Lorena Álvarez es a la música imperante, lo que un anticuario es a un centro comercial. Lejos de lo que se pudiera pensar, no es indie -apelativo que ella particularmente aborrece, sino diferente -una rara avis según algunos medios de comunicación.
Su presentación oficial en el mundo de la música dice mucho de su carácter. Su primer album LA CINTA -2011- lo presentó en un casette junto a un walkman que permitía escuchar las siete canciones que incluía.
En tiempos del 5G en los que toda una generación no sabe qué es un walkman, Lorena Álvarez continúa en una línea que parece ser el resultado de una añoranza por las raíces, lo auténtico y el rechazo a un modo de vida. Dice Lorena Álvarez: “No soporto la vida de hoy, ir todos por ahí con un cacharro delante.»
Su interés es otro, de hecho inspirada por Alan Lomax -etnomusicólogo- Lorena Álvarez recoge la cultura y la música popular que realiza gente anónima de distintas partes del mundo. De ahí esa ambición de rebuscar entre lo auténtico. Esta pasión le hace incorporar a sus versos dichos, refranes populares, pero no sólo eso, también poesía -le inspira San Juan de la Cruz o la banda sonora de Charade.
Con LA CINTA, su peculiar modo de entender la música y su estupendo directo, le llenó la agenda de propuestas para conciertos, más de los que podía asumir. Y se plantó. Libre, al igual que su creatividad, sin contratos con sellos discográficos que tuviera que cumplir -ella compone, produce y maneja- desapareció del panorama musical para volver siete años después con COLECCIÓN DE CANCIONES SENCILLAS. Y continúa embelesando. Esta vez el packaging de su nuevo trabajo es una carpeta de gomas –el Ipad de los 80.
En sus composiciones, donde se integran muñeiras, cumbias o folk, habla de nostalgia por los seres queridos y vuelta a la autenticidad de la tierra, como La huerta de mi padre. De búsqueda de la propia identidad como La nube. O una reivindicación en contra de la violencia machista con el mismo título que abanderó Jennifer Rush en los 80, aunque con intenciones absolutamente contrapuestas: Si tú eres mi hombre.
Lorena Álvarez es diferente, decididamente rara avis. Su fuerza reside en la recuperación de la naturaleza, de lo que nos hizo felices de verdad. Su huída de lo virtual nos acerca al mundo real, el que puede tocarse. A través de sus ritmos, su preciosas letras y su entrega en el directo, subraya que otra manera de componer y definitivamente, vivir, es posible.
Acérquense a la Colección de Canciones de Sencillas de Lorena Álvarez, les encantará.
Lorena Álvarez
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