Duncan Macmillan, dramaturgo inglés, brilló en el Festival de Edimburgo de 2014. Su obra Every Brilliant Things agotó las entradas en todas sus presentaciones e inició una gira mundial que a día de hoy sigue en marcha.
Entre los espectadores de aquel Festival de Edimburgo se encontraba Pau Roca que enamorado de la obra y su puesta en escena rápidamente la llevó a los escenarios de Catalunya. Allí, recuperada como Les coses excepcionals, supone toda una declaración de principios acerca de lo que se considera verdaderamente extraordinario.
El autor Duncan Macmillan es un auténtico buceador en busca de todo lo que puede recuperarse en medio de la tragedia. Fue el caso de People, places and things -donde habla de la adicción a las drogas y el alcohol y la posibilidad de recuperarse. Su rotundo texto y puesta en escena lleva implícita una intención preciosa. MacMillan quería que las actrices que protagonizaran su obra sacaran sin vacilación su talento, brillaran al fin. Y lo consiguió, el éxito de público y crítica no dejaron dudas.
Más perturbador y extremo fue la incursión de MacMillan, junto a Robert Icke, en su particular puesta en escena de 1984 basada en la novela de George Orwell. Su representación provocó naúseas, desmayos y huída del público, incluso lesiones entre los actores. La mirada del dramaturgo que extrapolaba la distopía de Orwell a las torturas que se siguen produciendo en el siglo XXI, no daba tregua. A este respecto comentó:
«No estamos tratando de asaltar a la gente ni de generarles un shock de forma gratuita, pero no hay nada ahí o en la perturbadora novela que no esté pasando ahora mismo en algún lugar del mundo: gente siendo retenida sin un juicio, torturada y ejecutada».
Al otro extremo de esta experiencia se encuentra Every Brilliant things o Les coses excepcionals. Aquí se aborda el controvertido y no menos pertubador tema del suicidio, pero esta vez MacMillan le da la vuelta -menos mal. Se trata de la mirada de un hijo, que con 6 años deja una lista en la almohada de un hospital donde su madre se recupera. Feliz, comprueba que su madre la ha leído porque le ha corregido las faltas de ortografía. Ahí comienza la esperanza.
Ahora Pau Roca redacta junto al público de Les coses excepcionals esa lista de cosas extraordinarias. Puede ser la voz de Ray Charles o el bigote de Freddy Mercury, la risa de la de al lado, salir satisfecho de la peluquería o nadar desnudo. Si una vida puede contarse de muchas maneras, una es a través de una lista de pequeños placeres que van variando a medida que transcurre el tiempo.
Si se encuentran en ese estado en el que la apatía se impone, otórguense una oportunidad con Les coses excepcionals. Quizá descubran que un helado les puede salvar la vida.
Les coses excepcionals
Dirigida por Sixto Paz y El Terrat
Teatre Kursaal. Passeig de Pere III, 35. Manresa
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