Un escritorio, la estantería de un cuarto de baño, un vaso duralex o un jardín cuidado son algunas de las escenas que nos acercan a la vida de la pintora Isabel Quintanilla. Figura fundamental del realismo contemporáneo español, el Museo Thyssen dedica por primera vez en su historia una monografía a una artista española.

El realismo íntimo de Isabel Quintanilla es una exposición comisariada por Leticia de Cos Martín, que se puede ver en el Museo Thyssen hasta el día 2 de junio.

Una representación de lo cotidiano

Isabel Quintanilla (1938-2017) retrata en su obra escenas íntimas de su vida que nos permiten conocer aquello donde la artista encontraba emoción. Hay porcelanas, cuartos de su casa e incluso secuencias de su jardín, que servían de inspiración a la pintora.

A lo largo de la exposición, el público puede adentrarse en diferentes áreas personales de la vida de Isabel Quintanilla. Abundan espacios domésticos y objetos familiares aunque también hay escenas de su marido, Francisco López Hernández, o su hijo, Antonio López.

La muestra reúne un centenar de obras de toda su carrera, incluyendo sus pinturas y dibujos más sobresalientes, muchas de ellas piezas nunca vistas en España por encontrarse principalmente en museos y colecciones de Alemania, país en el que tuvo un destacado reconocimiento en los años 1970 y 1980.

La pintura de Isabel Quintanilla es resultado de un dominio rotundo de la técnica y de un oficio adquirido en distintas escuelas, pero, sobre todo, de un trabajo continuado en el tiempo. La artista se refería siempre a la lucha constante que supone resolver los problemas que la pintura plantea a todo aquel que quiere valerse de ella para experimentar la realidad de otra manera.

Compañeras

Quintanilla vivió y trabajó en un momento de la historia de España en el que las mujeres artistas no tenían ni el peso ni el protagonismo del que disfrutaban los artistas masculinos, aspecto que no pasaba por alto en sus declaraciones públicas para reivindicar así el valor de su trabajo y el de sus compañeras. En esta línea, el museo reconoce el trabajo y la trayectoria de la pintora española. Hasta el momento, el Thyssen solo había dedicado monográficas a pintoras internacionales como Berthe Moristot (2011), Sonia Delaunay (2017) y Georgia O’Keefe (2021).

En la exposición de Isabel Quintanilla, el museo también dedica una de las salas a compañeras de oficio, las pintoras Esperanza Parada, María Moreno y Amalia Avia.