Artista visual, escritora, migrante, exiliada, madre, víctima de estigmatización por salud mental… Leonora Carrington es muchas cosas aunque principalmente destaca por ser la artista más distinguida del surrealismo. Nacida en una familia acomodada en la Inglaterra posvictoriana en 1917 y nacionalizada en México, país donde encontró reposo e inspiración tras varios episodios frenéticos, plasmó su vida y sus inquietudes en su obra.
Por primera vez, sus creaciones llegan a España en una exposición que acoge la Fundación Maphre hasta el 7 de mayo. Comisariada por Tere Arcq y Carlos Martín, la exposición Revelación rinde homenaje a la artista.
Leonora Carrington habla en sus obras de aspectos como el miedo, el dolor, la alegría, la extrañeza o la felicidad de una forma muy directa y refleja las diferentes etapas de su vida. Su imaginación y fascinación por el simbolismo se reflejan también en sus creaciones.
La vida de Leonora Carrington, de Inglaterra a México
Leonora pasa los primeros años de su vida en Inglaterra. Era la menor de cuatro hermanos y se rebela contra las normas impuestas a su clase. Fue expulsada de varias escuelas católicas y acaba estudiando en Florencia, en un internado femenino. En estos primeros años tienen mucha influencia cuentos populares que su madre y su niñera le contaban. Esto se reflejará más tarde en sus obras, donde cobran protagonismo figuras relacionadas con cuentos infantiles y juveniles.
De Florencia se va a París. y de ahí a Londres. La mitología, el mundo de la magia y el misticismo, lo oculto y la naturaleza llaman la atención que Leonora Carrington, que plasma estos temas en sus obras. Es en Londres donde conoce a Max Ernst, con quien inicia una relación sentimental. Sin embargo, al poco de conocerse, Max es arrestado (como muchos alemanes en Francia) y Leonora huye a España. Aquí sufre uno de los episodios más oscuros de su vida. Al poco de llegar a Madrid, es violada por tres paramilitares carlistas. Su estado anímico empeora y su padre la interna en un sanatorio en Santander.
Del centro, Leonora Carrington se escapa a Lisboa y allí se refugia en la Embajada de México. De ahí acaba en Nueva York, antes de instalarse finalmente en México, en el barrio de la Roma. En este país, encuentra calma, inspiración y cría a sus hijos.
Su obra en Revelación
Las obras de Leonora responden a su memoria. En ellas se puede hacer un fiel seguimiento a su biografía. Fue conocida como «La novia del viento» o «La bruja de México». La exposición Revelación acoge 188 obras de la artista ordenadas cronológicamente en la primera gran muestra en España.
Junto a esos jalones biográficos, la muestra se centra en los motivos que cruzan transversalmente un discurso complejo y arcano ante el cual el público puede sentir tanta fascinación como desconcierto: la elaboración del trauma, la introspección en los orígenes personales y sus relatos fundacionales; su implicación con figuras femeninas de carácter ancestral y sagrado; su identificación con el mundo animal, que confluye en el paradigma del ecofeminismo; su absorción de elementos culturales de los lugares por los que pasa, desde la pintura renacentista en Florencia hasta el arte mesoamericano en México; o su interés por formas no canónicas de pensamiento y espiritualidad, como la alquimia, la magia, el tarot o las mitologías borradas de la historia.
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