El mundo del vino es un mundo apasionante y complejo, en el que entran en juego muchos factores. En Más de Cultura hemos querido hablar con María Vargas, responsable de la Dirección Técnica de Bodegas Marqués de Murrieta y Pazo de Barrantes, para que nos cuente todo sobre el sector de la vitivinicultora.
¿En qué momento te das cuenta de que te quieres dedicarte al mundo del vino?
Siempre me ha gustado mucho la naturaleza y todo lo que tiene que ver con ella. Cuando acabé COU y tuve que decidir la carrera con la que continuar me incliné por la Ingeniería Agrónoma y ya durante este periodo tuve alguna asignatura de Enología y Viticultura, incluso durante el verano hice cursos enfocados totalmente a la Enología. Me pareció interesante completar mi formación con un Máster en Viticultura y Enología ya que todavía no existía la Licenciatura en Enología que también cursé a posteriori. En resumen, creo que a medida que fui avanzando en mi formación fui completando mi enfoque hacia el mundo del vino y no fue un momento concreto.
Eres la responsable de la Dirección Técnica de Bodegas Marqués de Murrieta y Pazo de Barrantes, para alguien que no tiene ni idea del mundo del vino, ¿qué significa exactamente lo que tú haces?
Hacer vino es entender e interpretar lo que ocurre en un viñedo y a partir de ahí intentar elaborar el mejor vino posible. Tanto en Marqués de Murrieta como en Pazo de Barrantes tenemos una particularidad que a la vez es un privilegio, y es poder tener el viñedo en propiedad, lo que nos permite que tanto su gestión como las decisiones que tomamos, vayan únicamente orientadas a la calidad. Lo explico a través de la uva del año pasado; un ciclo el de 2018 donde hubo muy pocas horas de sol para madurar la uva. En esa situación decidimos utilizar una tarea vitícola que se llama “aclareo” y que consiste en descargar a la cepa del número de racimos, en nuestro caso un 30% para intentar que al tener menos cantidad de racimos la cepa tuviera menos problemas para llegar a una óptima maduración, necesaria para la calidad de nuestros vinos. Pero claro, esto supuso sacrificar parte de la uva y que para ese año tendremos un 30% menos de vino.
En el caso de Marqués de Murrieta sólo hacemos vinos de categoría Reserva como nuestro Marqués de Murrieta, Dalmau y Capellanía (vino blanco) y Grandes Reservas, como nuestro premiado Castillo Ygay, por lo tanto, su paso por barrica es fundamental para llegar a conseguir el objetivo en cada uno de ellos. Posteriormente, la etapa que nuestros vinos pasan en botella antes de salir al mercado que también define mucho su personalidad, por ejemplo, ¡en Castillo Ygay estará al menos 36 meses!
En todas y cada una de estas etapas su cuidado y seguimiento es fundamental ya que cualquier error puede dar al traste con su objetivo final. Esto básicamente mi trabajo.
Llegaste a Marqués de Murrieta en 1995 ¿qué ha cambiado en tu forma de trabajar en este tiempo?
Cuando llegue a Marqués de Murrieta todavía no tenia 24 años y no había trabajado en ningún sitio previamente excepto en la empresa de mi familia, así que mis cambios van unidos a mi crecimiento personal y profesional. Durante los primeros años, mis responsabilidades fueron poco trascendentes, pero siempre existía un fondo de máxima exigencia y compromiso. Desde mis pasos iniciales aprendí muy bien qué era Marqués de Murrieta y qué se buscaba continuamente, y así en el año 2000, cuando mis responsabilidades pasaron a ser totales en el área técnica, ya tenía un poso muy importante de hacía donde teníamos que dirigir nuestras metas. Para ello es imprescindible rodearte de un equipo técnico con quien compartir inquietudes y retos, motivar al equipo humano que cada día se esfuerza para hacer mejor su trabajo y mirar siempre hacia adelante sabiendo que el camino que estamos dejando andado es firme.
¿Cuál es la parte de tu trabajo que más disfrutas?
Sin ningún tipo de dudas la vendimia. Es la parte mas bonita del año por la recogida de la uva que hemos estado cultivando escrupulosamente durante un año entero y que sin duda dará lugar a un vino único. Nunca dos vendimias son iguales …. ¡Ni parecidas!
Fuiste elegida Mejor Enólogo en 2017 por el prestigioso crítico Tim Atkin, Premio a las Ciencias del Centro Riojano y también recibiste el Premio Jarrerismo. ¿Qué significan estos reconocimientos para ti?
La verdad es que les doy una importancia relativa; en el caso de Tim y el Premio a las Ciencias, lo interpreto como un reconocimiento a un trabajo bien hecho y como una guía de por dónde hemos de seguir.
En el caso del Jarrerismo, la verdad, es que me hizo una ilusión inmensa ya que este lo sentí como algo mas cercano, de mi gente, de mi ciudad Haro y poder disfrutarlo con mi familia y amigos, resultó inolvidable.
