Fotografía: Fox TV.
Más que una entrevista, nuestra charla con Ramiro Blas tiene tintes de conversación. Este actor de origen argentino ha participado en dos producciones que han marcado un antes y un después en la ficción española. Por un lado la mítica Física o Química y por otro la reciente Vis a Vis que prepara su spin off con Vis a Vis: El Oasis.
Por todos conocido como el doctor Sandoval en la aclamada serie de Fox, Ramiro reconoce que hacer de malo también tiene su parte interesante, sobretodo por la misteriosa empatía que despierta en el espectador. Aunque no terminase muy bien en el último capítulo, los flashbacks de esta nueva entrega nos vuelven a ofrecer a su personaje en la serie.
Una charla sobre lo vintage de sus hobbies, sus raíces, su visión del consumo audiovisual y sus proyectos actuales.
Siempre te llaman para hacer de malo malísimo. ¿Cómo se prepara uno para esos papeles?
Yo siempre digo que lo más lindo es la composición del personaje. Más que las líneas que ya están escritas, son esas líneas que no están escritas y nos hacen a cada uno actores.
Esa posibilidad de lo que no se dice pero sí está escrito en la vida de esos personajes que uno ve en la ficción. Pero para darles esa credibilidad se traduce a través de la empatía que produce con el público que lo ve. Es hacer desaparecer la actuación. Cualquier personaje que parezca actuado habla mal del actor que está detrás. Un actor lo que realmente tiene que hacer es desaparecer.
El proceso más bonito y del cual tenemos la suerte los actores que hacemos esto por pasión es lo que realmente significa nuestro trabajo. Es darle vida a un personaje. No importa si tiene una línea o diez capítulos.
¿Sea bueno o sea malo? Bueno, es lo que se muestra en un momento pero todo ser humano tiene un momento bueno y un momento malo y nadie nos enjuicia por eso, salvo que seamos unos auténticos psicópatas y terminemos como terminemos.
Por lo general me suelen llamar por eso pero bueno, seguimos trabajando en que esa etapa se supere y empiecen a haber otras posibilidades en mí. De poder hacer otro tipo de personajes que me permitan mostrar otra faceta.
Interesante el juego en Vis a Vis con el personaje de Nawja Nimri. Esa lucha constante para darse cuenta de que en realidad son iguales.
Eso está muy bien contado en la última temporada. En el último capítulo cuando tienen esa maravillosa charla entre los dos y ella dice: «definime cuáles son los aspectos o la características de un psicópata» y al final descubre que son los dos iguales.
«soy el primer fanático de la serie. Ni siquiera le permito a la producción que me haga spoilers»
Fue realmente un privilegio poder componer un personaje de esas dimensiones que a la vez posee un gran dominio y una gran empatía con el público. Tanto de ella como el mío. Hemos sabido darle ese tono de héroe o anti-héroe que a la gente les motiva o sienten cierto grado de empatía, justamente. El «Es un hijo de puta pero ¿por qué me atrae?»
¿Nos puedes adelantar algo de Vis a Vis. El Oasis?
Sobre todo en mi caso, no puedo contar nada porque si nos ceñimos a lo que ocurre en la última temporada lógicamente donde ya no estoy o físicamente desaparezco…Vuelvo a aparecer físicamente pero hay flashbacks, es lo único que puedo decirte.
Yo soy el primer fanático de la serie por ende ni siquiera le permito a la producción que me haga spoilers. Yo siempre pido que me manden mis secuencias, no los guiones. Pero mas o menos veo cómo viene la cosa y hay algo muy importante de cara a la producción de este tipo de series, tanto para el actor como para el que está editando o quien dirige, es que ya están escritos los 8 capítulos. Entonces desde el punto de vista del guion, están muy bien manejados los tiempos.
«Es el público el que manda sobre cómo se consume una serie»
Lo que puedo adelantarte es que se que va a haber un juego de tiempos constante, desde el primer capítulo hasta el último. En el primero vas a estar viendo cosas que van a pasar en medio o en el final y viceversa.
