S.H. López-Pastor empezó hace años a llamar a puertas (literalmente) para presentar su primera novela a posibles lectores. Era 2011 y la novela se titulaba «Soy un gusano». Han pasado los años y Sergio ha publicado más de diez títulos, pero sigue llamando a puertas para encontrar a personas que quieran acercarse a sus obras. En Más de Cultura abrimos la puerta para hablar con S.H. López-Pastor y que nos cuente un poco más sobre su trayectoria y sobre su nuevo libro, “Juntos sin fronteras”, del que acaba de lanzar una campaña de crowdfunding.
– Queremos comenzar este cuestionario con una pregunta sencilla, ¿qué tal estás?
Ciertamente ilusionado porque vean la luz nuevos proyectos que tengo entre manos. ¡Qué nervios…!
– Sabemos que es complicado describirse, pero ¿quién es S.H. López-Pastor?
Soy Sergio, S.H. López-Pastor, un escritor errante. Me denominan así porque desde mis inicios he utilizado una poco ortodoxa manera de llegar a los lectores. Viendo que con mi primera obra publicada y siendo escritor novel era un imposible ser editado por una editorial de renombre, decidí remangarme y presentarme ante la gente. “Hola, soy Sergio; un escritor que está promocionando su primera novela y busco gente que le guste leer”. La primera vez que lo hice fue en octubre de 2011 con “Soy un gusano”, mi ópera prima. Hoy tengo doce títulos publicados en tres líneas narrativas y tras haber recorrido muchas ciudades y municipios de la zona norte del país, me satisface haber conocido de primera mano a más de 13.000 lectores que dan base a esta historia.
Creo que es un inicio que se configura como sólida plataforma para afianzarme en el mundo de las letras.
– «Juntos sin fronteras” es el título de tu nuevo libro, ¿qué podemos encontrar en él?
“Juntos sin fronteras” narra la vida de un maliense que tras su penoso viaje a Europa y un fortuito golpe de suerte logra afianzarse en París. Allí, después de décadas de esfuerzo, establece la Fundación Sea-Water. Fundación que, potabilizando el agua del mar, logra establecerse en países costeros del ámbito global y pone el foco en los más desfavorecidos. Sin embargo, grupos financieros de Wall Street, entre otros, ven en la mercantilización del agua potable un negocio en auge y giran sus cabezas al saber de los propósitos de Sea-Water.
Es una trama caracterizada por capítulos cortos que no dejan indiferente al lector/a, y que ofrecen un mensaje de cooperación, empatía, y posibilidad de un mundo mejor. ¿Es lícita la capitalización de un recurso natural? ¿Por qué hay gente que criminaliza la solidaridad? ¿Por qué están fallando los planes educativos? ¿Es posible mayor altruismo en los intereses económicos? Son cuestiones que brotan de una lectura que tiende a remover conciencias.
– Si tuvieras que definir «Juntos sin fronteras”, ¿con qué tres palabras lo definirías?
El título podría ser por sí mismo la respuesta, pero me ajusto a la pregunta: Cooperación, empatía, amplitud… de miras –si se permite-.
– Para lanzar este libro, has puesto en marcha una campaña de crowdfunding. ¿Qué recompensas podemos tener si participamos?
Desde Literaria Kalean pensamos en esta fórmula por ser un relato que apuesta por la cooperación. Es por eso que optamos por un micromecenazgo y para lograr el objetivo buscamos colaboradores. Comenzó el pasado 10 de marzo y tiene como duración un mes, hasta el 10 de abril. Tal como dices, y como desde Literaria Kalean apostamos por el fomento de la lectura, hemos pensado en recompensas en formato libro, de títulos anteriores.
El importe recaudado irá destinado a la impresión y el envío de los ejemplares a los mecenas.
Desde aquí animo a visitar la página y saber más del proyecto.
S.H. López-Pastor: “Hola, soy Sergio; un escritor que está promocionando su primera novela y busco gente que le guste leer”
– Literaria Kalean, literatura en la calle, es uno de tus proyectos. ¿Qué nos puedes contar de esta iniciativa?
Literaria Kalean nació en el año 2019. Junto con Ainara G. Álava –ilustradora-. Ambos hemos creado tres líneas narrativas: Ficción, no ficción y literatura infantil.
Apostamos haciendo hincapié en la educación de base. Creemos en el contacto directo; en el tú a tú. En el papel. Sí, editamos obras en papel sin dejar de lado la tendencia digital, porque nos encanta encontrarnos con los lectores. De hecho, llevamos años realizando talleres de ilustración, rutas literarias por numerosos municipios ofreciendo jornadas culturales enfocadas en las artes plásticas y la literatura. En fin, una aventura en un mundo de las prisas, de las pantallas y de esa inquietante inmediatez que nos empeñamos en crear.
– ¿En qué se parece el Sergio (o S.H. López-Pastor) que comenzó lo de llamar a puertas para presentar su libro al que está contestando ahora a estas preguntas? ¿Y en qué se diferencia?
Se asemeja, indudablemente, en la ilusión. La ilusión por crear una obra, publicarla, tenerla en las manos y desear fervientemente encontrarte con gente que la lea es algo que me acompaña desde el inicio.
