Fotografía: Silvi ManneQueen en Fabulous Ball por Patricia Nieto.
Entre los años 70 y 80 Nueva York fue el escenario donde se fue creando la escena ballroom. Una serie de espacios seguros donde la comunidad LGTBI y afroamericana encontró un refugio para desarrollar su creatividad. Así, técnicas como el voguing, cada vez más mainstream, forman parte de la escena. La bailarina y coreógrafa Silvi ManneQueen descubrió la escena precisamente allí y forma parte de los profesionales que trabajan por extender ese espíritu desde otros paises. Fundadora de la comunidad Kiki House of F.A.B. y la asociación Madrid Ballroom Scene, presenta Voguing de una noche de verano el 29 de agosto dentro de la programación de los Veranos de la Villa en Madrid.
ManneQueen se toma un tiempo para charlar con Más de Cultura del movimiento, la escena ballroom, las houses y kiki houses y los retos a los que todavía se debe enfrentar el colectivo en una sociedad cada vez más tolerante. Una entrevista inclusivamente interesante.
¿Quién es Silvi ManneQueen?
Es mi nombre artístico. Soy profesora de danza y coreógrafa pero al fin y al cabo artista. Empecé a bailar con 3 años y estoy relacionada profesionalmente con danzas urbanas como el hip hop, el house y otros estilos que provienen de Estados Unidos desde 2003. Estoy vinculada con el voguing desde 2009.
¿Qué es el voguing y la cultura ballroom y cuándo empiezas a interesarte por ello?
Desde 2003 hasta 2009 estuve bastante centrada en la parte del hip hop, house…escenas muy underground que también tienen mucho fundamento en Nueva York. En mi caso, como bailarina, soy una persona muy inquieta y siempre quiero aprender más.
Antes no había este nivel de redes pero ibas a un viaje, alguien te pasaba un vídeo, te contaba una historia…Y en unos de esos viajes, en 2009 en Nueva York, empecé a conocer más de cerca el voguing y el waacking, dos estilos que en España se confundían mucho.
Estuve allí unos meses formándome y tomé contacto directo con gente de la escena ballroom, donde me di cuenta de que el baile conocido como voguing es la forma, pero cultura ballroom significa muchas más cosas.
El baile es la forma, pero el movimiento significa muchas más cosas.
La palabra voguing, a posteriori, se ha definido como la parte bailada y ese voguing pertenece a la cultura ballroom, que implica mucho más.
Por ejemplo, las balls son encuentros que se estructuran en categorías. En algunas se baila voguing, pero hay otras donde se desfila, o donde se muestra la belleza, los outfits o el sex appeal, independientemente de los estándares de la sociedad.
Para formar parte de la cultura ballroom no es necesario saber bailar. Hay a quien se le da bien crear vestuarios, gente que maquilla muy bien, que sabe hacer pelucas… hay muchos aspectos donde una persona puede lucirse o hacer que otros se luzcan.
Luego está el tema de pertenencia y comunidad ¿Verdad?
Para mí, el sentimiento de pertenencia y la comunidad es fundamental desde los orígenes de la cultura ballroom. Por ejemplo, el apoyo entre unos y otros, las houses y las figuras de padre o madre.
En las houses originarias de Estados Unidos de los años 80, la función de una madre o un padre era apoyar a sus hijos, hacerles crecer como personas. Darles el cobijo con el que no contaban en sus familias de sangre por pertenecer al colectivo LGTBI.
Personalmente, sentí ese apoyo al adentrarme en la escena ballroom europea, por ejemplo en París, donde una persona que no conocía de nada me ofreció, literalmente, su casa y sus llaves.
En las balls también se aprecia ese espíritu de comunidad entre las personas que participan. Casi siempre, cuando termina una ball, se me acercan participantes para comentar el increíble ambiente en camerinos, con todo el mundo ayudándose.
Al mismo tiempo, también hay rivalidad entre houses. Porque al fin y al cabo funcionan como si fuesen equipos y en una competición todo el mundo quiere ganar. Hay quien piensa más en participar y hacer crecer a los miembros de su house y otros que piensan solo en ganar. Cada casa tiene sus normas y sus objetivos.