Muy diferente al resto, lógicamente, porque no se concibe dentro de los márgenes de la prisión pero sí contando la historia de estos personajes tan distinguidos dentro de la serie como el de Maggie y el de Nawja.
De Física o Química a Vis a Vis. La ficción española ya no tiene nada que ver.
Sí, creo que estamos todavía transitando el último trayecto del puente donde toda la ficción vaya a parar al streaming. Porque las cadenas se van a ir desprendiendo de lo que significa la presión constante de tener audiencia, los cortes publicitarios, lo de que te dicen que empieza a las diez de la noche y empieza a las once de la noche…
La gente se ha acostumbrado a una lectura respecto al tiempo. Los nuevos proyectos de temporadas van a ser de dos horas en total. 8 capítulos de 10 minutos, por ejemplo. Donde puedas consumirte toda una temporada en una noche.
Contra eso, competir con una cadena de televisión es realmente complicado. La gente ya no aguanta de una semana para otra para ver qué es lo que pasa. Quieren consumir toda la historia.
De hecho, es como hacer cine y se ha internacionalizado. En eso creo que precisamente Vis a Vis marca la tendencia que luego se ve de la mano de su hija primogénita que es La casa de papel. Porque no nos olvidemos que La casa de papel surge posterior a Vis a Vis y la que rompe el mercado internacional de ficción española obviamente es La casa de papel. Tras ella, todo lo que ha acontecido de cara a la ficción. Tanto en cadenas como en aplicaciones o plataformas.
Con una manera de comunicarlo que lógicamente tiene que ver con el crecimiento del público. Es el público el que manda sobre cómo se consume una serie. El gran avance lo estamos viviendo y todas las series que están saliendo ya tienen una temática cada vez menos localista.
Ahora que hablamos de nacionalidad. Hablábamos con otras actrices latinoamericanas del famoso tema del acento y las dificultades para incluirlo en la ficción.
Yo te diría que todavía estamos en pañales. Faltan muchos años todavía para que, España sobretodo, rompa con este famoso mito. Porque, si bien hay trabajo, como bien empezó la entrevista «siempre te toca el malo». Lamentablemente a la inmigración en este país siempre nos llaman para hacer de malo.
Yo lo primero que pregunto cuando voy a rodar es en qué capítulo me matan. Creo que hay que romper un poco con esto. Pero es lo que pasa. Pasa hasta políticamente. Mira el incremento que ha habido de una campaña a otra con gente que sale a decir que los violadores son inmigrantes, que los maltratadores son inmigrantes… Todavía hay una tendencia muy grande.
No quiero decir que España sea de derechas, ni mucho menos. Pero hoy, de cara a la ficción, creo que a España le falta una vuelta de tuerca.
«Hay que desmitificar que el que nos vean a través de una pantalla nos convierte en series privilegiados o millonarios»
A mi me cuesta ¿eh? Después de Vis a Vis he trabajado para fuera porque en España no me llamó nadie. No lo digo como un aspecto negativo, no pasa nada, son procesos. Hay montones de compañeros de la profesión siendo españoles que tampoco tienen trabajo.
Un país como este tiene un porcentaje altísimo de gente extranjera que vive y convive como cualquier otro español. A mi me resulta un poco pesado lo de «tenemos que hacer un vídeo donde se escuche que hablás castizo». Es un poco raro. No me interesa hacerme el castizo, aunque si lo tengo que hacer lo hago, porque se que también tengo muchos compañeros buenísimos que están sin trabajo. Lo que no termino de concebir es que sea necesario que tenga que hablar castizo. Que no haya un personaje normal argentino incluido de manera normal en la serie. Sigue faltando.
No pasa eso en Vis a Vis. El Oasis que tienes dos compañeros argentinos esta temporada.
