Cuanto más abajo el perreo más arriba el humor. Bailar es un acto de desinhibición y liberación. Un momento en que sentir el cuerpo, mover el culo y disfrutar a golpe de cadera nos transporta directamente a un estado de éxtasis, de diversión y por qué no, de empoderamiento. Y si hay un tipo de música que nos invita al baile es el reggaetón.
Un género musical que deriva del reggae y del dance hall, que tiene elementos de hip hop y es un referente en la música hispana y latina. El reggaetón goza de gran popularidad pero bailar sus letras y ritmos pegadizos en una discoteca puede que no signifique jarana, desahogo y entretenimiento si no todo lo contrario.
Los prejuicios del reggaetón
El predominio de sus letras machistas y la hipersexualización de las mujeres que lo bailan hace que el género musical esté en el punto de mira y siempre se vea implicado en polémicas. En Más de Cultura ya pusimos solución al problema de sus letras enseñándoos una lista de canciones con las que mover el culo sin avergonzarnos de su mensaje. Lo mismo debería pasar con el baile, ¿no?
Esa idea tuvo Alba Ara, la creadora del espacio Reggaetón feminista.Un proyecto que permite a las mujeres disfrutar del reggaetón, perrear hasta el suelo y no por ello sentirse inseguras, observadas y sexualizadas.
Reggaetón feminista nace en el distrito madrileño de Usera como un curso de baile. Más allá de bailar, se crea un espacio seguro para las mujeres. La perspectiva feminista se incorpora a la dinámica de la clase con la idea de poner en marcha un espacio horizontal y participativo.
Alba Ara nos explicó que en las clases, más allá del baile, también se dan momentos de reflexión y de puesta en común. Las participantes comparten sus opiniones sobre los prejuicios del reggaetón y analizan de donde viene. ¿Nos molesta porque es machista? ¿Qué hay detrás? ¿Tenemos prejuicios racistas y clasistas hacia la gente que hace y escucha reggaetón?
Las clases de baile se hacían hasta ahora en la zona de Usera. Tras el cierre de centros y actividades por el covid-19, el curso presencial ha tenido que parar. Sin embargo, quedarse en casa no significa no poder echarte unos bailes. Alba sube a sus redes sociales vídeos en los que te enseña a mover el cuerpo.
A través de la pantalla de tu ordenador o de tu teléfono móvil puedes aprender a mover las caderas o el pecho. En estas clases el baile no tiene una finalidad estética sino que busca ser una herramienta para conocer nuestro cuerpo mejor y disfrutar de él.
Ya sabes, libérate de prejuicios y date una oportunidad para conocerte y sentir la música. Lo dice Tremenda Jauría, ¿cómo no ser reggaetoneras si se nos va la vida entera a golpe de cadera?
Deja tu comentario