Probablemente hayas caído aquí de casualidad y ni siquiera sepas lo que significa el término “Riot Grrrl”, o en el mejor de los casos has hecho click tras un arrebato de melancolía para rememorar tus años de adolescencia en los que tenías la habitación llena de tipografías grunge y posters de Las Vulpes. En ambos casos, me alegro de que estés leyendo estás líneas.
En unos años 90 en los que gran parte de la sociedad creía que la lacra machista se había superado, Kathleen Hanna, líder indiscutible de la banda Bikini Kill dio forma al movimiento de las Riot Grrrl. Definió la parte más combativa y punk de lo que ciertos estudios consideran la tercera ola feminista.
A modo resumen de lo que este movimiento significa, digamos que nació desde la música y se expresó como fanzine. Mujeres como Patti Smith o Joan Jett habían allanado el camino para que estas Riot Grrrls! bombardearan con sus letras la “falocracia del rock”.
Además de ser un movimiento vinculado a la música, tenía un carácter político del que se sirven muchas perspectivas feministas actuales. Si bien veníamos de una lucha centrada en el ámbito de los derechos institucionales, esta nueva ola reivindica la libertad individual de la mujer. Una revolución cotidiana, en el día a día. Se ponen sobre la mesa temas como la famosa filosofía del “Do it yourself”, el sexismo en las profesiones artísticas, los abusos y el acoso, las nuevas formas de sexualidad desde una perspectiva feminista… Y también la lucha contra la hipersexualización del cuerpo femenino, como forma de cosificación hacia las mujeres.
Con esta premisa, para entrar en materia de una forma más amena (y mejor de lo que yo os pueda contar), os presento libros sobre las mujeres más Riot Grrrl! que la industria del cómic ha parido. Ya hablamos en una ocasión de El club de las chicas malas, que entraría de cabeza en esta lista, pero ampliémosla un poco más.
The Riot grrrl collection
Una recopilación de fanzines, cartelería y otro tipo de material impreso que se publicó durante 1980 y 1990. Esta colección cuenta además como un prólogo escrito por la propia Kathleen Hanna y una introducción de Johanna Fateman. Está escrito por la activista Lisa Darms.
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Bitch Planet
Quizás el más bizarro de esta lista. Desde luego que la sinopsis no os va a dejar indiferentes: Distopía y humor negro, hasta ahí todo “normal”. Una sociedad en la que la Tierra está gobernada por elementos neocristianos y donde reina el capitalismo. Las vidas de las mujeres están controladas por el llamado Consejo de padres y aquellas que no aceptan el sometimiento son exiliadas al llamado “Bitch Plantet”. Esta serie de cómics está creada por la guionista Kelly Sue DeConnick y los dibujos por Valentine De Landro.
Paper Girls
Otro cómic de referencia muy ochentero. La historia trata de un grupo de cuatro adolescentes que se sacan unos ahorros repartiendo periódicos. Todo normal hasta que la ciudad es invadida por fenómenos paranormales. Todas son rebeldes a su manera y rompen de una forma u otra con los roles de género.
Una serie de historietas más bien moderna (2015) que tuvo mucho tirón por eso de que la nostalgia vende y la ciencia ficción más aún.
Lumberjanes
Adolescente es también este cómic sobre un grupo de amigas que vive una serie de sucesos extraños durante un campamento de verano. Teoría queer adaptada al público más joven. Cabe reseñar además que está escrito y editado por mujeres (Grace Ellis, Brooke A. Allen y Noeele Stevenson).
Ghost world
Puede que el mundo de Enid y Rebecca no sea tan interesante como el de los personajes mencionados más arriba, pero cierran esta lista por varios motivos. El primero son esas tragedias cotidianas que se suceden página tras página amparadas por una tragedia mayor de fondo que es el camino a la madurez. Y esa es la esencia del movimiento Riot Grrrl, la lucha contra la desigualdad de la mujer desde el punto de vista cotidiano. Cómo hacer frente a un problema global desde actos locales y centrados en una misma.
Otro motivo tiene que ver con el propio autor del cómic, Daniel Clowes, y la representación del vacío existencial en el se ha podido ver reflejado mientras escribía. En este caso lo hace a través de los ojos de dos mujeres adolescentes (¡que además son inteligentes!). Un hecho bastante novedoso teniendo en cuenta la posición de privilegio del hombre creador del relato.
El último motivo hace referencia al otro pilar del manifiesto Riot Grrrl. Las protagonistas son dos mujeres que están cabreadas con la sociedad y con las normas establecidas, que llevan el “Do it yourself” grabado en la frente.
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