Imagen para The New York Times. Artículo «Cuba sí, yanquis no» de Sergio Ramírez.
Pasear por los dibujos de Eva Vázquez (@evavazquezdibujos) es un ejercicio de doble sensación. Primero el impacto de sus colores y sus formas, después el mensaje que esconden. La última fase tiene que ver con la interpretación, sobre todo cuando éstos acompañan a los textos de páginas tan importantes como «La Cuarta Página» de El País o publicaciones en The New York Times.
Convive con otros tres compañeros de piso, su perra y sus dos gatos. Pero asegura que no le siguen hasta el ordenador desde donde trabaja. Ha trabajado en backgrounds para series y películas, diseños para niños y para adultos y cree que el arte, caricia o bofetón, tiene que despertar algo en la cabeza, el corazón o la piel.
Un ejercicio tan sensitivo el ver sus diseños, como leerla. Una artista que se presenta de esta guisa, con un retrato de su amigo F.H.Navarro para ofrecernos lo que hay en su cabeza:
¿Tienes en la cabeza el primer recuerdo relacionado con el arte?
Sí, perfectamente, fue con el cuadro de las Meninas de Velázquez, cuando estaba en 7º u 8º de EGB.
A mí el cuadro me pareció horrible, los personajes eran grotescos, no entendía que estaban haciendo ni como interactuaban entre ellos…pero fue la puerta del fondo, donde está el chambelán lo que me dejó loca: en un elemento plano vi profundidad, oscuridad, luz, oscuridad y luz otra vez…me pareció magia.
Me lo siguen pareciendo a día de hoy esa puerta y José Nieto en ella.
Leyendo alguna entrevista tuya decías que trabajar en ilustración te permite seguir indagando en temas que te interesan. ¿Qué temas despiertan tu interés o te inspiran?
Pues un montón, todos aquellos que tienen que ver con la forma de contar, desde como los elementos interactúan los unos con los otros hasta buscar como transmitir con el menor número posible de ellos, averiguar cómo eliminar lo que no lleve intención o añadir parámetros, pero que todo vaya con la misma sintonía, como si fueran instrumentos de una orquesta.
Averiguar nuevas formas de contar, no tener miedo a salirse de un estilo, avanzar y profundizar en cómo funciona y porqué unas veces funciona y otras no.
De tus estudios de animación y arquitectura nacen algunos trabajos de fondos para series y películas. ¿Cómo es trabajar para diseñar lo que hay detrás?
Hace ya mucho de eso pero fue algo maravilloso, aprendí un montón con los Hermanos Gallego que seguramente sean los mejores animadores e ilustradores infantiles de España.
Yo llegué a ese campo habiendo estudiado Arquitectura y Animación, lo que hice fue juntar esas dos disciplinas realizando los backgrounds, los fondos, donde no hay personajes.
«la separación entre lo infantil y lo de adultos ya casi no existe, los chavales saben leer e interpretar las imágenes mejor que un adulto»
Hay que tener en cuenta la biblia, el libro de estilo de la serie o película y no salirte de ahí, ajustarte al story board y finalmente componer la escena pensando lo que va a ocurrir en ella, por dónde va a transcurrir la acción, los distintos planos…mil cosas en las que yo jamás había pensando viendo animación y que descubrí gracias a ellos.
Has trabajado en animación para adultos y también para niños. ¿Qué diferencias hay en cada tipo de animación? ¿Se trabaja de manera diferente a la hora de diseñar las formas?
No que va, es similar, solo que cuando haces trabajos para adultos el tono es más gamberro, no tienes por qué ser tan literal, las metáforas comienzan a aparecer.
Cambian las formas y colores…pero ese límite se ha ido disipando con el tiempo, cada vez tenemos todos una cultura gráfica y narrativa, la separación entre lo infantil y lo de adultos ya casi no existe, los chavales saben leer e interpretar las imágenes mejor que un adulto.
Además del dibujo ¿algún otro talento oculto?
Si lo hay está muy oculto porque no doy con él, que yo sepa no. Alguna extravagancia que otra sí que practico pero llamarlas talento no sería cierto.
Tus ilustraciones se pueden ver en The New York Times o “La Cuarta Página” de El País. ¿Cómo es para ti aparecer en una de las secciones más potentes de este diario?
Pues al principio trabajar en El País me daba mucho respeto, recuerdo perfectamente el primer encargo y los nervios de ese primer dibujo, pero me encanta trabajar en prensa y en la sección de opinión, por la rapidez con la que has de solucionar el trabajo y por la complejidad del texto.
«me lo tomo como un diálogo con el autor, como una conversación donde yo respondo con una ilustración»
Fue un trabajo que busqué yo adrede, el de ilustrar otro tipo de encargos ha ido surgiendo con el tiempo pero ese lo busqué, preparé un dossier y lo busqué. El tiempo que paso realizando esas ilustraciones me encanta, verlo luego impreso no me produce ningún sentimiento extraordinario, no le tengo ningún amor especial a la obra terminada, pero si al proceso.
Cuando lees un texto ¿con qué detalles te quedas para trasladarlo a una idea gráfica?
