Muchos habrán oído, e incluso habrán versionado, la canción «Don’t Worry Be Happy». Sin embargo, aunque muchos le atribuyen la autoría del tema a Bob Marley, lo cierto es que le pertenece al compositor estadounidense Bobby McFerrin. ¿Fueron conscientes sin embargo que la canción original se realizó sin ningún instrumento? Es la primera canción a capella que se convirtió en un éxito mundial.
La canción fue grabada sin usar ningún instrumento musical para ello. El propio cantante se grabó en varias pistas de audio y de la superposición de todas ellas se creó este tema.
Y aunque McFerrin se bastó de él mismo para componer a capella, lo cierto es que los mejores resultados con esta técnica se consiguen en grupos. Como imprescindible: una persona con voz grave que asuma el papel de bajo, percusiones que marquen el ritmo y los agudos que esbozan las melodías.
Pero en los años 80 no existía youtube. Por eso esta técnica con una grabación de calidad se hace viral en seguida. Como le ocurrió a Pentatonix, o PTX, en 2013. Este grupo estadounidense de estilos Pop, Rhythm & Blues o hip-hop es ya toda una eminencia en el terreno de grupos a capella. En su caso, el equipo se compone de una mezzosoprano, un baritono, un tenor, un bajo y un beatboxer (la versión moderna del que marca el ritmo).
Aunque se hicieron populares al ganar el concurso The Sing-Off; sobre grupos a capella, El vídeo que despuntó y se hizo viral hace ya 5 años fueron estos 4 minutos de evolución de la música:
Unos de los más veteranos en este género son Rockapella, una formación que se dedica a las adaptaciones de rock a capella. Cuentan con 17 discos desde que comenzaron en 1986.
Lo mismo ocurre con Vocal Sampling, un grupo cubano que también es un clásico del género. Desde 1989 han versionado pero también creado canciones propias. Fieles a sus raíces, es habitual ecucharles en sus adaptaciones de música tradicional cubana.
Todo lo contrario son The Voca People, que además de dominar la técnica, también se encargan de aderezar sus espectáculos con comedia musical y teatral. Este grupo israelí combina a la perfección el canto con el beatboxing y nunca hablan en sus espectáculos. Aparecen disfrazados con trajes, guantes, gorros y maquillaje blanco. Atención a la sinopsis que explica sus espectáculos: Son seres originarios del planeta Voca, un mundo en el que la comunicación se basa en la expresión musical y vocal, que llegaron a la Tierra porque la energía musical, que es su combustible, se había agotado.
Al igual que Pentatonix, la clave de The Warp Zone es su canal de YouTube. Porque, aunque son excelentes en su canto a capella, merece la pena asistir a sus performance parodiando las versiones que cantan. Con mucho humor, se les puede ver disfrazados, haciendo vídeos relacionados con videojuegos y la televisión.
Por cerrar como empezamos, el heredero de Bobby McFerrin parece ser Peter Hollens, que con las nuevas tecnologías de grabación y edición, multiplica sus pistas de audio para crear espectaculares temas a capella, solo con su voz y aderezados con una buena apuesta por el vídeo. Lleva ya publicados más de 80 sencillos digitales desde que en 1999 comenzase con la música a capella. Presume además de ser el cofundador de la Universidad de masculina de capella de Oregon .
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