¿Por qué nos atraen tanto los museos de cera? Hay una mezcla de romanticismo y misterio en estas figuras que no somos capaces de descifrar, sobretodo cuando nos encontramos en una atmósfera esotérica.
Pablo Raijenstein, acompañado de Lorena Toré, ha creado un espectáculo en el que da vida a los enigmas del Museo de cera de Madrid durante las noches de la capital. Una sesión reservada para grupos reducidos donde se indaga en el ilusionismo desde el punto de vista psicológico.
Si ya es toda una experiencia visitar un día normal este museo, disfrutar del recorrido con el aura de misterio encima supera cualquier expectativa.
Cómo nacen los museos de cera
Esta técnica escultórica fue desarrollada en el siglo XVIII por el médico anatomista de origen alemán Philippe Curtius. Se dedicaba a modelar diferentes partes del cuerpo humano para enseñar anatomía a sus estudiantes. Más adelante, dejó la medicina para dedicarse a retratar a diferentes personalidades en París.
Una de sus aprendices, Marie, comenzó a crear bustos de otros personajes como Voltaire y Rousseau, e inauguró exposiciones de bustos de celebridades de la época. Durante el estallido de la Revolución Francesa, Marie, que era favorable a la monarquía, fue obligada a realizar los bustos de los ejecutados a cambio de su libertad. Con las cabezas recién decapitadas en su taller, se encargaba de sacar los moldes y hacer las recreaciones. Figuras ilustres como Luis XVI, María Antonieta o Robespierre se incorporaron a esta macabra nueva colección.
Tras contraer matrimonio con ingeniero François Tussaud, Marie adquirió el apellido que da nombre al museo de cera más importante del mundo, el Museo Madame Tussauds de Londres.
Con este precedente macabro, la aventura de asistir a una sesión de ilusionismo con figuras de cera se convierte en una experiencia sorprendente. Además, el Museo de cera de Madrid cuenta con un encanto especial por la “originalidad” de sus creaciones.
*Fotografía de portada: Pablo Raijenstein y Lorena Toré en Mentalismo en el Museo de Cera
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