La diferencia fundamental me la da la experiencia. Hoy ya no es importante que una editorial de renombre sepa de mí. Esta dinámica de hablar con lectores, hacer trueques, quedar para charlar y entregar un nuevo título a gente que aprecia lo que haces, no lo cambiaría por nada.
Son curiosidades que, pese a seguir navegando sobre un mar creado por ingentes cantidades de negativas, hoy me siento satisfecho de haber llamado a la puerta y haber intercambiado obras con la ganadora del planeta 2016, haber salido en numerosos medios de comunicación, en el programa de libros de La2, Página Dos, y, sobre todo, haber conocido y dedicado de primera mano mis obras a más de 13.000 lectores-protagonistas.
Lo que tengo muy claro es que la gente es la que lee. Y sí, lo hace mucho. No hay más que remangarse, salir a la calle y hablar con las personas para cerciorarse.
– ¿Cómo te llega la inspiración? ¿Cómo es tu proceso creativo?
Depende de la obra.
Recuerdo que, en la primera, vino todo de pronto. Fue un soltar. Un dique que se desbordaba y que, supongo, tenía muchas ganas de escribir.
En mi anterior novela me vino el título desde un primer momento: “La criadora” y ahí comenzó la cosa. Las ideas comenzaron a brotar. Una inquietante sombra que merodea por la infinidad de metros que poseen bodegas de Haro -lugar de residencia-, y tiene un método capaz de elevar a la magnificencia un vino mundialmente conocido. La trama va surgiendo al inmiscuirme entre la gente, las calles, los paisajes, los abstrusos calados… y, por supuesto, al percutir las teclas del ordenador.
En “Juntos sin fronteras” provino la inspiración de una sensibilización sobre esa gente que no tiene otra opción que dejarlo todo para buscar un lugar mejor para vivir. Quise indagar sobre esas experiencias que llaman a nuestras puertas –fronteras- y, en términos generales, miramos hacia otro lado. Hoy, con un nuevo conflicto en alza, me intriga sobremanera saber por qué abrimos los brazos a los refugiados ucranianos, cuando, al mismo tiempo, se apalean a los refugiados subsaharianos y, hace bien poco, ni siquiera teníamos en cuenta a los refugiados sirios. Indagar sobre el porqué de estas actitudes lleva a cosas muy sorprendentes. Un ejemplo: ¿Por qué hay gente que criminaliza la solidaridad?
La inspiración proviene de muchas fuentes. En el proceso creativo, además de la documentación, escritura y corrección, creo que hay un aspecto que hay que señalar. Y es la decantación. Disfrutar del remanso. Dejar que el texto descanse. La literatura va de eso. Para volver a retomar el texto, una y otra vez, hasta conseguir el relato deseado.
– ¿Puedes adelantarnos algunos planes de futuro que tengas?
De primeras, concluir con éxito el micromecenazgo de “Juntos sin fronteras”.
Desde aquí animo a la gente a saber más de él, hacerse con un ejemplar si es posible, compartir y dar así impulso a esta nueva obra.
Y…, esto es primicia; hay tres proyectos más en los que he puesto mucho empeño. Una obra que también se enmarca en la línea de ficción. Verá la luz a través de una pequeña editorial, y su trama es crítica con el entramado que hoy marca las directrices de edición. Y dos títulos más que se sumarán a la línea infantil. La intención desde Literaria Kalean, es que vean la luz en los próximos meses y dentro del 2022.
– ¿Qué referentes tienes tanto profesional como en lo personal?
Yo soy muy partidario de detenerme, reflexionar y seguir el camino que creo conveniente.
Dicho esto, los referentes son sobre todo escritores clásicos. También hago incursiones en obras de actualidad que me puedan llamar la atención, pero, sobre todo, aunque soy muy versátil en lecturas; en clásicos. Sé de sobra que sumergirte en ellos es una apuesta segura. De ahí se disfruta y se aprende mucho.
Victor Hugo, Luis Sepúlveda, Virginia Woolf, Saramago, José Luis Sampedro, Isabel Allende, Ana María Matute, no sé…, un largo etcétera.
– ¿Podrías recomendarnos el último libro, canción, película, obra de teatro, o cualquier expresión artística que te haya emocionado?
Llegó hace bien poco a mis manos un libro que abría posibilidades y con el que también disfruté de su lectura. Un más que original argumento. Digámoslo así, consiguió evadirme de la locura a la que nos enfrentamos día a día y entiendo que logra que valoremos el tiempo que no es otra cosa que la vida. “Volver a empezar –Replay-” de Ken Grimwood.
– Nuestra revista se llama Más de Cultura, así que la pregunta es, ¿Más de Cultura y menos de…?
Conflictos bélicos, intolerancia, censura, miedos, límites, fronteras, barreras y banderas… Por desgracia, otro largo etcétera.
Modibo Edihh, protagonista de “Juntos sin fronteras”, lo tiene claro. En sus palabras: Si no nos tuviéramos miedo, no existirían barreras, fronteras ni banderas.
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