En el amor y en el arte, todo vale. Pero no se vayan a pensar que esto del poliamor y las relaciones no-monógamas es moderno porque ahora se hable más de ello. Lo cierto es que numerosas personalidades del mundo del arte compartieron este tipo de relaciones, aunque en algunos casos se haya sabido después.

Un tema que ha interesado a muchos, como Almudena Grandes, con su historia de «demasiado amor» entre los tres artistas de «[amazon_textlink asin=’8483835428′ text=’Castillos de Cartón‘ template=’ProductLink’ store=’masdecultura-21′ marketplace=’ES’ link_id=’bb8d1239-069c-11e9-a4cb-c55fe14b51fa’]» o la fábula política e incestuosa de «[amazon_textlink asin=’B0002OHZXY’ text=’Los soñadores‘ template=’ProductLink’ store=’masdecultura-21′ marketplace=’ES’ link_id=’d86c6d8b-069c-11e9-abf1-6fd5c47aac7c’]», la película de Bernardo Bertolucci.

La historia de los tríos en el arte se remonta años atrás. Los que pudieron, llegaron a acuerdos dentro de los matrimonios que ya existían, otros, convirtieron en un acto político la defensa de estas relaciones abiertas.

Un trío que pasó a ser cuarteto