no se pensó como una serie animada, sino en cortos producidos por United Artists para ser proyectados en las salas de cine. Su animador, Friz Freleng, fue también el padre de Bugs Bunny y Speedy González.
MASH: La serie, de 11 temporadas, estuvo casi una década en antena y, como la película, hablaba de la guerra de Corea pero en realidad se refería a la de Vietnam. La película, libertaria, pacifista y golfa por excelencia, se hizo mundialmente famosa por el tema musical Suicide Is Painless, cuya letra, bastante macabra, está escrita por Mike Altman, hijo del director (y de solo 14 años cuando la escribió) Robert Altman. En The Tonight Show Altman confesó a Johnny Carson que su hijo había ganado más de un millón de dólares por la canción cuando él solo cobró 70.000 dólares por dirigir la película.
Fargo: La mejor película de los hermanos Coen, cineastas bastante irregulares. La serie (de 2014 y del canal FX), como la película (de 1996), es realmente brillante y con un reparto redondo encabezado por Martin Freeman y Billy Bob Thorton. Cuenta con tres temporadas.
La extraña pareja: Basada en una película pero también en una obra teatral de gran éxito. Durante cinco temporadas Tony Randall y Jack Klugman interpretaron a los míticos Feix Unger y Oscar Madison. Los dos lograron el Emmy por su trabajo y Klugman también el Globo de Oro. El productor de la serie, de influencia incuestionable para éxitos como Dos hombres y medio o Las chicas de oro, fue Garry Marshall, director de otro pelotazo internacional: Pretty Woman.
Fama: Disfrutamos mucho de esta serie musical con Debbie Allen y Leroy Johnson y basada en una película de Alan Parker sobre un guión de Christopher Gore y en la que ya aparecían Lee Curreri (Bruno) y Albert Hague (el viejo profesor Shorofsky).
Tuvo seis temporadas, de 1982 a 1987. Para el recuerdo su famosísimo tema musical y la míticas palabras de Allen: “Buscáis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar. Con sudor”.
Otras películas que se han convertido en series: Psicosis (de 1960, adaptada en 2013 como Bates Motel), El planeta de los simios (de 1968, adaptada en 1974), Westworld (de 1973, adaptada en 1916), Dirty Dancing (de 1987, adaptada en 2017) y Buffy La Cazavampiros (de 1992, adaptada en 1997).
Seguro que vosotros tenéis los vuestros, pero estos han sido nuestros clásicos en una relación (cine y televisión) que seguirá dándonos mucho de qué hablar.
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