Esta es la historia de una informática que se lió la manta a la cabeza y se lanzó a una pasión personal: la creación de juguetes y de preciosas piezas de mobiliario infantil.
Lo que le hizo decidirse fue la buena acogida que tuvo en su blog personal, la fotografía que hizo de una cocinita de juguete que había realizado para sus hijos. Ahí comenzaron los primeros encargos y su nueva vida profesional.
Macarena Bilbao se caracteriza principalmente por su exquisito gusto y la maravillosa labor artesana que imprime a cada una de sus piezas. No hay más que visitar su bonita página web para quedarte encandilada y desear fervientemente viajar en el tiempo y jugar con cada una de sus propuestas: además de cocinitas, casas de muñecas, puestos de mercado, cajas de herramientas, menaje, comiditas hechas con crochet… Un universo bello y amable donde pasar horas fabulando y soñando.
Junto al excelente gusto de Macarena, su compromiso por utilizar materiales respetuosos con el medio ambiente, lo que se traduce en elementos cuya manipulación por parte de los más pequeños también es saludable. Por ejemplo todos los productos realizados en madera -con sello FSC (Forest Stewardship Council) se tintan con pinturas acrílicas al agua con bajos niveles COV y el acabado consiste en una capa final de cera de abeja.
Además, al tratarse de un trabajo 100% artesanal, los pedidos pueden ser en gran medida personalizados. Tanto medidas como colores pueden ser elegidos por el cliente.
El trabajo de Macarena no sólo queda en juguetes, sino que también crea mobiliario infantil. Estanterías, pupitres, tocadores, bancos con almacenaje… piezas encantadoras. Además ella está abierta a otras propuestas que estén fuera de su catálogo, las realiza, las muestra al cliente y le indica en cuánto tiempo las tendrá en su domicilio. Si la pieza pertenece a su catálogo en una semana está lista para enviar.
Dice Macarena que el atrezzo que acompañaba a sus cocinitas lo hacía sólo para que lucieran mejor en la foto, pero es tan atractivo que en seguida empezaron a solicitárselo sus clientes. Así las frutas de crochet, los vestiditos, las muñecas de trapo o los peces de madera también forman parte de la oferta. Está claro que toda creación que venga de su talento y su buen hacer es altamente demandado. Una merecida recompensa a un estupendo trabajo.
El universo de Macarena Bilbao está pensado para pequeños, pero estoy segura de que los mayores, con su deseo de volver a ser, por unos momentos, un niño, intervendrán para formar parte de esa burbuja donde se recrea la felicidad. Una maravilla, vamos.
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