Fotografías: Nat Enemede (@natenemede)

Ellas son Teresa López (@teresalopezcerdan) y Mara Jiménez (@croquetamente__). Son gordas y por segunda vez se suben a los escenarios a interpretar Gordas. Una obra en la que van a hacer de gord… bueno, no, en realidad van a hacer de todo, también de gordas.

Porque ya está bien de estrechar el cerco y reducir la forma física a una serie de papeles acotados por la sociedad. Es lo que denuncia esta comedia de Carlos Mesa, de la compañía Bendita Inocencia, en la que la gracia es precisamente eso, darse cuenta de que el espectador, se ha creído a los personajes por su interpretación y el texto, no por sus condiciones físicas.

Ambas actrices reúnen a un gran séquito de seguidores en sus redes sociales. Defensoras del bodypositive , están hartas de que el peso sea un prejuicio más a la hora de interpretar. En Gordas, ellas son “Dos gordas que hacen de gordas, pero que pueden ser todo”.

La representación estrena segunda temporada a partir del 3 de septiembre y lo hará estrenando nuevo espacio. En este caso los sábados (22:15h) y domingos (20:15h) en los Teatros Luchana de Madrid.

Charlamos con una de sus protagonistas, Teresa López Cerdán. Actriz, periodista y creadora de contenido que, nos confiesa, en sus ratos libres también juega a videojuegos.

Segunda temporada de esta obra que tantas alegrías os ha dado. ¿Habéis modificado cosas o habéis mantenido intacto el guion? 

Es prácticamente idéntico el primer montaje. El único cambio es del espacio por el cambio de sala y las luces. Hay cositas nuevas pero han ido creciendo con el día a día, pero en principio el texto se va a mantener muy fiel a lo que escribió Carlos Mesa en un principio.

Si alguna vez se nos ha ocurrido algo se le comenta al acabar y muchísimas veces nos ha dado luz verde para meterlo a partir de ese momento. Hay algún chiste que se ha metido a mitad pero siempre ha sido antes consensuado con Carlos.

Digamos que la obra es una especie de homenaje al eje principal de vuestro activismo personal: el bodypositive. Pero, al final, la representación es un cóctel de varios géneros.

Totalmente, al final es increíble, teatralmente hablando, el compendio que es Gordas. Porque como actriz es un regalo, un caramelo.

Pasas por absolutamente casi todos los estados por los que puede pasar un actor o actriz, desde la comedia, hasta el drama más profundo, monólogo, conversaciones a dos bandas… es increíble la riqueza y la variedad actoral y teatral que hay dentro de Gordas. A mi me tiene encantada la dramaturgia que ha hecho Carlos.

Esto parece una redundancia pero en esta obra sois gordas haciendo de gordas. Lo recalco porque en una ocasión Itziar Castro me dijo también para estas páginas que una vez había tenido que llamar al director para preguntar si había sido un error o si era verdad que no se hacía en guion ninguna alusión a que su personaje fuera gorda… ¿Qué pensáis vosotras sobre estos temas?

Claro, nos encanta en el sentido de cómo lo ha abordado Carlos. Al final, literalmente, uno de los slogan que tenemos es: «Dos gordas que hacen de gordas pero que podrían hacer de todo».

Porque los personajes que hay escritos en Gordas, prácticamente ninguno, menos creo que dos, exigen físicamente tener sobrepeso. Los otros los podría hacer perfectamente una chica delgada.

«Para interpretar un papel no se necesita un físico. Necesitas un buen trabajo y una buena disciplina»

Dos chicas que ligan en una discoteca, otros que son dos monjas que podrían tener cualquier peso, en ningún momento se hace mención al tema del peso… por eso nos encanta la bofetada final que damos. Es un viaje que hacen dos mujeres que están gordas pero en ningún momento estamos haciendo una reivindicación sobre la gordofobia.

Sí que hay alguna escena en la que se habla sobre el peso o la exigencia física, que es la número 1 y la 4, esas sí que giran en torno al peso o una exigencia física. Sin embargo, el mensaje final que lanzamos es el de «Te has dado cuenta de que hemos hecho de absolutamente de todo y no te ha molestado que tuviéramos kilos de más. Nos has creído porque somos buenas actrices».

Ese es el mensaje. Para interpretar cualquier tipo de papel no se necesita un físico. Necesitas un buen trabajo y una buena disciplina para que te creas qué es lo que hace la actriz.

Luego fuera del universo de Gordas sí que es muy complicado poder encontrar trabajo. Todo lo que encuentras es eso, el típico perfil de gorda. Tanto Mara como yo estamos muy por la labor de intentar que sean papeles de personajes gordos que estén bien escritos.

Nosotras no queremos lanzar un mensaje que repita, recalque y reitere el rechazo a las personas gordas y que sea una gorda llorando porque está gorda. Ya estamos hartas y no lo queremos ni lo vamos a hacer. Entonces, es complicado, al final tenemos que tirar por derroteros como este. Montarnos nosotras nuestro propio espectáculo para hacer las cosas como realmente queremos.

