“CONTROL: música estilo swing, 22 segundos y desvanece.
LOC 2. ¡Atención, interrumpimos la música, porque estamos, ya, en Grovers Mill, Nueva Jersey!
CONTROL: ruidos y murmullos de la multitud con sirenas de la policía en fondo. Poner filtro en la voces que siguen.
PHILLIPS: ( tono fluido y algo agitado) Señoras y señores les habla, nuevamente, Carl Phillips desde la granja Wilmuth en Grovers Mill, Nueva Jersey. El profesor Pierson y yo hemos hecho el camino, desde Princeton hasta aquí , en apenas unos minutos. Bueno… yo no sé por dónde comenzar, para darles a ustedes testimonio del extraño escenario que tengo ante mis ojos; esto parece sacado de los cuentos de “Las Mil y una Noches”.
Acabo de llegar y todavía no he tenido casi oportunidad de echar una mirada por los alrededores. Supongo… sí, supongo… que lo que tengo delante de mí, medio enterrado en un gran hoyo, es esa cosa que se ha estrellado. Ha debido caer con una fuerza impresionante. El terreno está cubierto por los trozos del árbol con el que ha impactado. Lo que yo puedo ver del… del objeto no tienen parecido alguno con un meteorito. Al menos, con ninguno de los que yo he visto en mi vida. Más bien se parece a un enorme cilindro. Tiene un diámetro de… ¿de cuánto diría usted, profesor Pierson?
PIERSON: (separado del micro) Unos treinta metros.”
Señoras y señores, lo que acaban de leer y probablemente “vivir” es “La Guerra de los Mundos”. Adaptación teatral que realizó Orson Welles junto al Teatro Mercury de la novela del mismo título de H.G. Wells. Adaptación para la radio que llegó a conmocionar a Norteamérica creyendo que efectivamente les invadían naves marcianas. No olvidemos que era el año 1938 y el vehículo de transmisión inmediato era la radio.
De carácter más mojigato, en España, auténticos culebrones mantenían la oreja pegada a ordas de radioyentes durante décadas. Aunque no hay que olvidar que también se llevaron a cabo adaptaciones de obras universales como El Quijote o narraciones de terror que hacían las delicias de mentes más curiosas.
Al fin y al cabo se trataba de toda una experiencia donde la imaginación jugaba un papel primordial. Efectos de sonido que entonces procedían de cacharros inverosímiles, pero resultones. Voces que pasaron a la historia de la radio e historias a las que cada uno ponía el aspecto que consideraba.
La llegada de la televisión tumbó, en los años 70, todo aquel escenario tan primorosamente elaborado durante años. Denostado y tratado como casposo dejó en la calle a narradores, sonidistas y redactores de guiones que tuvieron que reciclarse.
Sin embargo quedó algún rescoldo y poco a poco se fue recuperando con un espíritu épico y concienzudo. Ahora en pleno siglo XXI la radioteatro o la radioficción se ha quitado bastante costra incómoda y demuestra que las nuevas tecnologías le dejan un lugar interesante para quien lo quiera disfrutar de nuevo.
Es el caso de Ficción Sonora de Radio Nacional que ha promovido en los últimos años adaptaciones como “El joven Frankenstein”, “Jekyll y Hide”, “Lorquiana” “El Quijote del siglo XXI”, capítulos de la serie “El Ministerio del tiempo”, o clásicos como “Casa de dos puertas mala es de guardar” de Calderón de la Barca. Habitualmente grabados en La casa Encendida o, en el caso de la obra de Calderón de la Barca, en el Teatro de Almagro, con la asistencia entusiasta de público.
Obras “radiadas” que han puesto ante el micrófono a Verónica Forqué, Javier Cámara, Antonio de la Torre, Pepe Viyuela, José María Pou, Cayetana Guillén Cuervo, Sergio Peris Mencheta…
Pero no es el único caso, también La Ser ha apostado por el género de la radioficción con el programa “Negra y criminal” más dedicado al terror o al thriller.
O el grupo Audiodrama Colectivo capitaneado por un antiguo director de Radio3, Federico Volpini, que durante años impartió la asignatura de Ficción Sonora en el Master de Radio Nacional y ahora emite auténticas piezas de arte teatral en el programa Letras Movedizas para M21 Radio.
Fuera de nuestras fronteras también se mueve la RadioFicción. En Argentina goza de buena salud, su tradición teatral no dejaba lugar a dudas. Pero la BBC tiene también un importante espacio dedicado al género, en interesantes podcast, mientras en USA triunfa el thriller sonoro Homecoming que ya está esperando incluso una adaptación televisiva protagonizada por Julia Roberts.
Así que ya ven, la radioteatro, ahora reciclada como radioficción, incluso como ficción sonora supone toda una experiencia para oídos refinados por tanto estímulo como los nuestros.
Si aún no lo han hecho, denle una oportunidad. Envuélvanse en un tsunami de elementos sonoros que harán volar su imaginación: rostros, paisajes y escenas pasarán ante sus ojos tal y como sólo usted elija. Bienvenidos a otro tipo de espectáculo.
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