«Qué pasión, qué entrega, sálvese quien pueda». Es la premisa de «Locos de atar», uno de los temas preferidos de Álvaro Fernández, el guitarrista de la banda Playa Cuberris. Y bien podría definir el entusiasmo con el que este grupo madrileño ha ido creciendo desde que éste y Pedro Girón la fundaran en 2013.

Así, junto con Dani Sánchez, Roy Santana y Álex Vallejo, el resto de integrantes de la banda, componen este quinteto de indie rock que acaba de estrenar disco: «Gigantes».  El próximo 27 de febrero formarán parte de esos grupos que siguen creyendo en la música en directo, en su caso, parte fundamental de su música. Será en el concierto en la Sala La Riviera de Madrid. A Valencia (Loco Club), llegarán un poco antes, el 19 de febrero. Inundarán las dos ciudades con sus melodías alegres y estribillos pegadizos.

Playa Cuberris

Nos tomamos un tiempo para charlar con Álvaro de los orígenes del grupo, cómo trabajan y cómo ve el la situación de la música indie en España. La clave, sigue siendo mantenerse con los ojos y los oídos abiertos a cualquier innovación en esta época tan cambiante.

¿Cómo es ese día en el que os convertís oficialmente en Playa Cuberris?

Nosotros veníamos haciendo música juntos desde hace mucho tiempo. Sobre todo Pedro el cantante y yo. Desde los 15 o 16 años ya teníamos proyectos. Un día pensamos en hacer un proyecto en español con ciertas enseñanzas que habíamos ido recogiendo. Luego ha ido evolucionando pero desde que decidimos que íbamos a hacer algo en español lo tuvimos claro.

En tu caso, que eres el guitarrista, precisamente las guitarras tienen un gran protagonismo en todas vuestras canciones.

Creo que ha sido desde el principio, pero tampoco pensado. Para nosotros no había otra opción. El lenguaje del rock and roll está cimentado en la guitarra. Bajo, batería y guitarra. Entonces, más que planificado o pensado, está casi escrito en nuestro ADN. De lo que somos nosotros como músicos.

¿Recuerdas alguna canción que haya surgido de una manera especial y que por eso le tengas especial cariño?

Seguramente «Locos de Atar«. Es una canción a la que le tengo un cariño especial por la manera en la que surgió. Fue en una noche de verano en una barbacoa en la que estábamos solo los de la banda.

Pedro tenía esa melodía inicial de la estrofa e hicimos los primeros versos ahí en esa noche. Ahí supimos ya que la canción iba a ser buena. Luego nos tomamos un tiempo para terminar. Íbamos quedando, Pedro iba terminándola por su cuenta… Pero sí que es verdad que esa noche supimos que esa canción iba a ser buena.

¿Cómo os organizáis en el trabajo?

Va cambiando la cosa. Últimamente nos hemos profesionalizado un poco en cuanto a los roles y ahora, por ejemplo, es prácticamente Pedro el que suele hacer la canción tal cual con la guitarra y luego el resto la arreglamos musicalmente. Añadimos las partes que hacemos cada uno con sus instrumentos. Yo hago las guitarras, Álex también hace guitarras….

A lo mejor sí que podemos echar un cable con alguna letra, con pequeñas cosas. La canción tiene meses de trabajo entre decidir e ir compaginando las cosas. Pero fundamentalmente las canciones las hace Pedro.

¿Los directos o las canciones tocadas en directo hacen que cambie el resultado final del tema?

Sí. Hay que tener en cuenta que una canción tal como se graba en un estudio, por lo general, a no ser que tengas muchos recursos para poder llevar a muchos músicos en un escenario, se van a utilizar cosas que luego en directo no se van a poder utilizar.

A lo mejor tienes grabadas cuatro guitarras y solo tienes dos guitarristas, o utilizas instrumentos que muchas veces no tienes. Entonces, yo creo que conviene, antes de grabar una canción, tocarla en directo. Para ver por dónde va a ir.

El directo es una pieza clave para nosotros y es importante saber cómo funciona la canción en directo para luego saber cómo la vas a acabar. Hay veces que sucede al contrario, primero la grabas y luego la tienes que llevar al directo y tienes que ver cómo hacerlo para ajustarlo y que funcione. Pero sí, muchas veces conviene primero hacerla en directo y eso es lo que va a determinar cómo la canción va a ser realmente.

