En Más de Cultura siempre poner el foco en aquellas producciones que pretender dar algo más al espectador. Por eso, en esta ocasión os traemos una pieza a medio camino entre el teatro y la danza, una performance para hablar sobre la ruptura del género.

Y el cuerpo se hace nombre es una producción que nos invita a reflexionar sobre la ruptura del binarismo de género. Describir Y el cuerpo se hace nombre no es fácil, ya que se trata de un acto artístico, que mezcla tanto teatro como danza, así como la creación plástica y nos da una experiencia inclusiva.

En Y el cuerpo se hace nombre pone frente a nuestros ojos esa ruptura entre los términos de hombre y mujer estáticos. Esta obra parte de la temática trans, pero va mucho más allá pues deja de lado la dicotomía a la que estamos acostumbrados en nuestra sociedad para llegar a un lugar en el que abrazar la naturaleza individual de cada persona.

Al frente de Y el cuerpo se hace nombre tenemos a Consuelo Trujillo quien lleva las riendas de esta producción de CriaturadelArte. En la creación e interpretación encontramos a David Darife, Elizabeth Duval, Celeste González, Borja Maestre, Iñaki Rubio, Consuelo Trujillo y Ángela Villar.

En palabras de su autora, Consuelo Trujillo

A partir de la inspiración que nos trae la temática trans, buscando ir más allá de toda dicotomía para llegar a la unidad de la diversidad, a aquello que fluye libre desde su principio, a la libertad de ser sin nombre, al cuerpo, esta creación invoca el espíritu salvaje, colectivo y ritual de la fiesta dionisíaca: la búsqueda de la catarsis como camino de redención y aceptación de nuestra verdadera naturaleza. Lo que se gesta dentro de mí sucederá por sí solo: no voy a obedecerte a ti traicionando mi naturaleza.

Esta pieza pertenece por entero al grupo de creadores que en su proceso hemos participado. Esta pieza es un devenir que nos ha llevado a dejar de ser cada uno para disolvernos, más allá de nuestras diferencias, en una masa creativa que inicia el camino de la belleza una vez más. Una masa en la cual nada y todo nos pertenece, descubriendo con placer que bajo este cielo no hay palabra que nos nombre.

Y el cuerpo se hace nombre.

Hasta el 30 de junio en el Teatro Kamikaze de Madrid. Entradas ya a la venta.