Fotografía de Lucía Bravo
Las hermanas Iñesta, Marina y Teresa, y Álvaro Prados forman Repion, un trío de rock nacido en Cantabria y emigrado a Madrid. A pesar de la juventud de sus integrantes, el grupo presume de dos discos, «La lágrima y la naranja» y «Amapola dueles» y un EP «Donde escapa la luz», producido por Paco Loco, una de las figuras más legendarias de la escena pop indie española.
Sus canciones, una mezcla de rabia y melancolía, les hicieron ganadores del concurso de bandas Mad Cool Talent en Madrid en el año 2018, lo que les dio una plaza en el festival al lado de artistas como los Arctic Monkeys o Pearl Jam.
Repion es una banda que se afianza dentro de la escena musical y con la que hemos tenido la suerte de hablar. La batería y corista Teresa Iñesta ha dejado unos minutos las baquetas para charlar con Más de Cultura.
¿Cuándo nace vuestro interés por el mundo musical?
El grupo lo formamos mi hermana y yo junto a Álvaro. Supongo que al ser nuestro padre músico, desde muy pequeñitas estuvimos investigando ese mundo. No puedo decirte un día exacto, llevamos toda la vida tocando.
Mi hermana Marina y yo tenemos la teoría de que fue una especie de treta de nuestro padre. Desde pequeñitas nos empujaba a tocar juntas y continuamente nos ponía música de mujeres y nos decía: cómo mola esto. Al final nos acabó picando el gusanillo, mi hermana se montó un grupo con gente del instituto cuando era pequeña y como yo tocaba un poco la batería me uní. Me parecía muy guay. Ahora ya no podemos imaginarnos tocar la una sin la otra.
Repion nació en Cantabria y más tarde se mudó a Madrid ¿Es necesario que los grupos que quieran hacerse un hueco en el panorama musical tengan que pasar por las salas de Madrid o es posible hacer música en las provincias?
Pues no lo sé. En Cantabria, aunque últimamente hay mucho más movimiento, cuando empezamos no había una escena definida ni mucho menos. Al principio llamó mucho la atención y «todo lo que había que hacer» en Cantabria lo hicimos muy rápido. Además es una provincia muy pequeña y enseguida empezó a sonar Repion. En Madrid, por mucho que te montes una banda, a no ser que toques la famosa tecla y lo revientes, es muy difícil llamar la atención.
Por un lado fue positivo empezar en Cantabria porque llamamos la atención muy rápido y por otro lado también ha sido interesante venirnos a Madrid porque lo que se hace en la capital llama la atención de toda la península mientras que lo que se hace en las provincias, a no ser que sea algo muy especial, yo tengo la sensación de que se queda en la provincia. Sí se puede hacer música allí, nosotros estuvimos cuatro años y fuimos felices pero llega un momento en el que te quedas esperando a que pase algo más y es muy difícil.
Habéis trabajado con Paco Loco y ahora estáis con David Baldo, ¿cómo cambia la experiencia de autoproducir vuestra propia música a trabajar con otros?
Al principio se puede decir que lo autoproducíamos. Cuando vas a grabar hay alguien que tiene que controlar la mesa, el técnico. La diferencia entre eso y un productor es que el productor es un técnico que también te da consejos respecto a la canción. Una persona que simplemente está ahí para darle a rec y colocar los micros no te va a decir si un estribillo funciona mejor o peor mientras que un productor sí. Hay gente que está a favor y gente que está en contra. En nuestro caso, tanto Paco Loco como David Baldo, creemos que han aportado cosas positivas. A veces necesitas una opinión externa al grupo. En el caso de Repion fue muy positivo. Nosotros somos muy musiqueros y nos rayamos mucho con los instrumentos y a veces necesitas que alguien te diga que todo es mucho más simple.
Hablando con Arte Muhé, Pitu Aparicio comentaba que ella de pequeña quería ser batería pero no tenía referentes y esto la frenó, ¿tú has crecido con referentes femeninos en la percusión? ¿Cómo vives tu papel como mujer en la batería?
En la percusión puede ser que no. De mayor me he ido fijando en mujeres que me gusta como tocaban pero de niña no.
Es un problema que haya niñas que quieran tocar la batería y por no encontrar referentes no se atrevan, es un problema. Es fundamental que empiece a haber referentes femeninos en la batería.
Poco a poco, sobre todo en Madrid, si he conocido a muchas chicas que tocan y lo hacen de puta madre. Cuando las mujeres son las que tocan la batería se las asocia a un cierto estilo. Se relaciona cierto amateurismo en lo que es dominar el instrumento. «Tocar como una mujer» es no darle una buena hostia, tocar mal. Es una puta mierda porque yo llevo tocando mucho y mi estilo es así, yo le pego unas hostias que flipas.
A mi no me interesa llamar la atención por ser una chica, me interesa llamar la atención porque toco de puta madre o porque tengo una pegada especial.
