Hablamos con Grojo sobre el mundo audiovisual, libros, niños y proyectos de futuro. Grojo lleva casi 20 años dedicándose al mundo del cine. Títulos de películas como “La luna en botella” o cortometrajes como “La Gotera” y multitud de spots publicitarios llevan su sello. Desde hace unos años, además compagina esta tarea con la escritura y la edición de cuentos infantiles.

¿Cómo llega un cineasta a crear una editorial?

Por mi profesión siempre me ha gustado contar historias. Pero cuando hay recortes, los cuentacuentos somos de los primeros en caer. En épocas de crisis, todos pensamos en nuevas maneras de reinventarnos. A principios de 2011, monté PROSPEKT MIRA SL, una productora cinematográfica con la que intenté rodar mi siguiente largometraje. No conseguí financiar esa peli, y tuve que pensar en algo que hacer con mi recién creada compañía, algo más fácil de asumir para una pequeña SL.

Mi hijo Daniel, que entonces tenía 2 años, un día dijo ‘calabata’en lugar de ‘calabaza’. Lo que al principio no fue más que un error gracioso, pasó a convertirse en un proyecto editorial. Transformé la productora en editorial. Acababa de nacer la editorial INK ME, y con ella el personaje de CALABATA.

Si tuvieras que elegir, ¿cuáles de tus producciones y creaciones tienen más el sello de Grojo?

Sin duda alguna, los cortometrajes. Hace 20 años empecé haciendo cortos, rodeado de muchos amigos que con el paso del tiempo se convertirían también en profesionales. En aquellos cortos tomábamos riesgos, hacíamos las cosas que nos gustaban. No había mucho dinero, pero había una armonía en los equipos que nos hacía creer que cualquier cosa era posible. Esos cortos fueron mi tarjeta de presentación para poder trabajar más tarde en el mundo de la publicidad y del cine. 20 años después, y tras haber trabajado con los mejores profesionales del sector, me doy cuenta de que donde fui más libre y más yo fue con los cortos.

¿Qué es Calabata?

Calabata es mi retorno a la infancia, a través de los ojos de mi hijo Daniel. En Calabata está el niño travieso, imaginativo, para el que no parece haber límites. La vida se los pone, como a todos, pero Calabata es ese niño soñador y fantasioso que todos hemos sido alguna vez. Al principio pensé que los libros de Calabata serían sólo un bonito regalo para Daniel, pero después de numerosas lecturas y de firmar tres años seguidos en la Feria del Libro de Madrid, me he dado cuenta de que el personaje gusta a otros muchos niños. Calabata es gracioso y su humor irreverente y surrealista conecta muy bien con los chavales. A Calabata, como a cualquier niño, le gusta descubrir el mundo con sus propios ojos. No basta con que le digan que algo no se puede hacer. A veces se tiene que caer de una torre de sillas para no volverse a subir. Muchos padres me han dicho que sus hijos tienen los libros encima de la mesilla. Y esa sensación no tiene precio.

¿Cómo nace Calabata? Háblanos de este proyecto

En mayo de 2011, me puse a escribir y a dibujar el primer libro de Calabata, ¡NO PUEDO DORMIR! Quería hacer una colección de libros con el personaje, en tapa dura y con buena calidad de impresión. Al mismo tiempo que desarrollaba la historia, me iba informando de los entresijos editoriales y de los costes de la producción. Hablé con libreros, distribuidores e imprentas, que me contaron los diferentes problemas del mundo editiorial.

Una vez informado de los riesgos, tenía que buscar una forma de financiación para poder pagar los costes de impresión. Se empezaba entonces a hablar del crowdfunding, o micromecenazgo, que permitía crear proyectos artísticos mediante pequeñas aportaciones de muchos mecenas. De ese modo conseguí financiar el primer libro, y luego el segundo, y finalmente el tercero.

¿Qué encontramos en el mundo de Calabata?

Calabata es un niño con los mismos problemas que la gente de su edad: no poder dormir, hacerse un chichón, las ganas de hacerse mayor, el miedo a que sus amigos se rían de él… El mundo de Calabata es también un mundo fantástico de vampiros y dinosaurios, donde los monstruos no son los malos sino sus amigos. Bebe mucho de la lógica de Lewis Carroll aunque también encontramos atmósferas de Poe. No en vano, sus padres se llaman Mamá Carol y Papá Edgar… PESADILLA ANTES DE NAVIDAD, SHREK o TOY STORY fueron también grandes referencias a la hora de crear a Calabata.

¿Alguna anécdota que hayas vivido con Calabata?

Cuando registré la marca Calabata en el Registro de Patentes y Marcas, me encontré con la oposición al registro por parte de… ¡la calabaza Ruperta! ¿Cómo podía yo enfrentarme con todo un mito de mi infancia? Tuve un mes para presentar mis alegaciones, y, gracias a argumentos del estilo de ‘convivencia pacífica entre el Pato Donald y el Pato Lucas, o Mickey Mouse y Ratatouille’, conseguí que finalmente el Registro de Patentes me diera la razón y me concediera la licencia definitiva.

Danos una razón por la que deberíamos zambullirnos en el mundo de Calabata.

La lectura tiene que ser algo lúdico, que despierte la imaginación de los niños, que les haga soñar. Al niño hay que dejarle participar, debe hacer suya la historia, que la manipule y la ‘triture’ como cuando le das plastilina. La lectura no debe ser algo aburrido y pesado. Un libro bien ‘sobado’ es un libro que ha cumplido su objetivo. Calabata es una lectura que divierte a los niños porque les permite imaginarse mundos fantásticos. Hay muchos personajes a los que les ocurren cosas muy cotidianas, contadas desde un humor algo surrealista e irreverente que también gusta a los padres. Y creo que eso también es clave: los padres deben encontrar placer en contar los cuentos a sus niños. A cualquier niño le gusta ese ratito en el que sus padres le cuentan una historia. Por eso en Calabata también hay numerosos guiños para los padres.

¿Qué es “Calabata y el secreto del mantel”?

Es un cortometraje donde Calabata da el salto al cine. Es la unión de Calabata con esos cortometrajes de los que hablaba al principio. En un primer momento iba a ser sólo un vídeo viral para Internet, pero poco a poco se fue uniendo gente como René Dupéré, compositor de la música de espectáculos como Alegría o Saltimbanco, del Cirque du Soleil, y ha acabado siendo la primera incursión de Calabata en el mundo del movimiento. Ahora empieza su camino por festivales de cine.

Calabata se hace mayor. ¿Planes de futuro a la vista?

Mi idea es que el personaje siga creciendo y publicar un nuevo cuento cada dos o tres años. Me encantaría tener 70 años y dibujar a Calabata con 30, y ver en qué se ha convertido. Entretanto, estamos preparando un espectáculo que combinará el teatro, el circo y el cine, y que contará de nuevo con la música de René. Para más adelante, me gustaría también plantear una película. En fin, hay muchos planes para este niño calabaza.

 

Nos encanta Grojo, Calabata y todo lo que gira alrededor de este mundo. Por ello, en ArteGB y Centuria Films estamos tan contentos de poder trabajar en este precioso proyecto. Desde aquí os recomendamos que no lo perdáis de vista y que lo sigáis en sus perfiles en Facebook, Twitter, y otras redes sociales.

Grojo y Calabata tienen gran cantidad de planes que no podemos perdernos.