Cualquier artista actual, se ha basado en obras existentes para crear las suyas. La gran cantidad de imágenes que visionamos en un día se almacenan involuntariamente en nuestro inconsciente. En ocasiones, ni siquiera nos damos cuenta o caemos a posteriori. Los dibujos, las películas, los cómics, las publicaciones de Instagram, Pinterest, la televisión… Nos bombardean con imágenes una y otra vez. Pero existe una delgada línea entre este hecho y el funcionamiento de las IA.

Las IA o herramientas de Inteligencia Artificial crean ilustraciones a partir de obras de otras personas de forma literal. Es decir, que fusionan varias imágenes ya creadas para hacer una nueva. De hecho, hay artistas que han identificado restos de sus propias firmas en las obras generadas por IA.

Es por esta razón, que muchxs creadores se han rebelado contra esta herramienta por su falta de transparencia y rigurosidad en cuanto a derechos de propiedad intelectual se refiere. Si hablamos de música, por ejemplo, a las canciones que se utilizan para crear una nueva melodía por IA se les paga un canon en concepto de derechos.

En el caso de las imágenes, es más difícil de limitar, ya que estas creaciones de IA se alimentan de bases de datos que muchas veces se cuelgan en Internet a modo de porfolio. De hecho, Microsoft Designer y su herramienta de IA llamada DALL-E crean imágenes de forma gratuita a partir de un texto determinado. En este caso, según las fuentes oficiales, no obtiene referencias a partir de una base de datos, pero tampoco especifican de donde viene esa «inspiración». Posteriormente han ido naciendo más herramientas de IA, como Stable Diffusion, que también crea imágenes detalladas a partir de un texto determinado. Sus resultados todavía no terminan de ser perfectos y por esta razón se ha convertido en motivo de mofa para la comunidad tuitera.

Otras voces, como la de Jessica Walsh, aseguran que la mayoría de creativos utilizarán esta herramienta dentro de unos años como un complemento y una inspiración.»Podemos elegir ignorarlo y volvernos obsoletos o podemos elegir otras formas creativas de trabajar con él», asegura.