Con más de 45 años dedicados al mundo audiovisual, el actor Pepe Carabias ha sido parte de nuestra infancia. Sobre todo por su faceta de actor de doblaje en series tan míticas como Oliver y Benji o programas como Un,dos,tres… Responda otra vez o Dabadabada. El próximo 18 de septiembre, le volveremos a ver, en esta ocasión de carne y hueso en la película Urubú, dirigida por Alejandro Ibáñez Nauta.
Una historia de suspense rodada en la selva amazónica en la que Carabias interpreta al profesor, antiguo conocido del protagonista. Será él el encargado de llevar al fotógrafo y a su familia a un lugar seguro para que el protagonista consiga lograr su objetivo profesional: encontrar al urubú albino. Una especie de pájaro muy difícil de atisbar.
Charlamos con el actor y nos cuenta que es «muy emocionante trabajar en un proyecto homenaje al que él mismo define como el gran Chicho Ibáñez Serrador«. Por eso, nos detalla que cuando su hijo le llamó por la vinculación con la época del Un dos tres ni se lo pensó. Entró de cabeza en el proyecto.
Su personaje, a pesar de contar con poco metraje, resulta especialmente relevante para la trama. Es el enlace entre el inicio de la historia y lo que posteriormente acontece. Charlamos con él de las dificultades que van implícitas a ponerse en la piel de un personaje con poco texto en guión. Reconoce que han sido fundamentales las conversaciones con Alejandro sobre un proyecto que «no dejará a nadie indiferente».
Aunque «quizá no es una película para el gran público, desde luego la gente que la vea no se a va a quedar indiferente ante esta película. No puedo contar nada, pero es una película que ha costado un trabajo increíble. Los compañeros se han pegado una paliza en la selva amazónica. Han trabajado en unas condiciones increíbles de dureza, con un clima impresionantemente bello, pero impresionantemente duro. El esfuerzo se ha visto reflejado en la pantalla». Además, nos recuerda que «la crítica ya le ha dicho a Alejandro que su padre, allá donde esté, estará muy satisfecho y muy contento de cómo ha cogido el mando su hijo».
Pepe Carabias es una de las voces de nuestra infancia
Pero para quien se esté preguntando de qué le suena este actor: ¿Se acuerdan de ese conejo blanco que tanta prisa tenía en Alicia en el País de las Maravillas?
Efectivamente, Pepe Carabias está en el imaginario de todos. Pero es una época mala para la industria del doblaje. No solo por las malas condiciones del sector y las múltiples huelgas, sino porque, en los últimos años, observamos mucho «intrusismo laboral» con actores que no se dedican profesionalmente al doblaje.
Aprovechamos la ocasión para preguntarle sobre un asunto que, personalmente, le cabrea: «Hay veces que dudo de si mis oídos son lo suficientemente buenos y le digo a mi mujer que suba la tele. Y no es que me esté quedando un poco sordo, es que no entiendo lo que están diciendo. Ese es el reproche más grande que yo hago. Que quieren ser tan naturales que muchas veces no se les entiende y lo principal de un actor o actriz es que se les entienda. Independientemente de eso tengo que reconocer que hay una cantidad de actores y actrices jóvenes maravillosos, perfectamente preparados, a los cuales admiro muchísimo».
Una herencia que sostiene viene heredada del modelo de negocio de Estados Unidos. Allí, sobre todo las películas de animación, son dobladas por actores de renombre que luego sirven para el marketing de la película.
En un intento de hacer lo mismo, «cuando esa película llega a España quieren hacer lo mismo. Quieren contratar a un actor o a una actriz importante del país y muchas veces cogen a gente que no sabe doblar. Que no tiene ni puñetera idea de doblar. Lo que quieren es poner su nombre en la cartelera. Esto es terrible porque les pagan muchísimo más dinero que lo que nos pueden pagar a los que habitualmente hacemos doblaje y en muchos casos el trabajo es francamente malo porque no tienen ni la costumbre ni la pericia del sincronismo».
Un papel de malo
Muy vinculado al mundo infantil y a los formatos televisivos para los más pequeños reconoce que le pica la curiosidad de hacer de malo. «Hasta ahora por mis condiciones físicas me he dedicado mayoritariamente al mundo infantil y sobre todo a la comedia. Y ahora me gustaría, si hubiese algún director que se atreviese, a hacer un papel de malo, de terrible, con mis 73 años hacer un papel de malo me encantaría. Ese bajito malo que tiene a su lado al gorila. Eso me encantaría».
Hay papeles de los que él llama «serios» por ser dramáticos y afirma que ha quedado muy satisfecho con ellos: «Yo siempre digo que un actor tiene la obligación de hacerlo todo. La comedia y el drama».
De momento, en uno de esos papeles «serios» veremos a Pepe Carabias en la gran pantalla el próximo 18 de septiembre cuando se estrene una de las apuestas del suspense del año: Urubú.
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