Fotografía de Laura Sisteró.
La Maravillosa Orquesta del Alcohol, la M.O.D.A, acaba de presentar su último trabajo, Ninguna Ola. Un disco compuesto por 10 canciones producidas por Raül Refree y grabadas entre Lisboa, Barcelona, Madrid y Andoain. Un trabajo que se aleja de sus anteriores producciones con unos temas en los que ya no predomina una encarecida instrumentalización, tan característica en otros trabajos del grupo. Un cambio de etapa para La M.O.D.A, un grupo que consigue conservar su esencia y que pretende seguir celebrando la vida con su público.
Hemos hablado con Joselito Maravillas, miembro del grupo, que nos ha contado cómo han trabajado el nuevo disco, y nos ha adelantado nuevos proyectos.
Hay un cambio de enfoque en el nuevo disco comparándolo con trabajos anteriores, ¿cómo ha sido el proceso de creación?
Llevamos desde 2018 trabajando en este disco. Combinamos la gira pasada con la composición del disco y conocimos a Raúl (Refree) en un viaje a Colombia porque ambos tocábamos en el Festival Rock al Parque. A partir de ese momento nos juntamos con él en el bar del hotel. No nos conocíamos, nosotros a él sí pero él a nosotros no. Empezamos a comentar la idea de hacer un disco nuevo y a él le apeteció hacerlo.
Le fuimos mandando temas y comenzamos a trabajar. Hicimos quedadas, vino al local, nos íbamos mandando pre producciones… La verdad es que ha sido un proceso complejo, tanto para nosotros como para él, porque tenemos muy claro como queremos sonar y como no queremos sonar. Ha sido un trabajo muy complejo pero estamos muy contentos con el resultado. Se ha notado la mano de Raúl.
Las canciones son también más nostálgicas, ¿ha influido el momento que vivimos?
Nunca hemos sido la alegría de la huerta en nuestras letras pero quizá en el plano instrumental, mientras las letras eran un poco melancólicas, la música tenía un toque alegre.
Este disco tiene más espacio, tiene más aire, si lo comparas con alguna otra referencia nuestra. La gran diferencia es que hemos intentado transmitir la misma emoción pero con menos elementos. Hemos dejado de tocar los siete a la vez intentando buscar la emoción, vaciando las canciones. No quiere decir que falte la energía o la rabia.
Hemos intentado llegar al mismo punto de emoción con el elemento que mejor podría darlo. Sí que es verdad que puede parecer que las letras encajan con la situación de ahora pero no ha sido nada escrito durante el confinamiento. Hay problemas que se están viendo ahora, después de la pandemia, que realmente son resultado de problemas que ya estaban, se agravan con esta situación.
¿Os da miedo que no funcione a nivel concierto?
No nos asusta. Nuestros conciertos son como una especie de celebración de la vida. La gente va allí y va a cantar con toda su energía, a dejarse la piel con nosotros. No sabemos que canciones van a cantar más o menos. Cuando compusimos Héroes del sábado, que ahora puede ser la canción que más espera la gente, no pensábamos que lo iba a reventar tanto.
En el Wizink Center, donde hicimos nuestro último concierto en noviembre de 2019, escuchar cantar cada canción te dejaba los pelos de punta. Hay canciones super lentas como Amoxicilina que la gente canta a pleno pulmón. Son canciones que tienen otro tono pero no significa que el público vaya a dejar de cantarlas. En ese sentido estamos confiados.
«Somos un grupo que se autogestiona. No tenemos discográfica.»
¿Cómo ha sido el trabajo con Raúl Refree?
Nosotros ya teníamos las canciones hechas desde 2018. Sí que es verdad que había 16 o 17 demos y a lo largo del camino se han ido cayendo algunas. Él ha venido muchas veces a Burgos y nosotros hemos ido a Madrid a pre producir. Hemos tenido varios encuentros, muchos mails y conversaciones. Ha sido como un tira y afloja pero al final hemos llegado a un punto en el que estábamos todos cómodos.
Se nota en que hemos dejado de tocar todos a la vez. Siempre hemos tenido la idea de tocar los siete, todos los instrumentos a la vez en el tema. En este disco hemos intentando buscar la emoción vaciando las canciones en vez de llenándolas. Al final, Raúl ha trabajo con solistas y lo ha hecho genial y controla mucho el buscar la esencia de cada canción, que cada golpe sea increíble y necesario. Estamos muy contentos de lo que ha salido.
Siendo siete en el grupo ¿cómo os dividís el trabajo? ¿Habéis discutido mucho?
Somos un grupo que se autogestiona. No tenemos discográfica y todo lo que hacemos es entre nosotros. Tenemos una persona, Luis, que se encarga de la contratación y de cerrar eventos. El resto es complicado porque tenemos que abarcar muchos temas que no solo son musicales. Las portadas, las imprentas… al final en nuestra mano está controlarlo todo. Es mucho más complicado que si delegáramos en una discográfica. Siempre hemos recibido alguna oferta de discográfica pero nos sentimos cómodos trabajando así. Nosotros tenemos la toma de decisiones y creemos que nadie mejor que nosotros nos va a entender.
¿Alguna canción favorita del nuevo disco?
Todas tienen tu cosa. Lo dejamos ahí. 🙂
He leído que estáis preparando un documental sobre la salida del disco.
Lo estábamos planteando para sacarlo a la vez que el disco pero vamos a dejarlo un poquito más para delante. Todavía no te puedo dar más detalles. Estamos en ello pero no te quiero hacer un spoiler.
Antes hablábamos de la nostalgia de los temas así que vamos a ponernos un poco nostálgicos en la entrevista. ¿Con qué momento te quedas de La MODA hasta ahora?
Te diría unos cuantos pero la mayor nostalgia que puedo tener ahora es la de subir a un escenario. Justo el último concierto que dimos fue el del Wizink del año pasado. Lo que más nostalgia me da es ese último abrazo, ese último concierto. Nada más acabar el tema nos dimos un abrazo. Somos aquí siete chavales de Burgos, hemos llegado a Madrid, hemos metido 15.000 personas, lo hemos gozado y que sea lo que dios quiera.
¿Alguna recomendación musical reciente?
Nos ha influenciado el último disco de Kae Tempest que se llama The book of traps and lessons.
¿Más de cultura y menos de qué?
Más de cultura y menos de fútbol.
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