Fotografía: Magdalena Siedlecki
Las palabras de Mercedes Wullich impactan en el intelecto. Es periodista y empresaria, pero también se define como una aceleradora de mujeres que fomenta el lobby femenino. Charlamos con ella en calidad de Fundadora de MujeresyCia.com, que desde hace unos años ha puesto en marcha el ranking Top 100 Mujeres Líderes en España.
Con esta lista, ha cambiado el mapa del talento femenino en España y ha conseguido demostrar que no es que no haya mujeres en puestos de responsabilidad y dirección, sino que no las conocíamos. En su objetivo de dar visibilidad a estas profesionales, las categorías nos ayudan a identificarlas por sectores para que no se escuche nunca más lo de: «en este sector no hay mujeres».
Ante nuestra clásica pregunta, cita a Piroska Östlin, directora regional de la OMS en Europa, para recordarnos que «para muchas de las patologías que padecemos, el arte y la cultura serían un remedio».
¿De dónde surge Mujeresycía y el ranking Top100 Mujeres Líderes en España?
De una necesidad personal, de ver a mujeres fuertes e independientes en mi entorno familiar. Y de salir a la calle en mi post-adolescencia y darme cuenta de que las mujeres estaban ausentes, especialmente de los lugares en los que se tomaban las decisiones. Mujeresycia surge con la intención de normalizar esa presencia y darles protagonismo.
«nos comprometimos con lograr un verdadero mapa del talento femenino»
Luego, el ranking Top 100 Mujeres Líderes en España, fue más allá, con la intención de que los medios sepan dónde buscar a las mujeres que, por inercia, decían que no encontraban.
Nuestra convicción de que son muchas y de que hay talento oculto, nos lleva a descubrirlas y hacerlas visibles. En esta edición 2019, nos comprometimos con horizontalizar esa búsqueda y lograr un verdadero mapa del talento femenino en la geografía española.
¿Cómo habéis evolucionado desde 2011 cuando empezó esta iniciativa?
De manera exponencial, arañando las 300 postulaciones en la primera edición, hasta superar las 1.000 en la última. Y de 500 votantes online a los 28.000 de esta 8ª edición.
«Esto es como en la selectividad, a más inscritas, más talento, más alta la nota de corte»
Pero, sobre todo, nos alienta haber alcanzado 65.000 visitantes, en el período de votaciones, hombres y mujeres que han visto y profundizado en una enorme cantidad de perfiles de mujeres talentosas que no conocían. Mujeres que también empiezan a convertirse en referentes de muchas más.
Os envían las propuestas y luego ¿qué factores son los fundamentales a la hora de decidir?
Esto es como en la selectividad, a más inscritas, más talento, más alta la nota de corte, por decirlo de alguna manera.
Muchas quedan fuera, pero las que “aplican” más allá de que salgan o no elegidas, tienen un baño enorme de visibilidad que quedará en su mochila.
«La de Cultura, Ocio y Deporte es junto a la de Medios una de las categorías más reticentes»
¿Factores? Trayectoria, logros, hitos, una historia de vida que contar… se cruzan formando un tejido que determinará que la gente, la organización y un jurado ecléctico de 50 personas, se decante por unas u otras, sin que esto vaya en detrimento de las que no han alcanzado el mínimo de votos.
Siempre nos sorprenden los resultados. A veces damos por hecho que algunos nombres saldrán y no lo logran, y otras que no parecían tener posibilidades, se destapan y se convierten en Top 100.
De las 10 categorías que tenéis desde el inicio, ¿Cómo se reparten los votos?
Siempre son las Directivas, Alta dirección o Empresarias las que generan mayor movimiento. Pero la categoría de “Revelación y Emprendedoras” está en ascenso y eso es alentador.
En cambio, la de “Cultura, Ocio y Deporte” es junto a la de “Medios” una de las más reticentes. Como si pensaran que no lo necesitan o no supieran cómo hacerlo.
¿Qué lugar tienen las mujeres vinculadas a la cultura o las emprendedoras?
A pesar de que todavía falta camino por andar, este año tenemos referentes como Lucía Casani, directora de La Casa Encendida, Andrea González Pérez, que con 31 años es una de las primeras directoras de festivales de música en España. O Alejandra Fierro, fundadora y directora de Radio Gladys Palmera, una de las coleccionistas más importantes de la música de raíz latina.
