¿Podría la danza ser el contexto del motor que mueve nuestra vida? Para muchos, las personas somos movimiento y, por lo tanto, todo lo que hacemos siempre está en movimiento. Así piensa Loránd János, el director del Choreoscope, el International Dance Film Festival of Barcelona. La muestra está teniendo lugar estos días a través de Filmin, puesto que las medidas por el Covid-19 han impedido que se pueda celebrar presencialmente como en otras ocasiones.
Para despejar cualquier duda, precisamente desde la organización insisten en que no se trata de un festival centrado simplemente en la danza, sino que va mucho más allá, así lo sostienen Loránd János: «La danza es un lenguaje universal. En estos momentos más que nunca hace falta movimiento. Nuestro festival se centra en historias que están contadas a través del cuerpo, a través del movimiento«.
En el catálogo que ofertan, se incluyen todos los formatos, desde cortometrajes hasta documentales, pasando por películas incluso de animación. También, películas sin diálogo que ofrecen otros tipos de lenguajes para el espectador. «La comunicación no verbal es un 60 o 70 por ciento de nuestra comunicación. Cuando nacemos, no sabemos hablar y utilizamos nuestro cuerpo. Cuanto más mayores nos hacemos, el sistema educativo nos fuerza a utilizar un idioma y nos hace olvidar la esencia de nuestra comunicación a través del cuerpo. Lo que intentamos con el festival es conectar con esta esencia».
Para apoyar sus palabras, Loránd nos recuerda que es mucho más fácil mentir con palabras, pero no tanto con nuestros gestos o movimientos: «Es importante para nosotros que la audiencia entienda que no se trata solo de danza, sino de algo que es innato dentro de nosotros, de contar historias narradas a través del movimiento de nuestro cuerpo».
El invierno como temática
Desde su fundación, el Choreoscope centra su actividad en la promoción de artistas: «Que el festival haya sido online este año nos ha permitido ampliar nuestras fronteras y salir de Barcelona, donde siempre ha estado ubicado». Así, todas sus películas están disponibles en toda España, Andorra y México.
Se trata, además, de la segunda parte de la propia edición 2020, un añadido o especial a la primera, celebrada en septiembre combinando proyecciones online con presenciales. En esta ocasión, por las fechas en las que se celebra, las categorías tienen que ver con la estación del año, con una serie de categorías diferenciadas como «invierno frío», que engloba a 8 cortometrajes con la temática común de la nieve e «invierno caliente», con el largometraje en exclusiva «Somos calentura»: Una película rodada en Colombia, en una de las ciudades más conflictivas del país, que versa sobre la danza colombiana, en la que conviven historias de diferente índole y donde se muestra que la danza también es un elemento de supervivencia.
Para las próximas ediciones, los retos siguen siendo poder hacer un festival presencial y lograr completar toda la oferta que no pudo ser en un 2020 azotado por la crisis del Covid-19. Siempre centrados en mostrar toda la riqueza que encierra la disciplina de la danza en todas sus facetas.
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