Lo hablábamos hace poco con Arde Bogotá ¿Hay estilos musicales que son eternos pero siempre hay que intentar reinventarse?

Sí, totalmente. Más que intentarlo es una cosa cosa que ya sucede. Yo no busco innovar. Sencillamente creo que es una cosa que tiene que suceder de forma natural. Para que algo no suene a algo que ya se ha hecho. Dentro del rock eso es muy difícil.

De manera natural tienes que ir dando pinceladas para intentar sonar diferente. Al final la clave es que lo que hagas tenga algo de original. Es imposible tener éxito haciendo algo que ya se ha hecho.

Creo que en España no somos tan tolerantes a la innovación. Nos cuesta más y por eso todo lo nuevo siempre viene de fuera. Nos cuenta más inventar o aceptar cosas que son nuevas.

Para mí la clave está en innovar pero muy poco. Lo justo para que no te suene, por ejemplo, a Leiva o algo que ya existe y es mejor, pero no sonar tan diferente como para que suene extraño y la gente no lo acepte.

¿Habéis tenido que derribar a muchos «Gigantes» en este tiempo?

Sí, el proceso de creación del disco ha sido realmente de pelea y lucha contra nosotros mismos. En el lenguaje del rock tienes que pelearte mucho en cuanto a qué frase, melodía o arreglo vas a incluir. Precisamente para intentar que no suene demasiado manido.

Lleva sonando muchos años y es difícil. Sí que ha habido un proceso bastante sesudo para que suene rockero pero intentar (no se si lo hemos conseguido) que no suene a algo concreto, que no digas: «es un calco».

¿Cómo veis el futuro de los festivales? ¿Sois optimistas?

Esto ya es una visión personal, pero es la primera vez, desde que yo tengo uso de razón, que verdaderamente el futuro cercano es súper imprevisible. Creo que a todos los que estamos aquí nunca nos ha tocado vivir un momento histórico en el que no tienes ni idea de cómo va a ser la vida dentro de tres meses.

Yo personalmente lo veo con cierto optimismo. Creo que el verano va a ser guay en cuanto a festivales. Los veo bastante factibles porque de aquí a verano vamos a ver una mejora y al ser al aire libre todo es mucho más fácil.

Al tener más posibilidades de público son las más practicables porque se pueden llevar a cabo. Lo que veo más jodido es el tema de las salas. Que al final es la médula espinal de la industria, porque son en una época del año y funcionan como funcionan. Lo que para mí mantiene la industria viva y hace que la gente pueda vivir realmente de esto es el tener un circuito funcionando de salas, de teatros.

Eso lo veo más difícil. Los teatros sí que lo veo. He visto conciertos en los teatros este año y creo que, con suerte, gracias a esto nos daremos cuenta de que también se puede hacer música en teatros y que funciona como sitio para la música en directo.

Una banda como Playa Cuberris ¿Puede vivir sólo de la música?

Sí se puede. Hay que hacer las cosas muy bien. A lo mejor puedes no vivir sólo de la banda, sino de otros proyectos paralelos que tengas. En el mundo de la música hay muchas formas de ganarse la vida.

Creo que justo nosotros, si el Covid no hubiese aparecido, podríamos haber estado en ese punto. A lo mejor no de vivir pero sí tener ingresos compaginables con otra cosa. Pero depende, es lo que tiene la industria musical, que cada uno se lo monta de una manera.

Nos gusta descubrir talento, pero también que nos recomienden talento.

Hay una banda que nos gusta mucho que es lo que se llama un super grupo, porque está formado por músicos de otras bandas. Y por ese motivo se ha formado justo pre-Covid y les ha pillado la ola. Se llaman Bruna y está formada por músicos de mil bandas. Mclan, Leiva, Sidecars…etc. Son todos enormes músicos y no puedo parar de recomendarlos. Son emergentes pero para mí probablemente pronto dejen de serlo porque creo que van a hacer grandes cosas.

¿Más de Cultura y menos de qué?

Y menos de entretenimiento. Que a veces no es lo mismo. Al final es una elección personal. Que nos tomemos un tiempo cada vez que consumamos algo audiovisual para pensar en cultura y no en entretenimiento puro y duro. Tú puedes gastarte el dinero en cultura y en entretenimiento y yo creo que conviene más en cultura.