Nacer en La Rioja (y más en concreto en Haro), ¿influye en tu decisión de dedicarte al mundo del vino?
Desde luego que estar rodeado de viticultores, bodegueros y vinos, sin duda tiene que influir. En mi caso, mi familia siempre ha cuidado cada momento especial o de celebración con un vino concreto del cual mi padre, que por hobby estudió enología, aunque nunca la practicó, nos contaba su historia y las razones de su elección.
Durante tu carrera profesional, ¿has vivido alguna situación incómoda por ser mujer? ¿Alguna vez has pensado “esto no me hubiese ocurrido de ser un hombre”?
La verdad es que, como mujer, no puedo decir que haya vivido ninguna situación en la que me haya sentido incómoda, o que alguien haya podido realizar algún comentario o actuar de una manera por la que me haya sentido ofendida. La realidad es que cada vez hay más mujeres al frente de bodegas. En el caso de Marqués de Murrieta, siempre ha habido más mujeres que hombres a nivel directivo, no es ninguna novedad.
A una persona que no entiende de vino, ¿cuál le recomendarías para que se iniciara? Y a un experto, ¿qué vino le propondrías para sorprenderle?
A quien se incorporara le intentaría ilusionar con nuestro Reserva Marqués de Murrieta y para un experto sin duda nuestro Castillo Ygay.
¿Ha cambiado el consumidor del vino?
Claro, a lo largo de estos años al consumidor se le ha transmitido desde la prensa especializada diferentes estilos de vinos que le han orientado a elegir su favorito. En mi opinión, esto puede llegar a ser peligroso, puesto que el mundo del vino es rico y muy diverso y esa pluralidad es la que debiera de difundir para que el consumidor elija la que más le guste.
No obstante, debemos tener claro, que cada día el consumidor es mas entendido y esto nos obliga a mejorar a todos los niveles.
¿Hay mucho postureo en el mundo del vino?
No debiera, el origen del mundo del vino es la uva y esta depende totalmente de las condiciones climatológicas; quien entienda este mundo desde otro punto de vista debiera de estudiarlo en profundidad ya que en mi opinión es de las profesiones mas humildes que debieran de existir.
¿Cuáles son tus referentes?
Mis padres y mi familia; son quienes me han educado, transmitido valores y apoyado a lo largo del tiempo.
Si miramos al futuro, ¿qué planes tienes por delante?
En este momento en Marqués de Murrieta estamos realizando un cambio completo, que incluye una nueva bodega que sustituye a la actual con nuevos edificios, maquinaría, la tecnología más avanzada existente en el mercado con sondas de temperatura, densidad, oxigeno, de averías de máquinas, alarmas, etc. y todo recogido en un scada. Ahora nos toca ponerlo todo en marcha.
Hay una expresión que se usa mucho que es “la cultura del vino”, ¿qué significa para ti esto?
Cuando trabajas en una Bodega histórica como es el caso de Marqués de Murrieta entiendes muy bien lo que es “cultura del vino”.
Hablamos de Marqués de Murrieta, bodega fundada en 1852, la primera bodega de La Rioja de la época moderna, esto quiere decir entre otras cosas que hace casi 170 años empieza su “historia” que hoy continúa y está mas viva que nunca, hace casi 170 años que se hizo la primera exportación de un vino nuestro … pero ya existían otras zonas vitícolas a nivel mundial como Jerez, Oporto, Burdeos o Borgoña donde ya llevaban muchos años comercializando vinos y si vamos más allá los romanos ya hacían vino …. Si entendemos el concepto cultura como un conjunto de conocimiento en el caso del vino lleva siglos acumulando.
En una escala más corta, cuando eres capaz de probar vinos con más de 100 años de vida, es cuando te das cuenta de la profundidad de este mundo, de su compromiso y de las dificultades ha superado para llegar hasta aquí, hasta hoy, superando problemas tan gordos como la filoxera, guerras, catástrofes climáticas y que sólo a base de experiencia y conocimiento se puede llegar a superarse.
¿Hacer calimocho con vino bueno es un pecado?
¡Imperdonable! Un buen vino siempre debe tener una buena copa, no necesita ningún acompañamiento adicional.
¿Qué libro, canción, película, obra de teatro, o cualquier expresión artística acompañarías con un vino?
La música, cada año en cada vendimia elijo una canción para que me acompañe. En mi caso, las diferentes intensidades que me transmite la música encaja con las diferentes sensaciones que aporta un vino cuando lo catas y conoces perfectamente toda su historia.
¿Más de Cultura y menos de qué?
Prohibiciones, cada día entiendo menos la necesidad de prohibir cosas en vez de intentar buscar soluciones a través de la educación.
Muchas gracias María por esta charla de vino y cultura.
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