Fotografía @jotaskfoto
Guiu Cortés, más conocido como El niño de la hipoteca (@nendelahipoteca) nació en Barcelona en 1982 y en pleno desarrollo musical, en su descubrimiento por la fascinación de figuras como Freddie Mercury o Metallica, también vivió el nacimiento de Myspace y fue uno de los primeros en aprovechar el tirón de Internet para darse a conocer.
Ahora es un cantautor conocido que vive de la música independiente en circuitos algo menos independientes y por eso, su nuevo disco se titula «Esto No Es un Disco Vol.1» porque reconoce en nuestra charla que ya no tiene sentido seguir haciendo ediciones físicas de los discos si todo está ya en streaming: «dejemos de seguir fabricando plásticos, no es necesario. Al final lo importante es la música».
Se toma unos minutos para charlar con Más de Cultura sobre sus procesos de trabajo, lo que le inspira y lo que piensa sobre las nuevas formas de ver la música.Esto sí es una entrevista.
Su nuevo disco es una recopilación de los singles que le han hecho famoso. Con sus melodías pegadizas y sus letras características. Nos explica cómo se enfrenta al reto de componer sus canciones: «suelo componer con todo a la vez. Por un lado tengo ideas que se me ocurren. Desde juegos de palabras a un contexto… me lo apunto por un lado. Por otro lado a veces agarro la guitarra o el piano y empiezo a divagar. Y al final con todas esas piezas que encajan empiezo a trabajar la canción».
Aunque el cantautor suele hacer melodía y letra a la par, reconoce que a veces arranca de unas frases porque «La música está al servicio de la letra y viceversa». Un proceso que le obliga a dejar «en la nevera» el trabajo: «porque si la voy escuchando y algún día me chirría cualquier cosa lo tengo que retocar».
«lo que tú vives con mucha pasión, el resto de la gente también lo vive»
El niño de la hipoteca se guía, como muchos artistas por la amplitud de mente ante lo estímulos que le inspiran día a día:»Para poder crear hay que estar muy abierto. Con los ojos muy abiertos, las orejas muy limpias y muy abierto a todo tipo de experiencias».
Recalca las sensibilidades: «Hay que rascar mucho en los detalles y ver lo que a priori no se ve. Eso es lo que marca la diferencia. Al final yo hago canciones con las que uno se siente muy identificado pero claro, las lanzo desde mí y es una experiencia mía. Eso es lo que te demuestra que al final lo que tú vives con mucha pasión, el resto de la gente también lo vive».
«somos artistas underground que movemos números de gente que ha sonado en la radio toda la vida»
¿Entra entonces en conflicto ser cantautor con sonar en radiofórmulas y llenar estadios? «Ahora mismo no, porque todo se ha roto y funciona diferente. Yo considero que he tenido muchísima suerte porque soy una persona nacida del underground con Internet como herramienta y he vivido el proceso del cambio de industria desde el principio».
Nos habla de cuando trabajaba en una tienda de discos y veía lo que estaba pasando, cómo todo estaba girando hacia un sitio muy concreto: «Con la aparición del Myspace todo cambió. Yo viví ese nacimiento y al ser de los primeros me pude aprovechar de ese Internet anárquico en el que lo podías usar como herramienta para darte a conocer. Ahora se ha masificado».
Se refiere al poder de las grandes empresas para controlar y «capar» todo en el mundo de la creación y de los artistas: «volvemos a esa época en la que si no vas con el dinero por delante es muy difícil darte a conocer pero los que como yo, trincamos esa ola, aunque somos artistas underground movemos números de gente que ha sonado en la radio toda la vida».
«Ves a gente que le cuesta juntar más de dos palabras en las listas de ventas y luego grandes titanes un poco ocultos»
Por eso recalca que es el oyente el que ha cambiado, y por eso ya no importa tanto el hecho de salir en radios y en televisiones siendo un artista independiente: «Para mí haber salido hasta cinco veces en el programa de Buenafuente es bastante peculiar, cuando todo son productos de discográficas y compañías».
El niño de la hipoteca es un artista que tiene estudios musicales de canto y de guitarra, pero que también ha probado la miel de tocar en el metro: «me sirvió para curtirme un poco y en el fondo fue un entreno que estuvo bien. Tocar la guitarra, cantar, entrenar un poco la voz. Yo lo veía como ensayos pagados. Te ayuda a olvidarte de que hay gente porque tú estás tocando para ti. Al final la gente pasa un minuto por delante y poco más. No tienes que ganar audiencia ni mantenerla».
Cuando nos remontamos a su infancia, rascamos esos primeros recuerdos relacionados con la música: «yo era el típico que para las navidades aparte de los juguetes siempre había algún disco. Me marcó muchísimo Metallica. Cuando vi ese grupo dije: ¿Pero qué es esta cosa tan dura?. También me marcó mucho la figura de Freddie Mercury. Iba muy ligado a que yo tendría 9 años cuando contrajo el SIDA y entonces esa cosa de mezclar música y personaje y descubrir que algún día vamos a morir de las enfermedades… Vas aprendiendo cosas raras que te marcan».
Y aprovecha el flashback para reflexionar: «luego cuando creces te das cuenta de que son figuras que te las ha impuesto la industria musical. Quitando un poco toda esta imposición, estas luces de neón y demás, creo que lo que más recuerdo y más me marcó fue el Blues. Empezar a tocar la guitarra que me enseñaran Blues. Estuve años de mi vida enganchadísimo por todo lo que comunicaba con tan pocas notas».
No podemos despedirnos sin pedirle una recomendación, para continuar nuestra cadena de talentos. El niño de la hipoteca se acuerda de Alberto Alcalá, un cantautor que mezcla la música brasileña, la cubana y el flamenco con dos discos publicados: «Le está costando mucho levantar su proyecto porque muchas veces el caviar no está hecho para todo el mundo y la verdad es que hace unas canciones preciosas, las interpreta maravillosamente y es arte mayor lo que hace. Son esos paradigmas de que ves a gente que le cuesta juntar más de dos palabras en las listas de ventas y luego grandes titanes un poco ocultos».
Ante nuestra clásica pregunta, se centra en un detalle más de lo que considera falsa cultura: «Más de Cultura y menos toros. Podríamos decir que más de cultura y menos de falsa cultura».
Sin embargo, sus letras y sus palabras, verdaderas, para escucharle, ya disponible su nuevo disco y una apretada agenda de conciertos.
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