Sobre gustos no hay nada escrito, sobre atracción sexual, tampoco. Si alguna vez te han dicho eso de: «¿cómo te puede gustar ese?, con lo feo que es», no te alarmes, a lo mejor lo que pasa es que eres sapiosexual, o lo que es lo mismo: que lo que te atraen son las mentes, como a Martín Hache. Para comprender mejor qué significa este término, charlamos con Emma Ribas, doctora en psicología, psicoterapia individual y de pareja, sexóloga y especialista en mindfulness.
Del latín, Sapio, se une con Sexual para catalogar a todo aquel que siente atracción sexual por la inteligencia del otro: «es un término que ha empezado a ponerse de moda», explica Emma Ribas, «nombra algo que siempre ha pasado. El físico queda en un segundo término. Por ejemplo personas que te estimulan porque son más ágiles mentalmente o más ingeniosas, de mente más abierta…»
Sin embargo, la sapiosexualidad no tiene tanto que ver con el coeficiente intelectual: «hablamos de personas que se enamoran de una conversación, de la comunicación que abre las puertas a la sexualidad». Y aquí, las mujeres vamos con ventaja, según apunta Ribas: «El hombre se estimula más visualmente, dan más importancia al atractivo físico que las mujeres, tenemos cerebros diferentes. La mujer necesita esa parte de conversación. Algunos estudios científicos ya están hablando de esto».
En cuanto a la presión social imperante sobre ese «encontrar a alguien guapo» frente a «encontrar alguien interesante», la experta destaca que todavía existen «los mitos del amor romántico, las películas, falta dejarnos llevar por el primer contacto y a partir de ahí tirarnos a la piscina».
Reconoce que en la consulta, cuando se trata de terapias de pareja, a menudo se encuentra haciendo el trabajo de asesora del amor: «ayudo a personas a que puedan racionalizar en lugar de dejarse llevar por la primera adrenalina del enamoramiento. A reflexionar sobre qué valores tiene que tener la otra persona».
Psicóloga, coach, sexóloga y asesora de Tinder
Se pierde así el tabú de ir a un psicólogo pero existen cada vez más terapias de pareja, incluso sesiones de coaching para elegir la pareja adecuada, donde figuras como la de Emma Ribas pasan por la tarea de incluso asesorar al paciente en cómo utilizar aplicaciones para ligar.
Sesiones de coaching personalizado para elegir a la pareja adecuada «muchas sesiones me las paso viendo a gente en las aplicaciones y ayudando a seleccionar». Comenta entre risas que no se hubiera imaginado nunca que a su despacho fueran a acudir personas para una asesoría de este estilo.
Okcupid, precursor de la sapiosexualidad
Aunque en España el gigante en cuanto a búsqueda de la media naranja ideal es Tinder, lo cierto es que, según nos cuenta Emma Ribas, la sapiosexualidad comenzó a convertirse en un concepto más asentado gracias a la aplicación Okcupid. Esta App tiene, entre sus múltiples opciones, la etiqueta sapiosexual para aquellos que asuman que les importa más el contenido que el continente. También otras categorías sexuales como asexual, para etiquetar al máximo al individuo.
Sobre esta necesidad de etiquetar, Emma Ribas no concibe como algo negativo el llamar a las cosas por su nombre: «Creo que se está dando visibilidad a diferentes formas, orientaciones o gustos. Esto nos ayuda a sentirnos identificados en unos conceptos determinados». Además, cree que es necesario ser claro en una aplicación para descartar cuanto antes las opciones que no interesan.
El trabajo, los estímulos, la vida en ciudad, hacen que cada vez sea más complicado dedicarle tiempo a relacionarnos en círculos sociales. La sexóloga defiende, por tanto, el buen uso de estas aplicaciones porque provocan que las personas puedan conocer a otras en contextos en los que jamás se hubieran encontrado: círculos sociales diferentes, ciudades diferentes… etc.
Eso sí, no se libra de nuestra clásica pregunta: ¿Más de Cultura y menos de qué?
Menos desinformación sexual: «la consulta la tenemos llena de disfunciones sexuales. Personas que tienen problemas por la desinformación y es necesaria la educación sexual».