Cien desnudos quedan al descubierto, representados en sus lienzos, en el Museo de San Telmo, en San Sebastián, que demuestran cómo el Renacimiento y la Ilustración marcaron un antes y un después en la representación de la anatomía humana.

Los siglos XV, XVI y XVIII sacudieron los cuerpos, expulsando la espiritualidad que les invadía en el medievo y en el arte barroco. Los artistas inspirados por las nuevas corrientes que buscaban un conocimiento exhaustivo de cómo eramos en todo nuestro aspecto carnal, encontraron en anatomistas y científicos ayuda práctica para explorar el cuerpo humano y después representarlo. Pero también al revés, los científicos necesitaron de los artistas para que ilustraran con precisión sus descubrimientos.

Pero centrémonos en el arte. Alejándose de cuerpos espiritualizados o dolientes, el Renacimiento y la Ilustración nos han dejado imágenes sensuales y absolutamente carnales, por un lado y representaciones anatómicas que atienden a esa necesidad de conocer de qué estamos compuestos. Los artistas seguían, de hecho, tratados concienzudos, a partir de los cuales componían la imagen, atendiendo primero a la estructura ósea y después la muscular para acabar «cubriéndola» de piel. En estas épocas artísticas y riquísimas intelectualmente, el elemento eclesiástico y la representación de cristos y santos no desfalleció, convivieron pacíficamente imaginería religiosa, voluptuosidad erótica y análisis fisionómico.

Pasiones humanas por Charles Le Brun

Pasiones humanas por Charles Le Brun

El aspecto emocional dio también sus primeros pasos durante estos siglos. Ayudados por intelectuales como Montaigne que decía «Somos maravillosamente corporales» o como Descartes y su Tratado de las Pasiones donde dice «Todo lo que es pasión en el alma, es acción en el cuerpo», los artistas se envalentonaron y se lanzaron a representar posturas y gestos que expresaban por primera vez emoción y sentimientos.

Esta muestra se compone de obras maestras traídas del Louvre, del Museo Thyssen, la Biblioteca Nacional, el Museo del Padro o el Lázaro Galdiano. Rubens, Zurbarán, Pedro de Mena, Charles Le Brun, Juan de Anchieta…comparten espacio para mostrar desnudos, liberados, al fin, de mordazas morales de otras épocas.

No se la pierdan.

“La invención del cuerpo. Desnudo, anatomía, pasiones”

MUSEO SAN TELMO

Plaza Zuloaga, 1. San Sebastián

Hasta el 17 de febrero de 2019