Siempre es un placer reencontrarse con El Principito. Esta vez tenemos la oportunidad de disfrutar de una versión teatral puesta en marcha por Diana I. Luque que nos recuerda, una vez más, la importancia de lo pequeño y lo saludable de dar su verdadera dimensión a las cosas.

Considerado un cuento infantil, El Principito no es una historia que puedan leer los niños en solitario. Se considera más un cuento escrito para el que es capaz de leerlo desde la perspectiva del niño que fue. En este sentido se convierte en una historia que invariablemente toca el corazón y que merece la pena compartir con los más pequeños, ésos seres que nos rodean y que siempre verán cómo una boa se ha tragado un elefante.

  • “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser feliz”. El Principito.

Cuando Antoine de Saint-Exupéry publicó El Principito en 1943, Europa sufría la II Guerra Mundial, y él, piloto de un avión caza, desaparecía un año después durante una misión de reconocimiento en Francia. Nunca llegaría a imaginar que su pequeño cuento sería la publicación traducida a una cantidad de idiomas y dialectos sólo comparable con la Biblia y se convertiría en todo un manual filosófico para millones de personas en el mundo.

Pendiente de los valores universales y de los aspectos más esenciales del ser humano, revisar su lectura y completarla con el espectáculo teatral que les anunciamos, nos devolverá la necesidad de asumir la pérdida, de atender a lo más vulnerable -en este sentido El Principito se convierte en un alegato además de humano, ecologista- y la urgencia de llegar a lo esencial e ir más allá de las apariencias.

Coart+E lleva esta obra universal a las tablas en un momento histórico en el que es necesario revisar ciertas actitudes. Vayamos acompañados por pequeños que señalarán detalles y se quedarán con las frases en las que quizá, el resto, ni repararemos. Porque la actitud crítica y desenfadada de los niños, esa que perdemos según cumplimos años, es la que hoy nos hace falta.

Aunque…Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

 

El Principito

Adaptación y dramaturgia de Diana I. Luque

Teatro Infanta Isabel. C/ Barquillo, 24. Madrid.

Hasta el 28 de abril de 2019