¿Se puede entrar en una de las houses? ¿Se siguen creando a día de hoy?
Claro que sí. Por lo general, existen dos escenas. La escena principal, con las houses más conocidas como Balenciaga, Miyake-Mugler o LaBeija (la mayoría suelen tener nombres de diseñadores o los apellidos de los que crearon las primeras houses). Y luego está la escena kiki, con sus kiki houses y sus kiki balls, que es un ambiente más fresco y más amateur, con unos estándares no tan altos y donde no hay tanta competitividad. Normalmente, para pertenecer a una house te tienen que hacer una propuesta.
Hay todavía muchos prejuicios sobre este mundo, a pesar de que hay documentos audiovisuales que tratan de explicarlo como Paris is burning ¿Con la apertura de mentes de los últimos años se ha avanzado en esto?
La situación actual que vivimos en España difiere mucho de los orígenes de la escena en Estados Unidos. Aunque ahora hay mucha más libertad y tanto este documental como la serie Pose dan visibilidad a la diversidad. Entendida en sentido amplio (diversidad de cuerpos, de orientación sexual, de género, razas, etc.).
Pienso que queda mucho por hacer. Hay muchas ciudades de España donde todavía sorprende ver a dos personas del mismo género de la mano o a hombres poniéndose unos tacones o maquillados…
En los orígenes de la escena, formada por personas trans y racializadas del colectivo LGTBI, se buscaba un espacio seguro y una vía de escape a la opresión diaria que imponía la sociedad. La escena ballroom servía para empoderarse, liberarse y vivir fantasías.
¿Es muy diferente la cultura ballroom en Estados Unidos de la Europea o Española?
Total. La situación es muy diferente a nivel social. Como he comentado, estamos en una época distinta. Las cosas han evolucionado y las problemáticas sociales también: por ejemplo, un debate actual de la escena es si se crean categorías enfocadas a personas no binarias.
En Europa, cada vez es más visible esta identidad y quizás en Estados Unidos no tanto. Aquí hay personas a las que ser diferente les ha hecho empoderarse y acercarse a la escena ballroom para encontrar su sitio. Hay categorías OTA (Open to all) abiertas a cualquier tipo de género o identidad, pero también otras que son muy específicas, como Femme Queen para mujeres transexuales, Butch Queen, para chicos gays.
¿Qué habéis preparado para Los Veranos de la Villa?
En Veranos de la Villa tendremos una kiki ball llamada “Voguing de una noche de verano” cuya temática está inspirada en la ciudad de Madrid. Los vestuarios de los participantes estarán inspirados en referencias como chulapas y chulapos, la movida madrileña, Cibeles y Neptuno o las estatuas vivientes que hay por el centro. Para la categoría Vogue Femme, hace un guiño a los llamados «gatos», que es como se conoce a la gente de Madrid.
Hemos creado una categoría para principiantes: Beginners o Virgin que se inspira en el oso y el madroño diseñado por en el oso y el madroño que ha diseñado Okuda San Miguel para el cartel de los Veranos de la Villa.
Eso sí, debido a las restricciones del COVID-19, los asistentes deberán contar con mascarilla. La protección no es incompatible con la creatividad.
¿Próximos objetivos que te gustaría conseguir?
Me interesa mucho generar comunidad. Para ello, son necesarios el apoyo y el respeto, pero también la formación a varios niveles.
Colaboramos, por ejemplo, con entidades que se ocupan del estigma que existe con el VIH y de la prevención para que las personas de la escena estén alerta. Es importante que los más jóvenes del colectivo tengan acceso a la información relacionada con la identidad, el género o la orientación sexual.
Otro de los objetivos es conseguir un espacio para que la comunidad pueda practicar, dialogar, ver documentales o recibir talleres y charlas.
Para quien le esté interesando este tema ¿Alguna recomendación para documentarse?
Además de Paris is Burning, y del documental KIKI, recomiendo un libro muy bonito que se llama Voguing and the house ballroom scene of New York City 1989-92.
¿Más de Cultura y menos de qué?
Más Cultura, más investigar, más explorar. Más informarse y más apoyarse unos a otros. Menos de todo lo contrario. Si nos apoyamos entre todxs, todo es más fácil ¿no?
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