Lorena López comenzó en el mundo de las artes escénicas con el baile. Por eso, reconoce que a veces se siente un poco intrusa en el terreno de la interpretación. Sin embargo, Lorena López es actriz y de las arriesgadas. La hemos visto en televisión (Señoras del (H)Ampa, La embajada) , teatro (Freak, El Rey Lear) y cine (Asamblea, El amor ya no es lo que era). El próximo 24 de julio estrena la comedia Amor en Polvo en la que su personaje, desencadena la acción.
Forma parte de la pareja de protagonistas como Blanca, una abogada en crisis de pareja que busca reavivar la llama probando el mundo de los intercambios de pareja. Lo que no sabe es que infringir las reglas de «hacerlo si estás mal» o «hacerlo con amigos» traerá alguna que otra consecuencia. Aprovechamos el estreno de Amor en Polvo para hablar con la actriz de su profesión. Re-formulamos nuestra clásica pregunta y nos quedamos con su consejo, después de la cuarentena «»mucho amor y mucho polvo para todos».
Tu personaje pone en marcha la acción lanzando con esa propuesta, ¿Qué hay de Lorena en Blanca?
Una cosa que tiene Blanca y que no tiene Lorena es que es abogada, es más perfeccionista en su vida. No nos parecemos tampoco tanto, pero al final, como lo hace una, saca cosas suyas también. Al final tu cuerpo también pasa por ahí, tus emociones se van colocando también.
Blanca es una mujer bastante buena en su trabajo, tiene una casa chula a pesar de no tener ventanas (risas) pero tiene una vida, aparentemente, guay, que desearía tener mucha gente. Pero bueno, con su pareja, como pasa me imagino que muchas veces, la rutina tiene sus cosas. Ahí empieza todo el asunto de probar.
Para documentarte sobre el tema del intercambio de parejas, ¿Has hablado con gente que haya vivido la experiencia?
Sí, sí, he comentado con gente, con personas que han podido tener ese intercambio. O que lo han intentado pero al final no ha podido ser. Aparte yo tengo una amiga que tuvo una pareja y que se conocieron ya de esa manera. A partir de ahí se desarrolló este tipo de actividad, lo que pasa que no cuajó. Tampoco era una pareja al uso.
Pero yo creo que está muy bien que se trate este tema, porque eso está en la sociedad. Está funcionando y tiene que dejar de ser tabú. Es un paso más para que las relaciones funcionen. Sales de la rutina, pruebas otras cosas, hay unas normas muy claras también.
«Todos los proyectos que estoy haciendo son de mujeres fantásticas, del cómo podemos hablar nosotras desde nuestro punto de vista»
Por ejemplo, Juanjo ha estado muy en contacto con la empresa Wyylde y conocimos a una chica que vino al rodaje. Me pareció muy interesante hablar con ella. Sus relaciones sexuales son así y lo tiene clarísimo. No tiene pudor y si conoce a alguien ya va con a verdad por delante.
Yo, fíjate, no se si lo haría. Hoy por hoy tengo una pareja estable que me encanta, que llevamos cuatro años pero ¿Y si a lo mejor llevamos 10-12 años y estamos aburridos y queremos probar otras cosas? Igual eso hace también que el fuego se despierte otra vez. Son cosas que cuando te conoces tanto al final no te sorprendes. O cuesta más hacer cosas diferentes. Me parece una posibilidad que está bien.
No es la primera vez que te vemos en un proyecto atrevido. En Señoras del (H) ampa se rompen los cánones establecidos en la comedia y en la obra de teatro Freak los tabús sobre el sexo, ¿Estos proyectos motivan más a una actriz?
Sí, sobre todo porque me colocan en sitios donde igual yo no me suelo colocar como Lorena. Es muy estimulante poder probar otras cosas. Colocarte en pieles diferentes. Y a nivel de mujer. Es que todos los proyectos que estoy haciendo son de mujeres fantásticas. El cómo se trata a la mujer. Cómo podemos hablar nosotras desde nuestro punto de vista.
Quizá Blanca se parezca también a ese personaje de La Asamblea donde al final nos damos cuenta de que el diálogo y el entendimiento son fundamentales.
