En la calle Campomanes, 13, en Madrid, había una librería donde, al entrar, el dueño te decía que por cuánto se la comprabas. Este mensaje atravesó unos 1.200 kilómetros, allá por París, a oídos de Terry Craven y Charlotte Dellatre y no pudieron más que atender la llamada y quedarse con el local.
Encontraron humedad, desorden y suciedad en un lugar minúsculo de nombre grandioso: “Petra’s International Bookshop”. Siguieron con el concepto internacional y bautizaron a su nueva criatura con un nombre más adecuado a las circunstancias “Desperate Literature”.
Terry y Charlotte eran libreros en la mítica “Shakespeare & Company”, librería parisina donde llegaron muy jóvenes y por trabajar ciertas horas al día tenían derecho a dormir. Sí, sí, en la propia librería.
Concepción de acogida al “escritor viajero” que también adoptan los que ahora son socios de Terry y Charlotte: Craig Walzer en Santorini con “Atlantis Books” y Corey Eastwood en Brooklyn con “Human Relations” y “Book Thug Nation”.
Ahora Desperate Literature, en tiempos de Amazon, goza de una salud envidiable. Su carácter internacional procura una clientela fiel y con una personalidad determinada donde abunda el amor a los libros: 70% de los clientes son británicos. Acompaña la singularidad del lugar y el esmero con que Terry y Charlotte acondicionaron los rincones donde los libros y los lectores conviven con la tranquilidad y el confort que ofrece un hogar.
En uno de los espacios, una máquina de escribir invita a quien entra a dejar su “legado”. Y para que la experiencia sea lo más agradable posible, en verano ofrecen agua helada con lima y en invierno té calentito.
Si bien «Desperate Literature» es la versión pocket de «Shakespeare&Company», esto no les impide ofrecer alojamiento. A cambio de una noche rodeado de aroma de libros, el viajero debe dejar una herencia temporal y una herencia duradera.
Entre las temporales: comida, incluso un abrazo, sirve. Entre las duraderas, las más obvias: otros libros, aunque una vez alguien dejó un gato…que ya no está.
Más información en C/ Campomanes, 13. Madrid
Deja tu comentario