Sandra Cánovas: creativa, inquieta, viajera, aguerrida, encantadora… amante de la cultura, los nuevos proyectos y por encima de todo de los libros. Con estos mimbres pueden imaginar cómo es su actitud vital en el trabajo.
Dirige una biblioteca en Agramón, una pedanía en la comarca de Campos de Hellín -Albacete- donde viven 800 personas. Allí el concepto de biblioteca tiene otra dimensión. «Ya no es el lugar donde, en silencio, sólo se va a estudiar. Es un espacio para la comunidad donde encuentras tu sitio para lo que necesites. Aquí lo entendemos así». Dice Sandra.
Como comarca que son y con la vocación cultural que destilan, este pequeño lugar en el mundo actúa en red. «Hellín cuenta con 11 pedanías y en nuestra red tenemos una biblioteca central y 6 bibliotecas sucursales. Además colaboramos con un Colegio Rural Agrupado, donde muchos chicos viven a kilómetros de aquí. Gracias a esta colaboración acuden a la biblioteca, de otra manera sería más difícil».
«En las presentaciones de la biblioteca, siempre le digo a los chicos que ésta es «la casa donde viven los libros». Que pueden venir a visitarlos y llevárselos a casa -como cuando invitan a un amigo a dormir- luego traerlos para que otro niño se lo pueda llevar».
Pero qué tiene la biblioteca que dirige Sandra para que funcione como funciona. Obviamente una oferta de libros suculenta que ella adereza con la experiencia de sus viajes: «En el Club de lectura de adultos leímos, entre otros, El sari rojo de Javier Moro que trata sobre la vida de Indira Gandhi, en la sesión que hicimos para comentar el libro les proyecté fotos que hice en la casa de Indira Gandhi cuando estuve en la India. Fue como hacer más real todo lo que habían leído».
Clubes de lectura para pequeños y mayores, presentaciones de libros, coloquios con autores, exposiciones. Su convencimiento de que en un pequeño lugar también ocurren cosas, arrasa con cualquier escepticismo. Y como dicen sus más allegados, «Sandra ha convertido la Biblioteca en la Casa de la Cultura del pueblo».
«Los clubes de lectura funcionan estupendamente a lo largo de todo el curso, tanto los infantiles como el de adultos, con los que hacemos actividades muy a menudo. Esta semana acudimos al Festival Abycine en Albacete para ver «Las Sinsombrero».
La creatividad de Sandra, con el ánimo de transmitir cultura, es desbordante. «Llevamos varios proyectos en marcha a lo largo del año por ejemplo «Damos la chapa con la lectura». Los chicos cada mes han de leer un libro relacionado con un tema y recomendarlo, así consiguen una chapa con un dibujo sobre ese tema».
O plantean problemas locales de efectos globales, en este caso de temática medioambiental. «Tenemos prevista una charla sobre los problemas de la fauna silvestre a cargo de un monitor medioambiental. Se liberará un ave rapaz y se presentará el trabajo de la unidad canina de cebos envenenados».
A estas alturas, ya lo sé, estamos suspirando por tener cerca una biblioteca rural y, sobre todo, a Sandra como bibliotecaria. Le pregunto cómo reaccionan sus lectores ante tanta propuesta y dedicación por su parte. «Tengo miles de dibujos de cómo me ven. Una madre que te dice que su hija quiere ser bibliotecaria, como Sandra. Incluso me regalaron un libro en el que cada niño del cole había hecho un dibujo sobre mí, lo encuadernaron y me lo entregaron un 23 de abril -Día del libro- junto a un ramo de flores.»
Le pregunto a Sandra qué es un libro para ella: «Un libro es una puerta abierta. A la amistad, a la soledad, al miedo, al humor, a la aventura, a la inseguridad, al amor, a la historia…Soy de las que piensa que casi siempre hay una respuesta en los libros».
Hoy es el Día de las Bibliotecas. Sandra Cánovas, bibliotecaria, como cada día, abrirá la puerta a un libro y a él se asomarán encantados los lectores de su comarca. Tienen esa fortuna. Felicidades.
Deja tu comentario