Claro, totalmente, está todo el rato. Están los miedos y el ver cómo lo hacemos… Lo que pasa que también se esconden muchas cosas. Hay un punto en el que no se dicen las cosas claramente. Hay un diálogo, una comunicación, pero se están escondiendo muchas cosas también y las inseguridades afloran poco a poco porque parece que sí, pero no. Hay de todo y eso también está muy bien.
«que te rías tú también de la situación o de lo mal que lo estén pasando. Ahí está también la comedia»
Además, en una cosa así tienes que estar de acuerdo las dos personas. Si hay alguien que flojea, que en este caso hay alguien que está ahí como que sí pero no, tiene que estar muy claro por ambas partes porque si no puede ser el horror.
Tu personaje se encuentra todo el rato entre la comedia y el drama, ¿Cómo has trabajado en eso para lograr un equilibrio y que no resultase cargante?
Jo, pues muchas gracias. Yo creo que el guión también está muy bien escrito y se transita muy bien. Juanjo y Suso no son de apretar. No creo que esté apretada la comedia. Hay mucho diálogo, mucho ensayo. Muy claro lo que sucede en cada escena.
Pero supongo que con mucha escucha. Cuando ya nos juntamos, tener unos compañeros que son tan generosos es fantástico. Al final todo sale bien. No puede ir mal nunca si el equipo es bueno y hay una escucha. También darle la importancia a cada una de las secuencias. Que no porque sea comedia tiene que hacer todo gracia. Las cosas pasan de verdad, a los personajes les pasan de verdad y ahí está también la comedia, que te rías tú también de la situación o de lo mal que lo estén pasando.
«A veces me siento un poco intrusa. Al principio me daba cosa decir que soy actriz»
Hubo mucha paciencia en el rodaje y mucha calma para poder probar a pesar del poco tiempo de rodaje. Dando tiempo a que las cosas pasen y al final creo que está bien.
Tiene pinta de haber sido un rodaje muy divertido…
Sí, le verdad es que fue divertidísimo. Luego Enrique es muy payaso y yo me acuerdo siempre de una frase de la película que es muy valenciana y cada vez que lo decía me descojonaba. De hecho, hay un grupo de whatsapp y se llama así: «uy, sí». El cómo lo decía Enrique era muy divertido.
También es que era un equipo muy pequeño, como una familia. Estuvimos metidos dos semanas en el mismo escenario. Se generó mucha familia y eso es guay.
¿Primer recuerdo que tienes relacionado con la interpretación?
Pues en el 2004. La primera obra de teatro que hice. Yo era bailarina. Hice una performance con el director y me dijo que quería que estuviera en el espectáculo. Yo pensaba que iba a bailar y él me dio texto. Y yo estaba tan asustada…
De repente, ahí conocí a Marta Belenguer que es ahora amiga, como mi hermana. A partir de ahí dije: «Marta, ayúdame». Ya me vine para Madrid. Yo no he hecho escuela. No tengo ninguna escuela de 4 años. Tengo mi primera experiencia en teatro y a partir de ahí ya me he ido buscando la vida para formarme con gente que me interesaba. Trabajando.
A veces me siento un poco intrusa. Ahora ya menos, pero al principio sentía que no era actriz. Me daba cosa decir que soy actriz. Ahora ya, fíjate, después de 12 años ya me atrevo a decirlo.
Siempre me he sentido que estaba usurpando el espacio de otras personas que están estudiando, que se han hecho una escuela, que llevan cuatro años formándose… pero trabajando se aprende muchísimo también. Estoy agradecida también. Ahora pienso que después del Covid todo lo que venga tiene que ser buenísimo.
¿Un papel que te gustaría mucho hacer y no ha llegado?
De villana, nunca he hecho de mala. Como se ve que tengo cara de buena (risas). Pero hacer un personaje así o con un problema mental, algo así. Algo complicado a nivel de cabeza.
Esos personajes que son muy mentales me gustarían. Porque yo creo que soy más emocional. Por eso alguien tan mental me gustaría investigar esos cerebros, esas cabezas pensantes.
Reformulando nuestra clásica pregunta, después de la cuarentena ¿Recomendamos más de Amor o más de Polvo?
Uy… Yo que sé, yo creo que ahora la gente necesita polvo. Mucho polvo. Porque dos meses o tres de sequía… pero amor también. Es mucho amor y mucho polvo para todos (risas). Pero saliendo de un confinamiento creo que necesitamos polvo.
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