Entre sotanas, peinetas y crucifijos, la censura se convirtió en trending topic y a Zahara le retiraron el cartel anunciando el concierto que da este viernes en Toledo. De forma casi simultánea, Murcia presentó el diseño de su Bendita Feria con una representación de la Virgen casposa y sin gracia, recordando que la religión (católica) debe estar al margen de la polémica. Las dos Españas, una vez más.

El arte y la libertad de expresión son dos conceptos que han ido y deben seguir yendo de la mano por encima de la opinión pública, de los ofendiditos y por supuesto, de la política. Sin esta premisa no habrían existido Mozart, el Bosco o Dalí. De hecho, la extrema derecha y su ejército de bots sólo han reavivado un debate caduco y demodé que a nadie interesaba ya. La música llevaba utilizando durante décadas la estética católica sin entrar en un conflicto moral de esas dimensiones. Se quejaban los cuatro agitadores de turno y se pasaba a lo siguiente.

Hace cuatro años Beyoncé presentó en sociedad a sus dos hijos vestida de Palomo Spain, un diseño claramente inspirado en la Virgen María. En realidad, es de sobra conocido su gusto por todo aquello relacionado con la estética religiosa. En Mine, videoclip en colaboración con el artista Drake, le ponía rostro y movimiento a La Piedad de Miguel Ángel. Y en los Grammy de 2017 lució una corona de oro digna de cualquier procesión. Estrellas como Lady Gaga, Britney, Madonna o Kayne West se han convertido en iconos de masas y poco les ha importado si su estética era una ofensa para el colectivo religioso. De hecho, en la mayoría de los casos sus departamentos de marketing buscaban eso, crear polémica para situarse en la portada de la agenda setting.

Peor suerte corrieron Mario Vaquerizo y Olvido cuando aparecieron, allá por el 2012, en la muestra fotográfica con imaginería religiosa del artista canadiense Bruce LaBruce que organizaba La Fresh Gallery. El local fue atacado con dos cócteles molotov y la ultraderecha convocó manifestaciones. Hace 20 años Jesús Vázquez protagonizaba la portada de la revista Zero simulando a Jesucristo en la cruz. Nadie fue condenado ni las imágenes retiradas.

En el mundo rockero, también se ha asumido que los heavys utilizan símbolos religiosos ya sea en contra o favor, como algo natural. A estas alturas de la vida, no nos sorprende ver imágenes de la máscara de Joey Jordison (Slipknot) o la portada de Extremoduro con Robe posando como Jesucristo García.

A decir verdad, los gustos de la extremaderecha ultracatólica me desconciertan. Mientras censuran carteles como el de Zahara, ponen a C Tangana en sus stories de Instagram. Un personaje nacido del marketing que además de utilizar crucifijos, cosifica a la mujer. ¿Será que el feminismo no les importa tanto?

 

*Fotografía de portada: Beyoncé posando con un diseño de Palomo Spain.  Instagram.