Panderetas a golpe de sintetizador, mitos, magia, música y brujería se dan la mano en la nueva propuesta del gallego Baiuca. En su nuevo disco, Embruxo, publicado hace unas semanas, Baiuca se inspira en las cantigas y los mitos de la Galicia de siglos pasados: las meigas, la brujería y la Santa Compaña. Hablamos con él sobre música, folk, experimentación y esa peculiar relación entre la vida y la muerte que hay en Galicia.
Embruxo es un recorrido por Galicia y hay muchas referencias a los mitos gallegos. Meigas, Lavandeiras, Santa Compaña… ¿recuerdas cuál fue la primera de estas historias que te llamó la atención?
Tengo el recuerdo ir a casa de mis abuelos y de mis tías de muy pequeño y escuchar estas historias en casa. Creo que es algo que se va perdiendo y que cada día escuchamos menos. Sí que es cierto que a día de hoy hay ciertos mitos y seres que son muy importantes en la cultura gallega, como puede ser el de las meigas o incluso el de la Santa Compaña.
«El demonio en Galicia no es tan malo como en otras partes del mundo»
En Galicia la relación que hay entre la vida y la muerte es diferente a otros lados. Es ese punto de retranca gallega, de ironía, de no verlo todo como algo tan oscuro y malo. El demonio en Galicia no es tan malo como en otras partes del mundo. Me parecía interesante mostrar este ideal de la Galicia mágica desde mi punto de vista.
Tu disco permite acceder a la parte musical y a la parte histórica. Confluyes entre músico y profesor.
Sí, o más bien antropólogo. Hay como dos vertientes claras en el disco. Por una parte, la sonora, que fue la inicial. Por otro, me fui dando cuenta de que muchas coplas gallegas, y en la poesía de finales del XIX y principios del XX, aparecían muchas referencias a todos estos seres mitológicos, a astros, a elementos de la naturaleza… Me parecía también interesante relacionar este concepto de cultura espiritual y misticismo con esa parte musical que bebe mucho de las percusiones y de las voces de mujeres.
Tú empiezas tocando la gaita y de ahí pasas a ser el músico alquimista gallego. ¿Cómo decides pasar de un sonido muy purista a innovar con electrónica?
Es un paso casi de romper con todo lo que yo había vivido musicalmente en mi infancia y en mi juventud. Aprendí a tocar la gaita y llega un momento en el que, en la adolescencia, sí que sentí que había una desconexión muy clara en eso.
Aunque la tradición está ahí lo que escuchamos día a día es la reinterpretación o revisión de esa tradición. Me parecía que lo que estaba escuchando con quince años no era algo que me interesara.
Con 25 años hay un proceso de madurez, me quiero identificar de alguna forma con mi tierra y que eso forme parte de mi proyecto musical. También hay un objetivo de conectar con la gente joven. Con 15 años sentí que toda la música que se relacionaba con lo tradicional no me identificaba. Quería que lo que yo hiciera sirviera para que chavales de 16 años pudieran escuchar algo que les fuera más cercano y les sirviese para conectar con esa tradición.
Estamos viviendo una nueva ola de la canción popular y muchos grupos y artistas están haciendo que resurja el valor de la música tradicional. ¿A qué crees que se debe este auge de folklore?
Yo creo que es una cosa generacional que nos está pasando a muchos. Vivimos en un momento en el que hay unos géneros globales, ya sea el reggaetón, el trap, la música pop… que no te definen más allá de tu personalidad propia. Pero es muy difícil desmarcarte de lo demás. Son géneros que beben de unos estándares de sonido, de instrumentos, de forma de crear música, que puedes hacer lo mismo en Madrid o Japón. Si tú quieres definirte de una forma diferente a los demás tienes que buscar algo que te identifique. Yo creo que es un poco lo que nos está pasando a muchos artistas y productores. Estamos buscando e indagando en nuestros antepasados para conectar y para mostrar a otras culturas lo que hay.
«Hay unos géneros globales que no te definen más allá de tu personalidad propia»
Yo sentía que en Galicia había un círculo vicioso en el que tú haces música para Galicia y para los gallegos. Yo pretendo que lo que hago sea para escuchar tanto en Galicia como fuera.
Ahora mismo, los artistas jóvenes, que son los que se están atreviendo a dar este paso, vuelven a traer nuevos sonidos tradicionales. ¿Crees que tiene que ver con la migración de la población juvenil?
Estar lejos de tu tierra tiene un componente emocional. La música te sirve para intentar sentir que estás allí. En mi caso, cuando me mudé a Madrid porque yo quería vivir en una ciudad grande, pasó un poco así. La emigración siempre ha estado presente. No creo que sea una cosa necesaria ni para hacer música ni para triunfar. Sí que es cierto que la población gallega ha tenido una relación con la emigración muy grande.
Yo ahora estoy viviendo en Barcelona y lo noto. En mi barrio oigo a más gente hablar en gallego que en inglés. Lo noto en los conciertos. Te vas a París o a Italia y piensas que no va a haber ni un gallego y luego hay un montón. Ahí sí aparece un componente emocional que es importante para conectar con el público.
En Galicia, dónde te haría más ilusión sonar. En las fiestas de una aldea o en los pubs de la noche gallega.
A mí en todo. De hecho, en ningún momento pensamos en el proyecto como algo que tenía que ser puramente para algo. No es un proyecto para el Sonar en concreto o en una fiesta de pueblo o en un festival de música tradicional, es para todo.
Es para poder incluso cantar las canciones con una pandereta a mano. Me gusta vivir todas esas experiencias diferentes porque también me hacen inspirarme, vivir y conectar con gente y con músicas que sería muy difícil si estás tocando siempre en un mismo formato.
¿Te imaginas a La Panorama versionando uno de tus temas?
Puede ser. La Panorama al final muchas veces pilla canciones que le gustan a la población. De primeras no me lo imagino pero puede ser. Igual que hablamos de la música tradicional como algo que tiene mucha fuerza, en Galicia curiosamente la verbena ya forma parte de la música popular.
Una colaboración soñada.
Pues nunca pienso mucho en eso. No es algo a lo que le de muchas vueltas. Suelo colaborar con gente con la que tengo más conexión. Al final en este disco hay mucha colaboración con gente que yo admiro musicalmente pero también con la que me siento muy cómodo trabajando.
Para mí un referente desde que era muy pequeño siempre fue Carlos Núñez y sería un placer poder hacer algo con él en algún momento.
Más de cultura y menos de qué.
Más de cultura y menos distancia.
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