Sí, Ana María Picchio y Lucas Ferraro. Dos personas maravillosas y dos actores increíbles que van a sorprender muchísimo. Vienen muchos argentinos (risas). Por una lado por la situación política del país pero por otro por la creatividad y esa amplitud emocional que demuestra desde lo intenso en cada actuación. De ahí la adoración con Darín (Ricardo), Martínez (Diego), con Blanco (Eduardo) o Sbaraglia (Leonardo) desde hace tantos años.
¿Qué hace Ramiro cuando no está actuando?
Sobrevivo, como cualquier hijo de vecino. Es muy complicada la combinación de cualquier otro tipo de actividad económica que requiera una presencia al cien por cien. Imagínate. Me pongo a trabajar y mañana me llaman de la película de mi vida, tengo que parar porque amo mi profesión y no la cambio por nada a estas alturas de mi vida.
Justamente hoy vengo de una reunión. A mi me gusta mucho dar charlas y ayudar desde la vía privada a empresas, a la motivación, lo que significa el coach con la expresión corporal. Lo que digo yo: todos los seres humanos nacemos actores desde el momento en el que somos chiquitos y nos escondemos detrás de un sofá.
Nos gusta jugar a inventar historias de héroes y anti-héroes, somos actores por naturaleza y estoy intentando trabajar con todo lo que puedo aportar yo desde mi experiencia como actor para intentar ayudar a otra gente que trabaja en otros ámbitos de la vida pero que necesitan la comunicación tanto verbal como no verbal.
Qué interesante.
Es que sino no se vive. Hay que desmitificar que el simple hecho de que nos vean a través de una pantalla nos convierte en series privilegiados o millonarios. Los que tienen mucho dinero son muy pocos. Son los que están siempre en la pantalla, se repiten o están en veinte producciones a la vez.
Acá para ganar dinero de manera superior a la media hay un inconveniente. El no saber si hay que reservar lo que se gana en una producción y durante cuánto tiempo. En mi caso tengo la suerte de que hablo un poco inglés y las fronteras se han abierto un poco.
Es una carrera muy complicada. El gran problema del actor y sus inseguridades vienen precisamente de esos espacios tan amplios donde entre un trabajo y el otro está la nada.
Nos gusta que nuestros entrevistados nos recomienden más cultura ¿Alguna recomendación?
De corazón recomiendo la obra Umbrío, Alejandro Tous hace un trabajo maravilloso. Para la gente que le gusta mucho el teatro argentino, por ejemplo, estoy encantado con una aplicación de teatro argentino que se llama Teatrix. Yo me nutro mucho también porque Argentina es un mercado a seguir, hay una oferta teatral que es realmente increíble y he podido ver grandísimas obras.
Y bueno ahora como está bueno decir que uno es vintage, que es ser viejo o antiguo, yo estoy encantado de volver a lo analógico y me nutro mucho de uno de mis hobbies que es la música a través del vinilo. Estoy muy metido con ese tema.
En el cine hay tantas cosas buenas… Y sí, incito, y no me quiero echar en contra a ningún sindicato, a que se recreen mucho más con el cine en versión original. Vivo diciéndolo. Hay críticos de cine que siguen haciendo críticas habiendo visto la película en versión doblada. Es un poco doloroso como actor. He visto críticas a Joaquin Phoenix y no vieron la película en versión original. Es un trabajo muy grande el que hace el actor para decir lo que dice. Yo entiendo que hay gente que hace un trabajo de doblaje estupendo pero es un trabajo aparte. Hay que desmitificar lo de que si veo no puedo leer.
Y luego algo que me está entusiasmando muchísimo y en lo que estoy trabajando es algo muy vintage que ahora se le llama podcast. Lo que era antes el radio teatro, hoy se está convirtiendo en una modalidad maravillosa donde hay muchísima ficción muy bien contada. A la vez nos invita también a dejar un poco de lado la televisión y jugar al imaginario.
¿Más de Cultura y menos de qué?
Más de cultura y menos de redes sociales.
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