Repite Mabel Lozano, directora de cine y documentalista cuyo eje es la lucha contra la explotación sexual y se estrena Juana de Aizpuru, pionera del coleccionismo de arte contemporáneo que a sus 86 años sigue al pie del cañón.
Desde la empresa, Julia Gómez Cora, que fundó su compañía de producción de comedia musical, Mercedes Bengoechea, catedrática en Filología Inglesa y referente de la defensa del uso del lenguaje no sexista o a Julia Sánchez Abeal, en Revelación, CEO de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que forma a jóvenes becados y acerca la música clásica a todos.
¿Creéis que las seleccionadas son conocidas por el público general o todavía nos queda mucho trabajo por hacer?
Muchas son conocidas pero el mayor mérito del ránking Top 100 Mujeres Líderes, son los descubrimientos. Mujeres con méritos enormes que nadie conocía hasta que pusimos el foco en ellas. Y que, a causa de ello, empiezan a multiplicar su impacto ¡porque las encuentran! Queda mucho por hacer, pero sabemos que es la manera más adecuada de acelerar los tiempos.
Cuéntanos en qué consiste la iniciativa engageMEN
Pusimos en marcha engageMEN, para involucrar a los hombres y que entiendan que la sociedad en la que crecieron tiene los días contados. Conviven con madres, hermanas, parejas, compañeras de trabajo… ¿no se dan cuenta de que todo ha cambiado? Un mundo mejor para las mujeres lo será sin duda para ellos.
«sin poder tenemos las piernas cortas»
Por eso los instamos a que actúen, asuman un reto medible en relación al liderazgo de las mujeres en sus compañías y que lo cumplan.Y luego, que no digan que no avisamos…
También eres autora de 6 mujeres, 6 voces, otra mirada sobre la mujer y el poder. ¿Es importante divulgar que existen, que están ahí y que pueden tener referentes?
El libro me permitió conocer a mujeres estupendas y montar mi propia tesis: “El poder sirve para hacer”. Quitemos al poder esa sombra que tiene cuando lo ejercemos las mujeres y sepamos que sin poder tenemos las piernas cortas.
Entender que la visibilidad y el lobby femenino son vitales para achicar las distancias que nos separan de nuestros sueños hará que nos convirtamos en referentes.
«para muchas de las patologías que padecemos, el arte y la cultura serían un remedio»
La educación y lo cultural nos han machacado con la idea de que tenemos que atravesar una larga y sinuosa carretera, que no es la de los Beatles, sino la cotidiana, porque las cartas ya están repartidas. Tenemos que barajar y dar de nuevo, y elegir nosotras cómo, de qué manera y con quién ir por la vida.
¿Retos para el futuro?
Puse en marcha el programa Aceleradora para que las mujeres aprendan cuanto antes a estar en sus pies, que no pierdan el tiempo dando rodeos para llegar a sus metas.
Nos toca ser militantes, mostrar los dientes y levantar la voz para pedir…Decir lo que pensamos y adquirir las habilidades que nos faltan. Mi reto es que la consigna #queteveanvenir se convierta en un movimiento, y contagiar a las mujeres para no tener que convencerlas.
Que pongan en sus agendas los pasos que deben dar para llegar al lugar donde quieren estar. Y que quienes las vean venir, sepan que no estarán dispuestas a abandonar el camino. O sea: o las acompañan o se hacen a un lado para dejarlas pasar.
¿Más de cultura y menos de qué?
Menos rigidez, menos ordeno y mando, menos certezas… Si no nos hacemos preguntas dispuestas a escuchar respuestas que pongan todo patas arriba, esa carretera de la que hablamos será inhóspita, oscura, intransitable y aburrida.
Leí ayer a Piroska Östlin, directora regional de la OMS para Europa, refiriéndose a un estudio pionero basado en más de 900 publicaciones científicas…Dice que lo que produce el contacto con el arte -cantar, pintar, bailar, ir a un concierto- es un plus para nuestro bienestar.
Es decir, que para muchas de las patologías que padecemos, el arte y la cultura serían un remedio. A mí no tienen que convencerme, pero siempre es bueno que nos lo recuerden.
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