¿Cuál es el momento del que mejor recuerdo guardáis como Repion?
La final del Mad Cool en la sala Costello, no el concierto del festival sino el último concierto del concurso. Tocamos solo tres canciones pero ha sido uno de los momentos más felices de la historia de Repion. También trabajar con Paco Loco y por último un concierto que hicimos en la Shorty Week en Cádiz este verano. Tocamos en un castillo y para mi fue impresionante.
¿Pasar por festivales como el Mad Cool o el Sonorama os abre mucho la puerta a la hora de conseguir más salas?
Lo de los festivales sinceramente es una mierda. Un festival para subsistir y cubrir sus gastos necesita llevar a bandas super potentes. Más allá de las bandas potentes, para tener un cartel completo tiene bandas más pequeñas que completan los huecos que quedan. Como la industria musical es una mierda y va todo por contactos y favores es muy complicado. Va todo por agencias de booking. Los huecos del festival se van copando hasta que ya no hay oportunidad para bandas como nosotros. Lo único bueno que nos aporta un festival como esos es estar en el cartel y en la promoción. Creo que ahí no se valora la valía de las bandas pequeñas, es estar metidos de mala manera. Parece que la música pasa a un segundo plano en una industria que va de la música, es una incongruencia. Estar en todos los festivales de un verano es un empujón enorme para una banda pero estar en dos o tres tampoco es tanto. El mundo de los festivales en si es un poco un engaño.
Vosotros habéis pasado por dos discos y un EP, ¿qué formato os convence más como grupo?
A mi EP. Es mucho más inmediato y me parece que a día de hoy la gente no tiene paciencia a no ser que seas un grupo de la hostia y la gente lleve un año esperando el disco para entender su concepto. Tengo la sensación de que ahora, y me incluyo, lo que se saca son singles con videoclips. Cada canción tiene el tiempo que merece para que la gente la aprecie. Si tienes un disco de 12 canciones te dura la promoción y el tirón un mes, una vez que lo has sacado todo, no tienes nada nuevo que ofrecer. Tal y como están las cosas, lo que se supone que tenemos que hacer las bandas es no dejar de sacar contenido. Sacar eps es más barato y más rápido. Prefiero sacar dos eps en un año que un disco y que luego esté todo el mundo durante todo el año sin tener nada de material nuevo. A mi me gusta que los artistas que sigo vayan sacado cosillas cada poco a no ser que seas vetusta morla.
¿Crees que formatos como Operación Triunfo favorecen a que los más jóvenes empiecen en el mundo de la música o contaminan la carrera del artista?
Creo que depende del artista. Es un camino que no tiene nada que ver con la vida de la banda o del grupo. Si tu eres intérprete de canciones, cantante y te ves como una diva del pop, igual tu camino entrar en Operación Triunfo. Si tienes una banda o eres cantautor lo veo un poco más difícil porque si lo petas te pierdes toda la parte del principio, todo lo que cuesta sacar un proyecto adelante. Son caminos diferentes.
Algunos artistas comentan que la música es una vía de expresión para decir lo que más cuesta en el día a día. Algunas de vuestras letras son muy intimistas, ¿os pasa lo mismo?
Sí. Incluso hay veces que escribo una canción y en ese momento no la entiendo y después veo que es reflejo de lo que me estaba pasando en ese momento de mi vida y no tenía otra manera de decirlo. A veces cuesta entenderse o saber lo que te está pasando y lo dices así. Yo escucho canciones que he escrito y tiempo después me doy cuenta de que estaban retratando perfectamente lo que me estaba pasando en ese momento.
¿Referentes musicales?
Uf, que difícil. Eso cambia tanto con el paso del tiempo que ahora ya no se quienes son mis referentes. Ahora escucho todo el día Juanita y los feos, Futuro Terror… y no tiene nada que ver con lo que hace Repion. No se si a eso se le puede considerar referentes. Igual en el mismo día escucho Bad Bunny, Amaral y luego me pongo el disco de John Frusciante y no se quien de ellos es mi referente.
La palabra referente es tan grande que no se si alguien de mi edad puede ser mi referente.
¿Próximos proyectos de Repion?
Ahora mismo estamos grabando con David Baldo y supongo que para principios de año iremos sacando algún single pero poco a poco. «Donde escapa la luz» está fresco y todavía nos gustan mogollón defender las canciones en directo. Pero nuestra propia inquietud artística hace que no paremos de hacer canciones. Nos gusta estrenarlas cuando están recién hechas para defenderlas con emoción. Hemos grabado ocho canciones que no sabemos cuando saldrán. También vamos a intentar tocar por la península y expandirnos un poco más.
Acabamos todas nuestras entrevistas con la pregunta clásica en honor al nombre de nuestra revista y en este caso no iba a ser diferente ¿Más de cultura y menos de qué?
Más de cultura y menos pimiento frito, lo odio.
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