Doctor John, compositor por convicción, cantante por una frase de un compañero de banda: Si Bob Dylan canta, tú también puedes, y pianista por descarte: una bala le arrancó el dedo anular izquierdo y tuvo que dejar su guitarra habitual… ha subido al limbo de las leyendas de la música a los 77 años.
Malcolm John Rebennack Jr adoptó el nombre de Dr. John por el nombre de un esclavo senegalés traído a Norteamérica que llegó a convertirse en sacerdote vudú. Originario de Nueva Orleans su poso musical siempre remitió a su fantástica región, aunque se caracterizó por fusionar ritmos. Mezcló R&B con rock, jazz, funk, y puestas en escena ya míticas que traen reminiscencias del Mardi Gras -martes de carnaval de Nueva Orleans- e incluso de ceremonias vudú.
Libre y disfrutón, hizo de su música leyenda precisamente por su incuestionable carácter pero a su vez tuvo visión de futuro, supo que si quería ser alguien debía instalarse en Los Ángeles. Ganó 6 premios Grammys y tocó junto a BB King, Aretha Franklin y en estudio junto a Frank Zappa o los Rolling Stones – de estos últimos no guardó muy buena opinión: “No acabé de conectar con los Stones. No fueron nada corteses con mi percusionista, casi mi hermano”.
En el aspecto personal, se cebó en la leyenda. Expulsado de varios colegios, su familia se convenció de que quizá el joven Malcolm que destacaba con su guitarra, podía tener una oportunidad saliendo de gira. A partir de ahí décadas de carretera, locales nocturnos y todo el ritual que esto conlleva. De esta manera lo resumió en una entrevista en 2014:
“Tener una familia se vuelve casi imposible, por eso le dediqué una de las canciones de Locked down a mis hijos. Ellos saben que pese a mis altibajos voy a estar ahí. Y en los últimos años he intentado hacer siempre cosas que les resultaran especiales. Salir de las drogas ha ayudado, claro”. Para concluir: «Ahora ni siquiera bebo».
Dr. John ya no está pero siempre podremos revisitar sus álbumes, los de sus comienzos: Gris-Gris, Babylon o uno de los más exitosos Dr. John’s Gumbo. Feliz estancia Dr. John, por aquí le seguiremos escuchando.
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