Desde que el empresario Elon Musk adquirió la red social Twitter, su gesta nunca ha estado exenta de polémica. Que si el check azul de pago, las restricciones, los despidos masivos, las dudosas condiciones laborales… y ahora: X.

Es así como quiere nombrar ahora el gerente a su criatura. Todo con el objetivo de imitar al gigante WeChat, una aplicación China que aglutina funcionalidades de múltiples redes sociales.

Esta aplicación asiática desarrollada por Tencent ofrece funciones tanto sociales como de mensajería. A través de la funcionalidad WeChat Moments se pueden compartir mensajes de texto y voz, así como retransmisiones en directo, videollamadas, imágenes vídeos e incluso videojuegos. Además, su sistema de transferencia de archivos permite migrarlos del ordenador al móvil y viceversa.

wechat twitter

La función radar de amigos rastrea las personas cercanas a un perfil público para ofrecerle ampliar la red de contactos y las cuentas oficiales o verificadas tienen la opción de enviar notificaciones a sus suscritores para interactuar con ellos.

Incluso engloba otra serie de características que sin duda podrían ser el interés de Musk para migrar Twitter a un sistema similar. Con WeChat Pay la plataforma incorpora un sistema de pagos a través del móvil. También existen los Mini programas, con los que los programadores pueden crear y modificar el código de programas de menos de 10 megabytes en la interfaz de WeChat.

Con todo esto, ¿Cómo no resultar atractiva para imitarla a nivel mundial? Porque comentar la nueva versión del Grand Prix está bien pero la intención es que los usuarios usuarios puedan comunicarse y también comprar, consumir otros tipos de entretenimiento y quién sabe si utilizar la nueva red social para aspectos laborales.

Por el momento, solo hemos visto un cambio de logo y el lenguaje interno de lo que conocíamos por Twitter2, por el cual los “tuits”, ahora son “x’s” o “exes” en la versión pronunciada. Nada que comentar sobre la ironía que lleva implícita esa nueva denominación. Para todo lo demás, habrá que esperar.