Chloé Bird es compositora, cantante e intérprete. Acaba de presentar el tema Tu luz, un avance de su próximo disco, Flores y escombros, un trabajo de claroscuros que busca la convivencia entre los extremos. Chloé Bird se atreve esta vez a componer en castellano. Tras sus anteriores trabajos, October Moon, The darkest corners of my soul, Un mundo de niños raros y The light in between, compuestos en inglés, Chloé hace un cambio notable para poder expresar mejor sus emociones.

Hablamos con ella para descubrir las curiosidades del nuevo disco y conocer mejor a la artista.

Acabas de publicar el single Tu luz, un adelanto de lo que será tu próximo disco. 

El disco se va a titular Flores y escombros y creo que eso va a ir plasmado. A nivel conceptual sigue un poco la estela de The light in between. Es un poco donde residen las inseguridades, las dudas del ser humano, como conviven la belleza y lo terrible, las flores y los escombros. Al final lo que hace bello todo este mundo es la convivencia de esas dos cosas, como se juntan y como no es todo blanco o negro y la gama de grises también es importante.

¿Cómo ha sido el proceso de composición?

Ha sido diferente de otros trabajos, más allá de la pandemia. Sí que es verdad que ha habido muchos cambios, el más notable es el cambio de idioma. Yo componía de forma habitual en inglés y este es el primer disco que voy a sacar compuesto entero en castellano. También hay un cambio de sonido porque la producción la está haciendo Pablo Lesuit, que es músico. Para mí era muy importante que la labor de producción de este disco la llevase un músico, para que entendiese mi idioma pero que lo pudiese ver desde fuera, con perspectiva.

«Hemos dejado casi más de otro disco fuera»

En cuanto a la composición ha sido un proceso mucho más rápido que al que estoy acostumbrada. Yo normalmente era super lenta componiendo y, no sé si por estar encerrada en casa a la fuerza, o porque estaban pasando muchas cosas a mi alrededor y eso hacía que pasaran muchas cosas dentro de mí, pero se han volcado todas esas emociones de una forma muy rápida en estas canciones del disco. Van a ser 10. Es la primera vez que he dejado muchísimas canciones fuera.

Ha habido que hacer una labor de elegir qué canciones entraban en el disco y qué canciones se quedaban fuera. Qué canciones hacían más redondo el disco a nivel conceptual, de letras, de sonidos… Hemos dejado casi más de otro disco fuera.

De hecho Tu luz no estaba pensada para estar en el disco. 

Claro, la canción llega después. Tu luz llega en verano cuando ya teníamos cerrado lo que iba a ser el álbum y elegidas las canciones. Y de repente surgió la canción. Como Pablo y yo estábamos siempre en conversaciones y nos enviábamos temas, le dije: «mira acabo de componer esto» y enseguida me llamó y me dijo que la canción tenía que estar dentro.

Yo sabía que era algo muy especial pero es verdad que muchas veces, hasta que no nos lo dice alguien, no somos capaces de saber realmente qué acabas de hacer.  A nivel de producción y de sonido sí que tiene una concepción muy teatral, casi de focos, como si fuesen cenitales y un diálogo entre el piano, la voz y la banda. Aunque es una canción mucho más delicada que La herida y que recuerda a trabajos míos anteriores sí tiene esa energía que está dentro del nuevo álbum.

«Después de The light in between estuve un año y medio sin componer nada»

¿Cuándo decides dar el cambio y componer en castellano?

No es un paso que haya realizado de forma consciente pero sí que creo que se han sumado pequeñas cosas que han desembocado en que ahora componga en castellano. Después de The light in between estuve un año y medio sin componer nada. The light in between fue un disco complicado después de haberlo grabado. Hablo por mí pero creo que también hablo por muchos compañeros de profesión, el nivel energético que supone la grabación de un álbum y el lanzamiento a veces nos supera un poco. Te quedas como vacío y yo sentí un poco eso cuando salió The litgh and between.

Cuando conseguí volver a componer, que fue al cabo de año y medio de volver a sentarme en el piano y sentir la necesidad, salió una canción en castellano de forma natural. No fue una decisión de marketing ni mucho menos. Era una época en la que yo estaba leyendo mucha poesía en castellano, estaba escuchando muchísima más música en español y creo que todo eso influyó. El maremoto emocional que tenía dentro influyó para que necesitase expresarme en el idioma en el que vivo.

¿Alguna canción a la que le guardes especial cariño?

Esto es como elegir entre tus hijos. Sí que es verdad que aunque las quiero a todas por igual hay una que me sigue emocionando muchísimo que se titula Miedo al miedo. Es una canción especial porque habla de un momento vital muy concreto pero que sigo sintiendo muy cercano a todo lo que estoy viviendo ahora. A pesar del miedo, no hay que tenerle miedo al miedo. Es una canción que me reconforta. Siento que me abrazo un poco a mí misma cuando la canto.

Esta es la primera vez que trabajas con Pablo Lesuit, antes autoproducías tus discos.

Sí, en The litgh and between sí que conté con Guillermo Otero para la producción, pero normalmente trabajaba yo sola en el estudio de grabación. Los músicos que se autoproduzcan me comprenderán porque es un suicidio.

Hay un poco de todo. Yo tiendo a ser bastante controladora en mi día a día, no solo en mi parte musical, entonces lo de delegar lo llevo regulín, lo tengo que asumir.

Por una parte está ese miedo a dejar la custodia de tus canciones en manos de otra persona pero por otra parte es muy liberador. No siempre tienes que estar de acuerdo con las propuestas que te hace un productor. Yo creo que eso también es muy importante la labor de producción y yo he tenido muchísima suerte. Me han hecho propuestas tanto Guillermo como Pablo super interesantes o a lo mejor algunas que no me han gustado tanto. Ahí está la libertad, tanto ellos para proponer como yo para encontrar otro camino con el que esté más conforme.

Está muy bien tener a alguien desde fuera que se tome las canciones casi como algo suyo y las cuida y las mima y las ve desde otra perspectiva. Se le ocurren cosas que a lo mejor a ti, estando tan dentro, nunca se te hubiesen ocurrido.

Más de cultura y menos de qué.

Más de cultura y menos de miedo.