Ocurre lo mismo con el colectivo LGTBI+ que exige que cada vez veamos a más personajes del colectivo con personajes que se escapen del arco típico de «su salida del armario».

Nosotros lo tenemos clarísimo con el tema del colectivo. Como compañía teatral, como Bendida Inocencia, es algo que vamos, queremos y deseamos tocar.

Porque al final nos hemos encontrado con que todo el tema del físico es el mismo discurso que tiene la gente LGTBI. Yo estoy hablando del peso pero la gente del colectivo, mis compañeros, hablan de tener pluma o dejar de tenerla, el tema de la transexualidad… etc.

Hemos tenido unas vivencias y una adolescencia muy parecida. Los que hemos tenido rechazo por nuestro físico y las personas que han tenido rechazo por su orientación sexual. Tenemos un camino compartido.

A mi siempre me pasa, que cada vez que hablo del rechazo que he sufrido como gorda, muchísima peña del colectivo que no está gorda me dice que ha vivido lo mismo. Hemos compartido camino aunque sea por motivos diferentes. Por eso siempre decimos que Gordas es un hogar para toda la peña que alguna vez ha sentido rechazo social, por eso cabemos muchos aquí dentro.

Has hablado muchas veces abiertamente de las barreras y los prejuicios que encuentran las personas gordas en el sexo, ¿Cuándo empezaste a deconstruiste sobre esto? No creo que haya sido nada fácil estar en paz con eso.

Sí, me atrevería a decirte que fue ya adulta. Igual tenía 23. A día de hoy, ¿Cuál es la media para empezar a practicar relaciones sexuales? 16, 17, 15, si me aprietas. Yo tardé muchísimo más y hasta que no estaba segura de mi misma y de mi cuerpo no tomé la decisión.

También es verdad que aunque yo parezca que soy muy loca, soy muy mental, tengo mucho cuidado, tomo las decisiones con la cabeza. Me gusta hacer la cosas en orden y tenía claro que no me quería precipitar ni quería regalarme a algo que no era lo que quería vivir.

Y creo que es algo que tenemos que aprender las personas gordas. Tenemos que aprender a valorarnos y decir: «Hasta que yo no quiera, no lo voy a hacer porque el otro lo desee».

Eso pasa con todo el mundo, pero yo hablo de lo que he vivido, aunque esto es algo que podemos extrapolar a absolutamente todo. No hay que tener prisa, hay que hacerlo bien. En lugar de estar pensando en los complejos que tienes. Así es imposible que disfrutes.

Eres actriz y periodista, pero también muy conocida por los videos en tus redes sociales, ¿Cómo manejas los comentarios? ¿Cómo filtras los malos? 

Hasta hace muy poco había tenido la suerte de tener una comunidad prodigiosa en la que yo no llegaba a prácticamente nadie que estuviera fuera de lo que yo pienso. Pero cuanto más creces, a más gente llegas y más complicado es huir del hate.

Ha llegado un punto, que creo que fue a partir de mayo o junio, en el que el odio era diario. Aguantar los comentarios era algo del día a día.

Yo, por suerte, lo llevo infinitamente bien. Creo que tengo la cabeza muy estructurada. He llegado a las redes sociales con 28 años pero llevo creando contenido de manera seria desde que tengo 21 o 22. Como relamente el «petardazo» ha sido este último año, ahora es cuando realmente estoy viviendo de las redes sociales. Este es mi trabajo y me encuentro con mucho hate diario.

Ya soy una persona muy adulta y se lo que me puede afectar. Hay cosas que directamente bloqueo o borro porque ya se por dónde va a ir el comentario y no quiero perder el tiempo.

Es verdad que hay días jodidos y a veces se te junta con que la gente en redes ese día decide que es el momento de decirme de todo, pues a lo mejor te hundes un poco. Pero yo tengo la suerte de saber gestionarlo bien.

¿Qué hace Teresa cuando no está creando contenido?

Me flipa y me maravilla jugar a videojuegos. Es algo de lo que casi no hablo y al final es que cuando tengo un par de horas lo que hago es jugar a videojuegos o consumir contenido de gente que juega.

El otro día, en un Tik Tok me acuerdo que dije que me encanta Tortilla Land, que es un contenido al que están jugando ahora los streamers, y la gente se volvió loca. Porque es algo de lo que no hablo pero es mi guilty pleasure.

También me gusta muchísimo escribir, he escrito un libro que se publicará en redes. Una novela.

Como tú en tus redes sociales eres muy partidaria de recordar a otros creadores de contenido. A nosotras nos gusta hacer lo mismo con la cultura ¿Alguien en mente que te gustaría recomendar? 

Sin lugar a dudas, mi compañera Mara Jiménez (@croquetamente__), creo que sin duda hay que nombrarla. Es increíble lo que hace.

Luego también nosotros estamos muy contentos con el contenido que hace @miss_cultura y también la revista Godot. Son dos medios que, culturalmente hablando, consumo principalmente.

¿Más de Cultura y menos de qué?

Y menos odio, por favor.