Cuando en septiembre de 2018 nos enteramos de la noticia del fallecimiento de Ceesepe (Carlos Sánchez Pérez), sentimos que una parte de la conocida movida madrileña se apagaba. Ceesepe fue un pintor e ilustrador pero su obra no fue solamente la que se relaciona con esa movida.

Vicios Modernos. Ceesepe 1973-1983

Del 31 de mayo hasta el 22 de septiembre la Sala D y la sala E de La Casa Encendida acoge una exposición de este autor comprendida entre los años 1973 a 1983. Y es que antes de convertirse en el pintor que todos conocemos, Ceesepe desarrolló una carrera en el mundo de los cómics.

Existían en ese momento historietas o tebeos que desafiaban la censura y convencionalismos. Conocido como el «comix» underground y con focos como el Rrollo en Barcelona y la Cascorro Factory en Madrid, este movimiento consiguió juntar a jóvenes de distintos estilos y artistas en diferentes disciplinas.

Uno de ellos fue Ceesepe quien editó su primera historieta cuando tenía sólo 16 años. En ella Slober, un calvo melenudo que se convirtió en su protagonista más emblemático. Publicada en la revista Star, este cómic de Ceesepe corrió como la pólvora, haciendo que consiguiera una gran notoriedad en los lugares de España donde más libertad podía haber.

Pese a que el cómic aportaba libertad y la opción de no rendir cuentas a nadie, Ceesepe decidió dar el salto a la pintura, pues estas historietas se le quedaban pequeñas. Así fue como evolucionó y asentó las bases del trabajo por el que todos le conocemos.

Coetáneo de artistas como Ouka Leele, El Hortelano o Alberto García-Alix, Ceesepe fue haciéndose hueco y pasó de los fanzines a la cartelería de cine de la mano de Pedro Almodóvar, con el cartel de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Tras esto vinieron las incursiones en el cine como el mediometraje El día que muera Bombita, hecho mano a mano con García-Alix, y de ahí a convertirse en un referente de la pintura en nuestro país.

Vicios Modernos. Ceesepe 1973-1983

Del 31 de mayo hasta el 22 de septiembre

Sala D y la sala E. La Casa Encendida. Madrid