Fotografías: ©Alberto Saguar
Los artistas Vicente Navarro y Rocío Márquez unen sus voces en el tema «Aunque se apaguen las luces» una colaboración que cuenta con la producción de Lost Twin (productor de otros artistas del panorama español como C. Tangana o María José Llergo). Al primero, lo descubrieron estas páginas como uno de los artistas emergentes del panorama indie español. Ambos cantautores centran su carrera individual en el folclore español, el flamenco o la música electrónica. La onubense se ha colocado ya en el listado de artistas que ofrecen una fusión del flamenco interesantísima gracias a su álbum Tercer Cielo que comparte con BRONQUIO.
Vicente y Rocío nos dedican un pedazo de su tiempo para charlar de esta unión artística, sus inquietudes como cantantes y también su deseo de seguir creando música desde la pulsión que les hace amarla.
Aunque se apaguen las luces mezcla elementos que están presentes en las carreras musicales de cada uno de los dos. ¿Ha sido una colaboración orgánica por esto?
Vicente: Yo creo que ha sido algo orgánico. Justo antes estábamos pensando en cómo nos conocimos y me acuerdo de una reflexión que hacía Rocío en la radio sobre el disfrute en esos momentos en los que a veces como músicos nos olvidamos de esa parte y no tiene sentido.
Rocío: Yo igual. Para mi también fue de una manera súper orgánica. Es cierto que ya de antes me interesaba muchísimo su trabajo. Sus formas, lo que trasmitía. Empezamos a hablar, primero por Instagram, después tomamos un café rápido y realmente sentí esa conexión. Fue como decir, «qué fácil con esta persona ¿no? Cómo se da y cómo fluye».
A los dos nos apetecía hacer algo juntos. Pero teníamos claro que no queríamos forzar. Queríamos llamar a este punto orgánico del que estamos hablando. Justamente pensamos en hacer una quedada relajada en casa, echamos el día y a ver qué pasa. Y en función de lo que pase pues ya decidimos qué hacemos. Sin tampoco tener la obligación de que tuviera que salir algo de ahí. Lo curioso fue que prácticamente en un día habíamos montado el tema. Que fue increíble. Porque no suele ser así.
Vicente: Yo creo que había un punto de ofrecer. Creamos esa especie de puzle. Luego nos dimos cuenta durante el proceso de que había puntos sobre lo que nos tocaba, para hablar de ello. Íbamos cantando melodías y surgió.
Rocío: Era súper bonito porque se iba dando de una manera muy natural y fluía con muchísima facilidad. Para mi el trabajar con Vicente me ha hecho recordar lo importante y lo maravilloso de la escucha activa. Y también por supuesto tener visiones muy parecidas. Creo que en este caso nos ha resultado muy fácil a los dos porque tenemos una forma de entender, no solo la música, sino también la vida, bastante similar. Entonces ahí todo se da con una facilidad pasmosa.
Lost Twin es el responsable del ambiente sonoro de Aunque se apaguen las luces. Tiene amplia experiencia con artistas muy conocidos del panorama musical, ¿Cómo ese papel del productor? ¿Cómo ha sido vuestra experiencia?
V: Yo cuando pienso en un productor pienso en un hermano. Un acompañante durante el proceso. Eso lo que conlleva es que hay un punto humano en el que tienes que quedar, porque se va a pasar mucho tiempo con esa persona, y otro lado laboral que yo lo escucho y tiene que ser que vea algo que me llame. En el caso de Lost Twin yo lo tenía fichado desde que escuché alguna producción que hizo para María José Llergo en Sanación y ya se me quedó ahí.
R: Estamos encantados.
V: Dejamos el tema muy vacío con lo que le dimos. Yo no había currado así antes. Yo normalmente suelo estar más presente y me pareció genial no tener que estar presente y poder dar a la persona la oportunidad de cree casi desde cero.
R: Sí, porque ha aportado tantísimo… Ha hecho un trabajo tan bonito… Y a la vez es como que estábamos muy disponibles a todas las aportaciones que pudieramos ir haciendo. A todas las pruebas. Porque había muchas veces que se nos podían ocurrir ideas, pero hasta que no lo pruebas no sabes bien si funciona o no funciona.
Y es muy difícil que una persona esté en ese grado de disposición para decir «venga, vamos probando nuevamente». Igual que pasó a la hora de componer sin la idea de que eso tenga que quedar ya fijado y que eso sea así. Es como continuar con la dinámica con la que compusimos la canción pero que es verdad que, cuando él se sumó, yo no me podía imaginar que estaba tan dispuesto y que iba a involucrarse tantísimo y que iba a aportar tanto al tema. Respetando mucho y aportando todavía más.
V: Hay una parte del color que está ahí. Yo creo que él estaba en un momento donde valoraba la música o la pensaba de otra manera. Y luego también todo esto con la dificultad de trabajar a distancia. Y el respeto que eso exige. Cómo das tu opinión y cómo respetas la del otro para generar siempre un equilibrio entre las partes. Tiene muchísimo talento y una manera muy concreta de elegir la sonoridad.