Ay que pregunta más buena, es que todo el trabajo está ahí, en como leas el texto, en leerlo bien y entender que es lo que vas a responder con tu imagen.
Yo me lo tomo como un diálogo con el autor, como una conversación donde yo respondo con una ilustración, no ha de ser una traslación literal, ha de aportar algo más, nunca es un resumen ni una anécdota, has de enriquecer esa conversación apoyándote en un punto fuerte de ella, no en detalles que se alejen del contenido.
Esa respuesta lleva el tono que le quieras dar, más agresivo o amable, pero ha de ser quirúrgico y acercarse lo máximo posible a lo que quieres contar.
¿Son iguales los tiempos de trabajo para cada encargo?
Que va, en prensa puedes tener desde tres horas a un par de días pero no más, a mi me gusta mucho moverme en tiempos cortos, como tenga muchos días me pierdo, pero si son tres horas perfecto, has de ser resolutiva y centrarte, me parece lo mejor para trabajar, es un componente más, el tiempo como elemento de la imagen.
Pero precisamente en la prensa es donde mayor censura se ve por “lo que no se puede decir” ¿alguna experiencia cercana a la censura en tu caso? ¿Cómo ves esa línea entre la libertad creativa y la dura crítica?
Nunca jamás me han dicho o indicado nada sobre qué hacer o qué no hacer, ni me han censurado ninguna imagen, ni por ausencia ni por presencia de un nada que no consideraran el adecuado.
«todo lo que veas y experimentes en el mundo suma»
Yo creo que eso indica una buena labor por parte de la dirección de arte que sabe escoger a la persona adecuada para llevar a cabo el proyecto, sabe cómo vas a responder si hay un texto conflictivo, cuál es tu actitud a la hora de trabajar.
Muchas veces uno lee algo por el dibujo o coge un libro por la portada. Sin embargo luego a la hora del reconocimiento no se tiene tan en cuenta. ¿En tu caso hay algún autor que recuerdes que te haya hecho algún comentario sobre la ilustración que acompañaba su texto?
Siempre cosas buenas, la gente es amable y agradecida, si hay alguien a quien no le gusta lo que has hecho directamente no te dice nada, pero sí que hay gente que me ha escrito para darme las gracias y eso es un gesto precioso de verdad, se lo agradezco mucho.
¿Cómo crea un ilustrador su estilo propio?
No tengo ni idea, pero estoy casi segura de que es la suma de cómo piensas, de lo que sabes hacer y de lo que comprendes, con esto quiero decir que realmente tu elijes ese estilo pero que está condiciona por tus conocimientos y por lo que sabes realizar, la forma técnica y no solo mental del proyecto.
«El arte puede ser una caricia, no tiene que ser todo un bofetón, pero ese gesto ha de ser lo más autentico y honesto posible»
Al principio te fijas en los autores que te gustan, te acercas tanto que los copias tal cual, luego vas conociendo tu propia forma de trabajar y te vas soltando…todo lo que veas y experimentes en el mundo suma, todo tipo de arte te va a influir. Cuanto más sepas mejor.
De todos los años dedicados a la ilustración ¿desde hace cuánto puedes decir que vives de esto?
Soy muy afortunada, desde que empecé, yo llamé a puertas y me abrieron y ahora son más las veces que llaman a la mía, pero desde que empecé pude vivir de ello, austeramente al principio eso es verdad y con menos apuros ahora pero así fue.
«vivimos en un mundo donde todos mostramos la cara estupenda cuando seguramente nuestras miserias superen con creces las virtudes»
También te digo que fueron muchos muchos los meses en los que trabajaba todos los días una barbaridad de horas investigando y dibujando sin encargo previo, meses en los que no supe qué era estar de cañas con amigos. La necesidad es un motor potente, si no lo hacía no comía.
¿El arte tiene que ser provocador?
No, el arte te tiene que tocar una cuerda en el coco, en el corazón o en la piel…pero tocar esa cuerda que suena y te hace vibrar. El arte puede ser una caricia, no tiene que ser todo un bofetón, pero ese gesto ha de ser lo más autentico y honesto posible.
La mayoría de los artistas tenéis mascotas ¿es condición intrínseca rodearse de mentes no humanas o es sólo casualidad?
Es que estamos solos muchas horas al día, son geniales, son tus amigos, les dedicas horas de abrazos, mordiscos y arrumacos. Yo tengo tres compañeros de piso, una perra y dos gatos.
Vivimos los cuatro en armonía, dormimos juntos, me acompañan al baño cada vez que voy me observan maravillados haga lo que haga en el baño como si fuera la octava maravilla del mundo, pero jamás jamás me acompañan hasta el ordenador. Les debo aburrir soberanamente cuando trabajo.
¿Más de Cultura y menos de qué?
Menos de gruñir, menos de odiar a la gente aunque no entendamos porqué hacen lo que hacen, menos de sentirse inferior o desafortunado, vivimos en un mundo donde todos mostramos la cara estupenda cuando seguramente nuestras miserias superen con creces las virtudes. Menos ego, más amor.
De no gruñir y menos odiar, también van nuestras conversaciones con Olga de Dios y Mar Hernández que también forman parte de nuestro especial «Ellas ilustran el futuro«.
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