La canción popular está sufriendo una reinvención y los más jóvenes se atreven a resignificar el folklore para darle una vuelta de tuerca al mercado. Santiago y Sebastián Hernández son dos hermanos mexicanos afincados en Madrid. Junto a Xoan Domínguez, mitad de Blanco Palamera, forman el grupo Zuaraz. Beben de la canción popular mexicana y traen el bolero, el son jarocho o la habanera a nuevos escenarios y con letras actuales. Escucharlos te ayudará a descubrir el espíritu de las tabernas populares de México.

Zuaraz presenta su primer EP, Bugambilia. Hemos hablado con ellos sobre el futuro del folklore, el mercado musical y sus raíces de México y hemos descubierto, entre otras cosas, que el grupo se formó gracias a una clase de yoga.

¿Cómo nace Zuaraz?

Yo resido en Madrid desde hace 6 años. Santiago y yo desde pequeños escuchamos mucha música latinoamericana que nos juntaba con nuestros abuelos y nuestros padres. El bolero, el son jarocho… fuimos mamando eso de chicos. Yo me vine a vivir aquí y conocí al percusionista con el que tocamos ahora, Xoan, un extraordinario músico. Nos conocimos en una clase de yoga y fue amor a primera vista. Hacíamos comidas en casa y sobremesas y nos dimos cuenta de que eso tenía una vibración preciosa en nuestros cuerpos y nuestro entorno. De alguna forma se consolidó así.

En vuestras canciones encontramos boleros, habaneros… pero también mezcla de pop… ¿Quiénes son vuestros referentes a la hora de componer?

Hay una combinación entre lo decimonónico, lo anacrónico y lo muy vigente. Es decir, nos gusta mucho el bolero de Los Panchos, los versos del poeta mexicano Francisco Hernández, la música de David Haro, Natalia Lafourcade… un mix medio locochón. También referencias contemporáneas como Daniel, Me estás matando; Silvana Estrada, Blanco Palamera y Baiuca, proyectos hermanos en Raso Estudio.

Hay también mucho de pop contemporáneo, nos gusta escuchar de todo. La clave está en eso creo, en las referencias que uno tiene. Mientras más variado sea el menú, mejor.

Escuchar vuestra música es hacer un viaje a México, a las canciones de taberna. 

La idea es recuperar lo que hemos mamado. La música de taberna, la ranchera, el bolero, tratando de hacer un equilibrio con lo que escuchamos ahora. Lo que escuchamos es lo que nos une con nuestra familia y nuestro país estando lejos. Estando acá creo que es muy bonito poder mostrar lo que estamos haciendo que tiene que ver con nuestras raíces.

La canción popular está tomando su segunda ola

¿Creéis que la canción popular está en peligro de extinción?

Creemos que está renaciendo. Hay muchos proyectos que están tratando de recuperar eso. Daniel, Me Estás Matando o Caloncho, David Aguilar, Alex Ferreira, hacen cosas similares y son referentes. Están optando por eso y está pegando muy guay.

Creo que está tomando su segunda ola.

¿Cómo vivís el cambio de la canción popular que se está produciendo en el mercado?

Es interesante no solo en el mundo de la música sino también en el del cine y la literatura. Hay muchísimo ímpetu por el remake. Se hacen muchísimas versiones de películas que ya se habían hecho antes pero ahora se traen a un contexto contemporáneo o vigente. La música también está ahí en uno de sus territorios.

Seguimos estructuras del bolero con letras que responden a inquietudes de hoy en día

Nos gusta pensar que la canción tradicional no está desapareciendo sino que está resignificándose constantemente. Nosotros musicalmente agarramos ciertas estructuras musicales del manual del bolero pero las letras responden a inquietudes que tenemos con pantalla, con cuestiones de hoy en día.

La canción tradicional también encuentra una manera de traducirse a lo que es hoy. Con mucho respeto y muchísimo amor a fondos y formas del pasado que nos compone pero intentando encontrar un lugar en el presente que caminamos.

¿Alguna recomendación de talento?

Una escritora mexicana que se llama Verónica Gerber que tiene un libro que se llama Conjunto Vacío, editado en España en Pepitas de Calabaza.

¿Más de cultura y menos de qué?

Más de cultura y menos mala leche.