R: Admiración absoluta con Carlos, tenemos.
En el caso de Rocío, en Tercer Cielo creaste no solo un álbum sino una propuesta narrativa con los títulos y el orden de las canciones, ¿Crees que ante la amplia oferta musical la industria también se ha vuelto más exigente en cuanto a la creatividad de los artistas?
R: Obviamente todo eso influye muchísimo. Lo que pasa es que yo creo que llega un punto en el que tenemos que girar más el foco para adentro que para afuera. Al margen de lo que esté sucediendo fuera, la única manera de no volvernos locos y encontrarle sentido a lo que hacemos creo que es, justamente, estar conectado con una y hacer lo que sientes que tienes que hacer en cada momento. Lo que me propongo a mi misma y el aprendizaje que quiero hacer, frente a lo que pueda sentir que se está diciendo de fuera. Valorar y darle el espacio a lo que yo siento que tengo dentro. Más allá de todo lo demás.
Estoy pensando también en alguna transición que utiliza Vicente, como Introducción a José que también forma parte de una propuesta creativa que está dentro del disco, al margen de quién elija también escuchar cada canción de manera individual. Vosotros, como escuchantes, ¿Sois puristas en este aspecto?
V: Yo uso las dos cosas. Hay veces donde decido escuchar un disco porque entiendo que hay un discurso detrás y que está representado en el track list y otras veces en las que hay temas con los que conecto y los guardo a lo mejor en playlists de mi año o con unas características y voy saltando.
Me parece que las dos cosas son representantes de hoy en día. Yo no le exijo a la gente. A veces en broma hago los discos cortos por una cuestión de contar un discurso que va de principio a fin, pero, al final, la gente es libre de quedarse con lo que le gusta y luego guardarse las canciones.
R: Sí, creo que también hay propuestas muy distintas. Pasa como con los libros, que realmente hay algunos que si te permiten hacer esa lectura de uno a uno. Hay otros que para poder sumergirte de verdad necesitas hacer el viaje completo de principio a fin… no creo que haya una única manera porque no hay una única propuesta. Sino que hay formas muy distintas y creo que cada artista también cuando propone, de hecho, en cada trabajo, puede ser diferente. Ya te está como invitando a que pueda ser de una manera o de otra.
V: En mi discurso, el track list forma parte. Es como el punto y final, por decirlo de alguna manera.
En el arte, muchas veces las obsesiones del artista se cuelan en el trabajo final. Como es el caso de «la esperanza» en vuestro tema ¿Qué os tiene pensando estos días como para incluirlo en los siguientes trabajos?
R: Yo últimamente estoy muy obsesionada con el disfrute. Porque creo que ahí es dónde está el reto. Poder vivir el presente y no estar tanto en el futuro o en el pasado. Y que eso sea compatible con planificar, proponer proyectos, ir viviendo lo que vaya viniendo…
Precisamente desde la exigencia, desde las expectativas, desde intentar planificar… yo ahí tengo que intentar planificar porque hay muchas veces que me pierdo y le pierdo el sentido a las cosas. Ahora mismo no estoy tanto en el «qué voy a hacer» sino en «cómo lo voy a hacer»; y lo quiero hacer viviendo cada momento y aprovechando, aunque sea un topicazo lo de vivir el presente. Pero en este momento de mi vida, quizá porque le he llegado a perder el sentido a la música muchas veces; y fíjate que es lo que más amo. Creo que ha tenido que ver con haberla cargado de peso en vez de sentir la alegría de cada momento. Así que ahora mismo estoy en estas.
V: Yo creo que, en mi caso, uno de los temas que ha rodeado mi curro siempre ha sido la pérdida y el abandono. No se exactamente por qué, debe haber algo por ahí escondido, pero ahora mismo estoy trabajando un poco la dualidad del ser humano. La capacidad que tenemos de hacer el bien y el mal. De hecho, ahora, en lo que estoy desarrollando en directo, está esa dualidad presente. Y también la política entendida como más allá de la política, como lo que sucede en el día a día. Me toca mucho el extremismo que está en la gente, en los posicionamientos. Es una de las cosas que me preocupan y que me toca.
¿Si tuviérais que recomendar una o un par de canciones del otro cuáles serían y por qué?
R: Somos muy trágicos los dos (risas). A mi me encanta Camposanto, a él le gusta Prefiero la muerte.
V: Sí, aparte de De mí – Rumba, que también me flipa. La que más escucho es Prefiero la muerte, la que va por soleá, que me pone los pelos de punta. Y ella como ha dicho, Camposanto (risas) que también tiene que ver con la muerte. Pero es verdad, yo creo que si trabajas algo relacionado con la tierra o con el folclore, es que estás conectado con el tema de la muerte.
R: Claro es que la vida no se puede entender sin la muerte. Entonces hay algo que nos conecta con nosotros mismos, toca en algún punto la muerte.
¿Más de Cultura y menos de qué?
V: Y menos de egoísmo.
R: Yo diría menos desconexión.
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