Ana Morales (Barcelona, 1982) es bailaora, pero además de eso ha basado su carrera artística en la creación de trabajos innovadores en torno al flamenco, un género vivo que cada vez encuentra más exponentes. En 2022 la también coreógrafa fue galardonada con el Premio Nacional de Danza en la modalidad de interpretación por su capacidad para “crear universos diferentes en cada interpretación que aborda”.
Se suma así ese premio a otros galardones que ya se ha granjeado a lo largo de su carrera como el premio Giraldillo al baile en la Bienal de 2018 así como los dos Premios Lorca (2019) a la mejor interpretación femenina y mejor espectáculo de flamenco; o el Premio Desplante (Festival Internacional del Cante de las Minas 2009).
Actualmente Ana Morales combina su carrera a nivel internacional con espectáculos por toda la geografía española. Mientras exhibe su obra “Peculiar”, en marzo viajará a Cádiz con el espectáculo “Tiempo de Luz” y en abril, presenta “Excéntrico”, un espectáculo en formato reducido de “Peculiar” en el Festival Ottobrun de Alemania. Así, la artista tiene su agenda 2023 repleta de espectáculos tanto a nivel nacional como internacional.
Se toma un tiempo para charlar con Más de Cultura de su trabajo, sus inquietudes artísticas y de cómo el flamenco sigue siendo una de las disciplinas más vivas dentro del arte.
Tienes una agenda repleta de eventos en 2023. Tu último trabajo es “Peculiar” y en marzo veremos de nuevo “Tiempo de Luz” ¿Qué vamos a ir encontrando en tus espectáculos?
Lo de «Tiempo de Luz» es algo que llevamos haciendo desde hace un par de años. Es una colaboración con Marina Bevian y Carmen Linares. «Peculiar» es la última creación. Estrenamos en París, hicimos tres funciones luego estuvimos en Barcelona, con dos funciones más y luego hemos estado en el teatro Maestranza. Ahora estamos esperando la distribución que normalmente se hace a largo plazo. Nos vamos a Alemania con «Peculiar» el 15 de abril y luego volvemos a Alemania en Agosto.
Este año, a raíz del premio nacional, ha sucedido algo. Mi espectáculo anterior que es «Cuerda Floja», un solo que tengo yo, ha suscitado mucha expectación porque es cierto que «Peculiar» es un espectáculo muy amplio con más artistas y de repente este año «Cuerda Floja» ha tenido un tirón por España impresionante y en ello estamos. Ahora nos vamos a Córdoba, haremos Cervantes, Arnedo, Marbella… muy guay. Así que muy contenta, la verdad.
¿Sirven realmente los premios o son algo simbólico y uno tiene que currárselo igual o más?
Pues mira, las dos cosas. Por un lado, sirven porque es muy representativo y al fin y al cabo para mi es como simplemente un reconocimiento a todo el trabajo hecho y al que queda por hacer, de algún modo. Luego es verdad que viene con una dotación económica con lo que también en este momento es importante para seguir asumiendo retos profesionales en esta carrera nuestra que es tan inestable.
¿Que hay que seguir currándoselo? Eso en esta carrera es obvio y hoy en día socialmente un premio no representa nada que te vaya a asegurar nada. Hay que seguir trabajando mucho.
¿En qué cambia la Ana que es coreógrafa con la que actúa o es creadora?
El tema es la dualidad que tenemos entre directores, intérpretes y coreógrafos… somos un poco todo, es una dualidad que, cuando la tienes, se lleva bien porque a mi me gusta estar en los dos lados, es algo que me fascina.
Yo probablemente tengo una carrera más larga como intérprete porque si es cierto que mi faceta de coreógrafa no viene de tantos años atrás, fue una cuestión más orgánica de carrera, te vas re-descubriendo.
Pero mi faceta más esencial siempre ha sido de intérprete. Hay gente a la que se le etiqueta como «buen coreógrafo», yo me he desarrollado mucho como intérprete. Ahora la dirección y la coreografía es algo que me fascina, me gusta y creo que está surtiendo su efecto. Es algo que me gustaría desarrollar mucho más, claro.
El flamenco, es quizá uno de los géneros que se ha reinventado más en los últimos años, ¿De dónde crees que viene ese interés constante por los artistas de fusionar el flamenco?
Pues yo siempre pienso que al flamenco le sucede lo que le sucede porque es un arte vivo con un poder de mezcolanza muy grande. Desde que nace. Desde su origen ya es un género híbrido que nace desde una fusión en el momento en el que sucede y se llama flamenco.
Es maravilloso porque el flamenco siempre forma parte del presente. Siempre es actual, tiene un abanico muy amplio de tradición que se sostiene y que nos encanta y hay que sostener porque sino no seguiría vivo. Pero luego al ser un arte con ese poder tan grande de poderse mimetizar con otras músicas, con otro género, siempre está vivo, con lo que siempre interesa al que lo hace.
Y en abril «Excéntrico».
Nosotros al hacer formatos grandes como «Peculiar» siempre intentamos, para que no se quede obsoleto en los espacios super grandes, tener un vértice, extraer algo de ese espectáculo para poderlo movilizar y que pueda estar en más espacios y que lo pueda ver más público. Para mí «Excéntrico» es un redux de «Peculiar» porque son los mismos artistas, son artistas que estamos dentro que durante el proceso de todo este año, se podrá ver en otros espacios más pequeños. Es un formato un poco reducido para poder hacerlo sin las condiciones técnicas que tienen otros espacios más grandes.
¿Más de cultura y menos de qué?
Yo como siempre soy más de todo y menos de nada… Todo lo que sea más en positivo, más cultura, vida social… más de todo.
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